NARCOTRÁFICO CÁDIZ
La invasión de organizaciones extranjeras de narcos en el Guadalquivir recrudece la violencia contra los agentes
narcotráfico
Marroquíes, en su mayoría, pero también rumanos, búlgaros, argelinos y albanos, son contratados y enviados al río por estas redes para hacer las descargas de droga. «Van a por todas con tal de cumplir el 'trabajo'»
Los últimos incidentes y detenciones que se han producido en la desembocadura, además del fatal suceso de Barbate, dan muestra de la activa presencia de estas collas que coexisten en una 'guerra abierta' con las locales
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Siete detenidos en el río Guadalquivir con 60 fardos de droga y armas listas para abrir fuego
En las testimoniales que ofrecieron los primeros detenidos por el trágico y duro suceso de Barbate en el que dos agentes de la Guardia Civil fallecían tras ser arrollados por una narcolancha y sus compañeros quedaban heridos, hay ciertos detalles que podrían explicar la situación que se está viviendo en la lucha contra el tráfico de drogas en todo el litoral gaditano. Y no solo por cómo acabó con estas dos vidas sesgadas, sino también por las circunstancias y los modos de actuar que rodearon aquel trágico hecho. El itinerario, los protagonistas -principales y secundarios-, las formas, las características de las lanchas (todas), el 'compadreo' entre ellos... sus antecedentes, sus nombres.
Son detalles que pueden dar luz más allá de resolver judicialmente este terrible asunto. Y es que esos primeros arrestados, a los que se señaló en aquel primer momento, contaron que venían del río Guadalquivir, de Sanlúcar, y que desde allí se habían refugiado en el puerto de Barbate por el temporal. Allí coincidieron con más 'gomas' durante horas mientras esperaban a unos mecánicos que les arreglaran un motor que no les iba. Dijeron que uno de ellos, de origen marroquí, fue el encargado de contactar con el 'dueño' de la embarcación para pedirle vía libre para ir a arreglar la semirrígida y continuar. Un supuesto 'jefe' que también se encontraba al otro lado de la frontera. Los otros tripulantes, entre ellos el piloto, Kiko el Cabra, iban en esa lancha y declararon que se dedicaban a eso, a hacer 'portes', por tanto, a hacer 'encargos' para otros que les mandaban desde el otro lado.
Pero además, si dejamos al margen a estos procesados y ya condenados por contrabando, y nos fijamos en los supuestos máximos implicados, hay una conclusión ineludible: los tres son ciudadanos extranjeros. Más concretamente, marroquíes. Karim El Baqqali, acusado de los dos asesinatos y los cuatro asesinatos en tentativa, fue durante meses buscado en su país natal ya que permanecía fugado. A mediados de septiembre, presionado, se entregaba a la Guardia Civil en Barbate. En el mismo lugar donde había estado maniobrando con la semirrígida que, por cierto, había traído también desde la otra orilla.
Junto a él iban dos compatriotas, Mohamed Laachiri y Yassine El Morabet, que también han sido apresados. Y faltaría otro investigado más que está pendiente de detención. Y todos ellos iban presuntamente en esta narcolancha, tal y como declaró Baqqali. Y los propietarios de esta semirrígida son, al parecer, los miembros de una organización también asentada en Marruecos y que opera por Cádiz, Huelva y la Costa del Sol.
En este caso la violencia empleada por estas personas fue evidente a la hora de embestir (de manera casual o intencionada -ya se determinará judicialmente) contra la zódiac del GEAS en la que iban los dos guardias civiles fallecidos.
Desde fuera y por encargo
Y esta misma virulencia es la que, según las fuentes consultadas, se está dando en la desembocadura del río Guadalquivir. De la misma zona de la que venían o iban todas las semirrígidas que estaban abarloadas y a la espera de que pasara el temporal aquella tarde en Barbate.
Allí se han producido en los últimos meses diversos altercados que han sido protagonizados por supuestas bandas de narcos que estarían alijando por el río por encargo. Bien con lanchas propias o bien como 'contratados' de otras redes.
Así, por ejemplo, recientemente, una de estas 'gomas' colisionaba contra una patrullera de la Guardia Civil y uno de sus tripulantes resultaba fallecido: un ciudadano marroquí de 22 años moría después de que sus propios 'compañeros' lo dejaran malherido en la lancha. Agentes del Servicio Marítimo lo rescataban e intentaban auxiliar pero ya no podían hacer nada por salvarle la vida. Sus compatriotas, sin embargo, se daban a la fuga y además aprovechaban el traslado del herido para quemar la embarcación cargada de droga.
También hace poco, se producía otro incidente en el Guadalquivir y los siete tripulantes de esta semirrígida que llevaba garrafas de gasolina eran detenidos. Como indicaron fuentes judiciales, para todos ellos se decretó prisión bajo fianza por atentado y contrabando. Todos pudieron pagar dicha fianza en horas. Según ha podido saber este periódico, todos estos investigados son también extranjeros: marroquíes, búlgaro, rumano y albano-kosovar.
Similar circunstancia se daba en el último tiroteo que tenía también como escenario la desembocadura del río. Fueron agentes de la Comandancia de Cádiz, apoyados por el Grupo de Acción Rápida (GAR), quienes intervinieron de madrugada. Fue allí donde se interceptó en una finca próxima y tras acorralarlos a siete de los presuntos responsables en la más absoluta oscuridad. Seis de ellos franco-marroquíes y otro, vecino de Sanlúcar. La narcolancha o narcolanchas implicadas no podían ser interceptadas pero sí a una gran parte de este grupo de traficantes. Y también 62 fardos de hachís, 2.250 kilogramos de hachís.
Pero además los guardias civiles pudieron intervenir cinco vehículos y armamento. En las proximidades del lugar de descarga, al parecer en una vivienda próxima, hallaban también tres armas cortas y un fusil de asalto 'tipo kalashnikov'.
De esta forma, y de nuevo, se hacía en esta ocasión también patente la conexión de estos grupos marroquíes que ya trasladan y descargan ellos mismos la droga hasta el lugar de su posterior distribución 'remontando' el río. A menudo cuentan con clanes locales para la logística o se asocian a ellos pero ya actúan por sí mismos. Otras organizaciones, procedentes de La Línea y que antes operaban por el Estrecho (Messi, Castañas, Pantoja, Kiko el Fuerte...), se han trasladado a esta zona, 'trabajando' o no con estos otros.