entrevista
Juan Pedro Cosano: «Me fastidia mucho que se vuelva a hablar de las dos Españas»
«Me había prometido a mí mismo no escribir nunca sobre la Guerra Civil», pero, ante el mal uso de este doloroso episodio, se sintió impulsado a abordarlo desde una perspectiva distinta
El reconocido abogado y escritor jerezano, Juan Pedro Cosano, quien lleva más de cuatro décadas de ejercicio en la abogacía, y más de diez libros escritos se sumerge en una nueva obra literaria que rompe con sus propias promesas. «Me había prometido a mí mismo no escribir nunca sobre la Guerra Civil», confiesa. Sin embargo, ante la persistente utilización de este doloroso episodio en la actualidad, Cosano se sintió impulsado a abordar la temática desde una perspectiva distinta. Así nace 'El Abogado de Rojos', una novela que transporta al lector a la posguerra española, centrada en la figura de Eduardo Peña, un abogado de Madrid.
-¿Qué hay más en Juan Pedro Cosano un escritor o un abogado?
-Yo soy abogado. Yo voy a cumplir 41 años de ejercicio de la abogacía. Como yo digo siempre llevo más tiempo de abogado que de civil. Me encanta. Pero desde siempre he escrito y en el 2014 tuve la suerte de ganar el premio de Abogados de Planeta de Novela. Desde entonces, publico regularmente. A mí me gusta escribir, siempre lo hago, llevo toda la vida escribiendo y un día pues empecé con la ficción para huir un poco de la aridez del lenguaje jurídico. Hoy en día compagino ambas cosas.
-¿Cómo surge esa afición por la escritura?
-Desde pequeño siempre he escrito, ya con 23 años en di el pregón de la Semana Santa en el Teatro Villamarta. Lo que pasa es que nunca pensé que iba a publicar de la forma en que ahora lo hago. La primera novela que yo publiqué fue 'Hispania' y la escribí en mi viaje de bodas, en el 87. Tanto me gustó Roma que escribí una novela de romanos ambientada en el siglo uno antes de Cristo, en Cádiz, en la Gades Romana. Entonces las escribía a mano, no había ordenadores como los de ahora. Las publicaba yo mismo, las autopublicaba, las regalaba a los amigos, hacía la presentación como la de este último libro, pero las regalaba, hasta que surgió 'El Abogado de Pobres', que fue un poco el punto de partida, digamos, de mi carrera literaria, entre comillas.
-¿Y cuánto hay del escritor y cuánto del abogado en los libros?
-Bueno, los libros que son de abogado son cuatro: los tres de 'El Abogado de Pobres', la saga de Pedro Alemán y 'El Abogado de Rojos' también centrado en el mundo de la abogacía, ahí hay mucho de mí, porque si los lees, hay juicios y el abogado que se refleja en las páginas soy yo, es como yo hago los juicios, como informo, como interrogo. En los libros digamos que tienen temática jurídica, hay mucho de mí, en los otros no tanto.
-Lleva más de diez libros. ¿Dónde está el tope?
-Uff, hasta que me canse, hasta que se canse la editorial o los lectores. La verdad es que cuando uno sabe que hay muchísima gente que lo lee, porque la suerte es que no solamente se lee en mi pueblo, hay gente que me leen aquí en Jerez y hay mucha que lo hacen toda España. Yo recibo mensaje incluso desde fuera de nuestro país. Siempre que haya quien me quiera leer, yo voy a seguir y siempre que haya salud, que haya inspiración, voy a seguir escribiendo.
-Su última obra, 'El Abogado de Rojos'. ¿Cómo nace?
-Son varias cosas. En primer lugar, quería volver a la temática jurídica y me gustaba la época del Madrid de la posguerra. Esa época la toqué en la Fuente de Oro, que es un libro que gustó muchísimo en Jerez porque habla de todos los bodegueros de la época, de los Domecq, de los Gonzáles, de los Palomino, de los Blázquez y la última parte del libro discurre en el Madrid de la posguerra. Me gustó mucho esa ciudad devastada intentando recuperar su ritmo normal. La otra razón es porque me fastidia muchísimo que hoy en día se esté retomando el drama de la Guerra Civil para hacer política, me fastidia muchísimo que se vuelva a hablar de las dos Españas, que se vuelva a hablar de rojos y azules. Me fastidia mucho que haya cadáveres de una clase, de una categoría, y cadáveres de otra categoría. Este libro que trata de un abogado que defiende a presos rojos, el mensaje que yo he querido transmitir es que acabemos de una vez por todas con la Guerra Civil, reconciliemos, enterrémosla definitivamente. Que la memoria sea únicamente para no cometer los mismos errores y no para hacer daño a los demás. Y vamos a encarar el futuro de una sola España y dejemos a nuestros hijos un mundo mejor que en el que vivimos nosotros. Eso ha sido un poco por qué escribí esta novela.
–¿Considera que está mal utilizada políticamente hablando, la Guerra Civil, ahora que está tan fragmentado el país?
-Políticamente, a mí me indigna. Particularmente me indigna que haya gente que todavía enarbola una bandera que estaba enterrada, que intentemos regresar al pasado para conseguir réditos, que se utilicen cadáveres para conseguir prebendas. Me fastidia muchísimo y también en el plano literario. Toda la novela histórica que ha habido sobre la Guerra Civil son novelas de malos y buenos. Cuando la realidad es que no hay ni blanco ni negro, hay mucho gris. Yo he intentado, en primer lugar, no ideologizar la novela, no es una obra ideológica y, en segundo lugar, mantenerme en una línea de equilibrio, pero basada en la propia historia.
-¿Qué cree que va a sorprender más?
-En primer lugar, le sorprenderá que alguien como yo escriba 'El Abogado de Rojos', que cada cual tenemos en nuestra ciudad y nuestro ámbito unas etiquetas que son inevitables. Yo espero que sientan que es una historia bien contada, que digan que la trama les ha enganchado, que hayan disfrutado, que se hayan creído a los personajes, que hayan disfrutado con la historia. Que el final les haya emocionado, porque, en definitiva, creo que es muy emotivo y sobre todo que se queden con ese mensaje de que aquello que pasó hace 90 años, ya no puede volver a pasar.