Borrasca Konrad
La experiencia de los desalojados en Jerez: «Ya estoy mucho más tranquila»
María, vecina que había abandonado su vivienda en Las Pacechas, relata el miedo que ha sentido durante el tiempo que «no he sabido nada de mi casa»
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Los vecinos desalojados en Jerez respiran aliviados. Pasadas las 12.00 horas del mediodía, el consejero de Presidencia de la Junta, Antonio Sanz, anunciaba que los residentes de las zonas afectadas podían volver a sus domicilios. Han sido horas de tensión y miedo para los afectados, y de mucho trabajo, organización y coordinación por parte de las autoridades, que en todo momento han controlado y vigilado la zona, ya que el principal temor de los desalojados era que otras personas aprovechasen la situación para entrar a robar en sus domicilios.
María ha sido una de las vecinas afectadas, y que en la madrugada del jueves tuvo que dejar su casa en Las Pachecas para pasar la noche en un albergue junto al CEIP Virgen del Mar en El Portal. Han sido más de 36 horas sin tener conocimiento del estado de su vivienda.
«Ya estoy mucho más tranquila», cuenta a La Voz en la mañana de este viernes mientras apura su vaso de café. Es el segundo desayuno de María en el albergue. Las ganas de volver son inmensas, aunque el miedo persiste. «Sigo con el temor a la riada porque vivo bastante cerca del río, pasa cerca de mi casa, y estoy todavía atemorizada».
Antes del anuncio por parte de Antonio Sanz de que María, junto al resto de vecinos, podían volver a sus viviendas, relataba que «no tengo información del estado de mi casa, no sé nada de mi casa, si el río se ha desbordado para Las Pachecas, no tengo conocimiento porque a mí no me han dado información. Lo único de que me avisaron era que tenía que seguir pasando la noche aquí».
Mientras María se bebe el café, manda a su hijo a que se duche. «Él está más tranquilo», pero «la primera noche lo pasó fatal, eso sí te lo puedo asegurar, anoche durmió mejor».
Raúl, el hijo de María, ha vivido al margen del drama de su madre, jugando a fútbol con otros niños en el albergue, corriendo, saltando, divirtiéndose... en definitiva, siendo un niño. «Lo que no puede hacer viviendo en mi casa, que ahí solo se ve carretera y camiones, que no podía tener amiguitos, aquí mi hijo al menos se relaciona con los niños. Eso a mí me alivia mucho porque él está en una edad en la que se tiene que relacionar con otros niños, no tiene que estar encerrado y sepultado como un ermitaño«.
Una veintena de vecinos refugiados en El Portal
En este albergue de El Portal durmieron la primera noche trece vecinos desalojados, mientras que en la segunda la cifra ha sido de veinte vecinos, como cuenta Pepi Romero, delegada de alcaldía de El Portal, que recibió a los afectados que llegaron en la madrugada del viernes.
«Vinieron pasadas las doce de la noche de una zona que está prácticamente abandonada», cuenta. «Llegaron algo nerviosos, pero pronto se quedaron dormidos».