Sucesos
Intervenido por primera vez un gran alijo de cocaína en una narcolancha en Cádiz
La Guardia Civil intercepta una 'goma' en Barbate con más de 700 kilos de esta droga, lo que confirma la tendencia de los narcos de usar las lanchas también para meter 'coca'
En el coche que iban a utilizar se han encontrado dos armas reales listas para ser detonadas «en cualquier momento»
Tres de la madrugada del pasado lunes. Guardias civiles que operan en el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) –las cámaras que vigilan la costa– dan aviso de una embarcación sospechosa. Deambula por las aguas de Barbate, concretamente por los acantilados de la zona de la Breña, y parece que su intención es aproximarse a la costa para alijar. En la orilla ya espera otra parte de esta red con un coche que se encargará de descargar la mercancía y salir corriendo hacia la 'guardería', el lugar en el que tienen previsto ocultarla, almacenarla, hasta que la lleven a otro lugar determinado para su distribución.
Hasta aquí todo normal. O más bien, común. 'Modus' habitual de las redes de narcos que utilizan desde hace décadas la costa gaditana, y la orilla barbateña, como punto de entrada a la península desde Marruecos para traficar con droga usando las potentes lanchas de tres o cuatro motores. Sin embargo en esta ocasión hay una novedad importante. Muy importante. La propia mercancía. Esta vez los traficantes no llevan fardos de hachís. Lo que están intentando 'colar' es cocaína.
Pero la Guardia Civil tras el aviso del SIVE evita que puedan ejecutar su plan. Una vez dada la alerta, los agentes del EDOA, en el que ya trabajan también efectivos del extinto OCON, apoyados por distintas unidades de Seguridad Ciudadana, acaban interceptando 22 fardos de cocaína que han arrojado un peso total de 772 kilos. Y además, dos armas cortas de fuego reales. Los autores emprendieron la huida en la embarcación semirrígida.
Según relata la Guardia Civil, tan sólo minutos después de ser avistada la semirrígida cerca de la costa los agentes lograron abortar el alijo impidiendo que tanto la tripulación como los cargadores pudieran huir del lugar con el vehículo que les esperaba en tierra. De ahí que los autores del alijo, ante esta presión, se vieran obligados a huir por mar en la misma 'goma'.
Tras la intervención fueron recuperados 22 fardos de cocaína con un peso total de aproximadamente 772 kilos. Del mismo modo se localizaron en el interior del vehículo utilizado dos armas cortas de fuego reales municionadas y listas para ser detonadas «en cualquier momento».
Tras estos hechos, la Comandancia de Cádiz continúa con las investigaciones pertinentes para identificar y poder localizar a los tripulantes y sus portadores como autores de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas.
Como destacan desde la Guardia Civil, este intento de alijo es bastante significativo ya que es «la primera vez» que se interviene en plena costa gaditana una carga de cocaína utilizando para su transporte las mismas semirrígidas que se usan para traficar con fardos de hachís.
Este periódico ya se refería a esta tendencia al alza hace unas semanas cuando también la Guardia Civil en otra investigación destapaba estas conexiones cada vez más evidentes. En la bautizada como 'operación Castle' se desarticuló una organización que estaba asentada en Huelva y el Campo de Gibraltar, con vínculos en Portugal. Según se informó, esta red era la responsable de la mayor parte de las botaduras de narco-embarcaciones que se estaban realizando en toda España.
Una vez que se indagó se descubrió que habían cargado la droga en la zona oeste de la costa marroquí pero tuvieron que esperar varios días en alta mar ya que habían detenido en España a algunos de los miembros de la organización. Fue entonces cuando tuvieron que pedir a otros narcos asentados en Canarias que les ayudara a rematar el alijo.
«Las organizaciones dedicadas al tráfico de hachís han establecido fuertes vínculos con bandas dedicadas al de cocaína», certifican las fuentes consultadas. Una vez que traen la 'coca' desde Sudamérica usan la ruta africana en los dos sentidos, el hachís sale de Marruecos en dirección a América y en sentido inverso la cocaína viaja por el Atlántico desembarcando en la Costa Oeste de África, para posteriormente transportarla a la península.
Y es en este punto en el que entran al 'juego' las organizaciones de narcotraficantes de Cádiz, 'vendiendo' sus servicios o, a veces, aprovechando el viaje. Sus potentes lanchas son entonces la logística adecuada para este transporte. Eso sí. Para llevar el 'polvo blanco' se suelen utilizar aquellas más potentes y preparadas ya que el precio de esta droga es mucho más alto y, por tanto, el riesgo que corren si pierden, mayor.
De ahí que también intenten blindar más estos viajes. Primero, no cargando al completo las embarcaciones -en este caso el porte era de algo más de 700 kilos cuando uno de hachís puede oscilar entre los 1.000 y 2.000 kilos-, y segundo, no teniendo escrúpulos en utilizar la violencia si es necesario.
Armados
Prueba de esto último es que en el vehículo intervenido en esta actuación los agentes han encontrado dos armas de fuego. «Reales». Es decir, listas para disparar con ellas si se veían en esa situación. Hay que tener en cuenta que la cantidad de droga que llevan supera con creces los cientos de miles de euros en el mercado ilegal y este valor provoca que pueda ser codiciada por otras bandas que operan en la zona y que intenten robarla cuando están alijando, incluso haciéndose pasar por policías o guardias civiles. De ahí que debido a estos robos, a estos 'vuelcos' entre ellos, cada vez es también más habitual que vayan fuertemente armados.
En cuanto a la ruta que ha podido seguir la cocaína intervenida para llegar desde Sudamérica hasta Barbate, la pista la podría dar otra investigación reciente que concluyó que la droga había llegado Marruecos oculta en unos contenedores desembarcados en el puerto de Casablanca. De ahí fue escondida en una nave y posteriormente la cargaron en otra semirrígida con destino a la costa española.