SEMANA SANTA JEREZ

Jerez vive una espléndida y soleada jornada de Domingo de Ramos

La lluvia sucumbió a las ganas de los cofrades y los partes de estos días atrás tornaron en un agradable día en el que se lucieron las seis cofradías

M.G.

Miguel Guerrero

Jerez

La jornada amanecía con niebla y, aunque al principio parecía que no habría que mirar mucho al cielo, al final de la mañana fue complicándose la previsión para la hora clave en la que se echaban a las calles la mayoría de las cofradías. La Hermandad de Pasión incluso se planteó salir algo más tarde.

No obstante, a las 16:05 h. el sol iluminaba la capilla de Santa Ángela de la Cruz y la cruz de guía salió a la hora prevista, incluso con calor en las primeras horas de la tarde. Tras el lema que se leía en el madero, «Señor, tu cruz me guía», un pelotón de nazarenos de antifaz negro y capa morada acompañaban al Señor de Pasión. A diferencia de San Pedro -el misterio representa las negaciones del apóstol-, sus hijos no negaron al Señor un Domingo de Ramos más.

El mismo sol imperaba en la capilla San José. El azul del cielo se entremezclaba con el celeste de los antifaces nazarenos de la Borriquita. El amarillo también se hacía presente en las palmas del extenso cortejo de Cristo Rey en su Entrada Triunfal en Jerusalén. Todo el colegio arropaba a su Hermandad. Uno de los momentos más esperados de la Semana Mayor es cómo uno de estos niños pide la venia, la primera en palquillo de la Semana Santa. Y tras Cristo Rey, la Estrella lasaliana, coronada con el amor de sus hijos, quien es faro y guía de jóvenes y mayores. Derramaba su gracia por las calles de Jerez bajo su majestuoso palio.

La Coronación de Espinas estrenaba su orden de paso, siendo la segunda del día. La corporación está en un momento dulce que terminó de redondear con un magnífico Domingo de Ramos. Y es que Jerez le dará su medalla de oro a una de las Hermandades más señeras. Otra de las principales novedades era el aspecto musical. Sin dejar a un lado el repertorio clásico, el misterio estrenaba la Agrupación Musical La Sentencia en lugar de las cornetas y tambores. Lo que no cambia es la forma tan majestuosa y elegante del Cristo. Y elegante también, y con mucha gracia, la Virgen de la Paz en su Mayor Aflicción. La bella dolorosa bendijo a todo aquel que se postraba a sus plantas.

Desde las playas de Jerez vino una oleada de devoción a su Señor. La elegantísima Hermandad de Pasión fue la tercera en rezar las preces a la Santa Iglesia Catedral. Se echó a las calles en busca del centro con su idiosincrasia particular. Es otro ejemplo de Hermandad que tiene dos formas de andar: la de «avenidas» y la de recrease y gustarse. Es una delicia verla en ambas versiones, con un sensacional repertorio musical. Los cofrades de esta corporación tienen una nueva ilusión. La Magna parece haber dado sus frutos y ya están trabajando sobre el paso de palio que cobije a la bellísima dolorosa de Angustia de María, una imagen con alma que merece llorar su pena por el centro de Jerez.

La cuarta del día, la Hermandad del Perdón, es una corporación en constante crecimiento. El Domingo de Ramos es la punta del iceberg, reflejo del trabajo y de la vida de Hermandad todo el año. Todo pensando en este día grande. La imagen del Cristo del Perdón acompañado de San Dimas y Gestas es una estampa ya consolidada de nuestra Semana Santa. Tras los elegantes nazarenos azul marino, la Virgen del Perpetuo Socorro se paseaba en su paso de palio. Sin duda, una de las cofradías con más personalidad de Jerez.

Del recogimiento al éxtasis. La Hermandad del Transporte puso garra y fuerza con su espectacular puesta en escena en la calle. Ya desde su esperada salida de la Merced Jerez vibraba con el paso de misterio, gustándose exquisitamente. La mirada perdida del Señor del Consuelo cautivaba a todo aquel que la encontraba. Y tras Él, el Rocío de la mañana bajo el blanco palio de malla. La Reina del Transporte, la vecina guapa de la calle Merced que soñara Sebastián Santos, hacía también la delicia de los cofrades que la buscaban.

Cerró la jornada la Hermandad de las Angustias, cofradía que hay que ver desde su cruz de guía de plata hasta el último nazareno de penitencia. La alegría y júbilo del Domingo de Ramos se enmudecía ante el recogimiento doliente de la dolorosa de los siete cuchillos, quien abraza el cuerpo inerte de su Hijo muerto sobre su falda. Una de las cofradías de Jerez que enamoran. «Stabat Mater Dolorosa»: antecedía el llanto desconsolado de Nuestra Señora de las Angustias el canto angelical de los niños y niñas de la escolanía. Recuperó la Virgen una estampa que hacía varios años no se contemplaba, pues lloraba su pena sobre un monte de claveles rojos en lugar de su peana. Parecía que el rojo de la sangre de cristo se derramase sobre el dorado del paso.

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