borrasca Konrad
Los vecinos Jerez resisten ante el riesgo de inundaciones: «Yo no me voy de mi casa»
Ana Romero, vecina de El Portal de 77 años, no quiere abandonar su casa a pesar del riesgo de inundación por el desbordamiento del río Guadalete
Los vecinos de El Portal se preparan para «lo peor»
Pepi, vecina desalojada en Jerez: «Siempre tienes ese miedo a dejar tu casa sola porque te pueden robar»

La crecida del río Guadalete en Jerez de la Frontera ha obligado a desalojar de manera preventiva a primera hora de este jueves 13 de marzo a 200 personas en los núcleos de La Graduela, El Portal, La Corta, La Ina y Las Pachecas y a suspender la actividad presencial en el CEIP Virgen del Mar de la barriada rural de El Portal y el CEIP del núcleo de La Ina.
Los vecinos preparan sus casas para la llegada del agua. No obstante, hay quien quiere permanecer en su hogar. Es el caso de Ana Romero, de 77 años, que vive «aquí desde que tenía dos o tres meses». Cuenta que «yo llevo muchas riadas y sé que es esto», por lo que defiende que «yo no me voy de mi casa».
Sus hijos, Fátima y Juan, muestran su preocupación por la postura de su madre. «Esto es como el cuento del lobo, que no viene, no viene... hasta que llega el agua», dice él.
Ana no quiere dejar su vivienda. «Hay gente que se entera que están desalojando y aprovechan para venir y tirar las puertas y robar», argumenta, aunque «aquí somos todos familias, nos conocemos y nunca vamos a hacernos daño».
«Me he levantado a las cinco de la mañana y me he pintado los labios»
Mientras sus hijos y los miembros de su familia calzan botas de agua para adentrarse en los carriles e ir vigilando constantemente la subida del río, Ana viste sus zapatos de color negro completamente impolutos. «Antes muerta que sencilla», dice de ella su hija Fátima. «Yo me he levantado a las cinco de la mañana y me he pintado los labios», cuenta entre risas, y su hijo señala que «lo único que le preocupa es que se le mojen los muebles de caoba».
La preocupación de esta familia, al igual que otras, reside en que «caiga una tromba de agua que coincida con la pleamar y tenga que abrir las compuertas del embalse de Arcos».