Sucesos | NaRCOTRÁFICO
Interceptados dos linenses con antecedentes por narcotráfico haciendo acopio de combustible en Chiclana
Los dos individuos fueron identificados por la Policía Local cuando salían de rellenar una decena de garrafas de una gasolinera cercana al Novo
Lunes pasado por la mañana en un gasolinera de Chiclana. Una estación de servicio de las proximidades del Novo Sancti Petri donde se dispensa el litro de diésel algo más barato. Dos individuos paran su coche y comienzan a rellenar garrafas y garrafas de combustible. Nadie les dice nada, ni les pide ningún tipo de acreditación ni autorización para que puedan surtirse de una atacada de tantos litros de esta 'mercancía peligrosa' y sin tener tampoco en su vehículo ningún elemento o sistema especial para su transporte, acopio o traslado.
Sin embargo, llega una patrulla de la Policía Local y ve que puede haber algo sospechoso. Entonces los agentes les dan el alto y piden a los dos hombres que se identifiquen. Y tal y como se esperaban, no llevan ningún permiso para rellenar tantas petacas. Se trata de dos ciudadanos de La Línea, de unos 30 años y vecinos de la Atunara, uno de los barrios más 'frecuentados' por el narcotráfico y contrabando de tabaco de todo el Campo de Gibraltar. Además a ambos les constan antecedentes por delitos contra la salud pública.
Así que, vistas las circunstancias, -traslado y acopio de mercancía peligrosa de manera ilícita- y las sospechas de que pudiera tratarse de un claro caso de 'petaqueros', es decir, de personas que se dedican a surtir de combustible a otros narcos para las potentes semirrígidas, la Policía les interviene todas las garrafas y los deja identificados para una posible y futura sanción administrativa. Penalmente, queda en el aire.
Este podría ser un caso aislado pero, según fuentes consultadas por este periódico, cada vez es más habitual la presencia de este tipo de 'surtidores' y 'conseguidores' tanto por Chiclana como por San Fernando. Y así lo constatan también las decenas de identificaciones que están haciendo los agentes de la Guardia Civil cuando, por ejemplo, patrullando o en operativos pillan por los esteros o por zonas próximas a éstos a vecinos del Campo de Gibraltar (La Línea, Algeciras, San Roque...) con similar perfil y tratando también de lograr el mismo objetivo: surtir a las 'narcolanchas'.
Para ello estos individuos, que se han convertido en una pieza clave en la logística del tráfico de drogas, utilizan a menudo coches robados o también de alquiler para evitar que con la lectura de la matrícula sean rápidamente identificados y/o procesados si esos vehículos llevan alguna carga ilícita (sean garrafas o fardos de hachís).
Además suelen utilizar pequeñas embarcaciones (algunas con motores demasiado potentes y robados) con las que intentan pasar desapercibidos como pescadores que se van o vuelven de faena cuando su propósito es bien distinto: llegar hasta las lanchas que necesitan de aprovisionamiento de diésel en diferentes puntos del litoral para llevar la droga hasta el lugar de alijo acordado.
Algunas fuentes consultadas advierten de que este y otros efectos y consecuencias del narcotráfico se continúa expandiendo y cada vez con mayor fuerza a otros puntos de la provincia. Prueba de ello podría ser la repetida e incesante identificación de vecinos de la zona del Estrecho -muchos con antecedentes- por localidades como Chiclana o Sanlúcar donde ni residen ni les consta lugar de trabajo. La fuerte presión policial ejercida sobre otros puntos del litoral gibraltareño podría haberles desplazado. Y, por tanto, extendido.
Por este y otros motivos, desde las asociaciones de la Guardia Civil y los sindicatos de la Policía Nacional se pide que toda la provincia de Cádiz en su completa extensión sea declarada Zona de especial singularidad para, según aseguran, se pueda luchar de manera «real y efectiva» contra los narcos y contra toda su logística.