De la Feria del Libro de Cádiz

Cádiz siempre ha sido una ciudad con un alto nivel cultural

La Feria que me gusta es la feria del libro. Esa es la única en la que he sido fijo desde hace más de 20 años. Un momento de recorrer casamatas buscando el botín del año en curso. Reconozco que este año han venido pocos ... libros: Los cuentos completos de Anderssen, en la edición comentada de Akal (una joya esa colección); el Concurso perdido de Gades, de Luis Rossi; y un libro de una editorial independiente, comprado por ser una edición realmente bonita.

El resto del tiempo me ha servido para ver a viejos conocidos que se mantienen fijos año a año en este tipo de eventos. Y también para disfrutar de las novedades y los momentos de relax que han creado espacios mágicos que unían la charla tranquila en el bar con las colas para las firmas. Y todo con un programa diverso en el que se mezclaba la calidad literaria de algunos invitados con la presencia de autores locales y otros más mediáticos.

El resultado del coctel presentado por Alejandro Luque ha sido más que claro: un éxito rotundo. Y eso pese a que ciertas voces del panorama literario local se empeñaban en decir que sería un fracaso argumentando que en Cádiz no se lee. Algo que tanto yo como mi vecina de página Patricia podemos desmontar con argumentos claros y concisos; pero que no haré ya que la propia feria de 2022 se ha encargado de hacerlo.

En mi caso personal, la ruta de la Guía Mitológica de Cádiz, que me propusieron realizar el pasado viernes, fue todo un éxito, tanto en participación como en ventas posteriores. Y eso que la mayoría de las librerías no abrieron en las mañanas de este ventoso julio. No importó, las actividades programadas llenaron con creces ese vacío y demostraron que las ferias del libro son mucho más que ventas.

Pero lo mejor de esta feria ha sido que se ha demostrado que con un trabajo bien hecho y realizado por profesionales, las cosas funcionan. En los últimos años, la Feria del Libro de Cádiz había estado en manos de editores que parecían primar sus propios intereses que los de la ciudad y su entorno literario. De otra forma no se entenderían ciertas cosas ocurridas en el pasado.

Cádiz siempre ha sido una ciudad con un alto nivel cultural. Y ese poso, que se ve en otros ámbitos como el musical (ya sea carnavalero o flamenco), sigue vivo. Solo hay que pasear por el baluarte durante la Feria del Libro para darse cuenta: las largas colas de jóvenes esperando para ser firmados; las actividades infantiles con decenas de niños disfrutando de este mundillo, son el ejemplo de que la cultura y la literatura gaditana no está muerta.

Quizá lo que ocurra es que quienes piensan que en Cádiz no se lee, son los mismos que creen en una literatura elitista. Esa en la que los Blue Jeans no tiene cabida y deben ser los grandes popes de libros exquisitos los únicos que tengan presencia. Pero se olvidan de que antes de leer a Orwell, muchos leímos Los Hollister. Y que cada persona es un mundo que necesita sus propias letras para disfrutar. Como lo hemos hecho muchos en la Feria del Libro de Cádiz de 2022.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Ver comentarios