Gran Premio de JEREZ 2023
«Mi madre llegó al paritorio en la Lambretta de mi cuñado… las motos me han marcado desde el nacimiento»
Motorada
La gaditana Isabel Caballero es presidenta de la asociación Moteras sin Límites y una mujer pionera sobre las dos ruedas
Isabel Caballero Segura es una motera desde antes de nacer. La historia vital de esta gaditana está marcada por la pasión a las dos ruedas desde la cuna. Su madre, una mujer intrépida como nuestra protagonista, llegó al hospital montada en la Lambretta de su cuñado y con las contracciones anunciando que ya tocaba encarar la recta final y pasar la línea de meta.
Ahora Isabel alterna, para sus viajes, una Honda CBR de 600 cc y una Zontes de 310 y es la presidenta de la asociación Moteras sin Límites que cumple su octavo aniversario pero en ese corto lapso de tiempo ya aglutina a más de 600 mujeres en España, Portugal y Gibraltar. «Nacimos en 2015 y seguimos creciendo». En Facebook, Isa Ics, tiene 6,4 mil seguidores y el paraguas de Moteras, se ha extendido por Sudamérica con una fuerza similar a la de su fundadora: arrolladora.
Isabel es gaditana aunque actualmente vive en Chiclana. Esta motera de sonrisa amplia y palabra cálida cuenta que con dieciséis ya se sacó el permiso A1, se compró una Honda y fue una mujer pionera. «Fui la primera chica que paseaba con una moto potente por Cádiz. Imagínate, entonces no se usaba el casco en ciudad porque no era obligatorio y la gente se quedaba mirando porque lo normal era que las chicas se movieran en vespino». Después ya me saqué el y ahora tengo dos motos en el garaje. Entre ellas, la niña de sus ojos, la que le robó el corazón hace casi 30 años: una CBR.
«Yo antes salía siempre con chicos, pero tenías la sensación de que te miraban por encima del hombro por el simple hecho de ser mujer. Así que empecé a moverme en redes, y diseñé la camiseta de Moteras sin Límite. Al principio éramos una asociación local pero poco a poco la voz se fue corriendo y ahora somos una asociación sin ánimo de lucro pero con representación en Galicia, Madrid, Barcelona…
En tan sólo ocho años ha conseguido sumar más de 600 socios cada uno con su camiseta con el logo del ángel alado y con un número.
«Cuando organizamos las escapadas, siempre intentamos quedar y hacer piña. Desayunamos, hacemos la ruta con el picnic, charlamos… somos una familia. Es curioso que en más de una ocasión el grupo ha parado en alguna venta y las mujeres se acercan para felicitarnos por el buen rollo porque gusta ver cómo ha cambiado la sociedad y cómo se ha empoderado la mujer. Ya no somos acompañantes, somos moteras con nombre propio«.
Conducir a la defensiva
Isa ama las motos pero no se deja cegar por su pasión y siempre insiste en la prudencia. «Si vas en moto tienes que conducir a la defensiva porque tienes que estar pendiente de todos. Del coche que te precede, del que va detrás. De los movimientos y de los cambios en la circulación… porque ni tan siquiera es necesario que se produzca una colisión. Un movimiento repentino puede causar mucho daño al motero. Incluso una caída con la moto detenida puede tener consecuencias«. La gaditano no se cansa de repetir que «hay que ir protegida siempre» porque sobre la moto, «con que te rocen un poco vas al suelo y paras el golpe con tu cuerpo».
Sensación de libertad
La presidenta de Moteras sin Límites reconoce que al principio, la ropa molesta porque da calor, porque no es cómoda pero «cuando te acoplas al traje llega el momento de disfrutar".
Isa confiesa que en el coche se marea e incluso tiene que tomar hasta biodramina y viaja adormilada y dando cabezadas. Sin embargo, en la moto si va de piloto no se marea y disfruta a tope de la conducción y del viaje. «Me subo la visera del casco para percibir los olores del campo, los olivos de Jaén, la humedad, los eucaliptus… es una sensación de libertad que no se puede comparar", asegura.
La motera también reconoce que no todo es idílico y en los viajes el cansancio también hace mella. «Los mosquitos son nuestros compañeros de viaje y hay carreteras donde te cansas más. Yo por ejemplo, que llevo un comunicador por tranquilidad y por seguridad, voy hablando y comentando con mi compañero y así es más entretenido".
Isa se reconoce prudente y disfrutona. Uno de sus viajes más largos ha sido a Santiago, subiendo por la Ruta de la Plata, Mérida, Cáceres, Salamanca, Zamora… y después bajando por Portugal por la N2, conocida como la Ruta 66 lusa ya que recorre el país de norte a sur.
Esta motera sin límites asegura nunca se aburre porque siempre anda planeando la próxima escapada. «Organizamos rutas abiertas porque no somos excluyentes. Son salidas para mujeres pero puede participar quien quiera porque hay muchas chicas que les gustan las motos pero que viajan con su pareja y no tiene razón de ser que se queden fuera. No es nuestra filosofía porque aquí nos ayudamos todos. Somos una familia porque ser motero es un estilo de vida donde importa el compromiso, la amistad por encima de cualquier tipo de competencia».
