Narcotráfico cádiz

Interceptada una 'goma' cargada de petacas de gasolina en el castillo de Sancti Petri

El sistema de vigilancia detectó la presencia de esta embarcación que tuvo que ser abandonada debido a la mala mar. Tres tripulantes, de origen marroquí, viajaban en ella

Imagen de dos ocupantes de una lancha cubiertos en su paso por los esteros. La Voz

M. A.

Ni por Navidad ni por nada se para la actividad delictiva. Y entre ella, toda aquella que está relacionada con el 'negocio' del narcotráfico en aguas de Cádiz. Pero en frente siempre están las fuerzas policiales que lo combaten. Así, de nuevo, agentes de la Guardia Civil han vuelto a interceptar un barco cargado de petacas de gasolina, presumiblemente, un combustible que tiene como objetivo el surtir a los narcos que esperan largas horas fondeados en la mar a la espera de poder entrar a costa sin ser detectados y realizar los desembarcos (alijos) de hachís.

En esta ocasión esta intervención tuvo lugar este pasado martes a unas tres millas del Castillo de Sancti Petri. Fue en torno a las ocho de la mañana cuando se alertó de la presencia de una embarcación sospechosa. Y hasta la zona se dirigieron efectivos del Servicio Marítimo quienes a su llegada vieron efectivamente una lancha, una panelable, que estaba teniendo problemas de navegación debido a la mala mar.

Según fuentes consultadas, a bordo viajaban tres hombres, todos ellos de origen marroquí, que fueron auxiliados y retenidos como presuntos infractores por acumular y transportar decenas de garrafas de gasolina sin las medidas ni los permisos preceptivos. Todos han sido propuestos para sanción administrativa.

Esta intervención vuelve a demostrar que la costa de Chiclana y San Fernando, con el paso también de sus esteros y caños, está siendo cada vez más utilizada por estos infractores (conocidos en el argot como 'petaqueros') para intentar colar los víveres que necesitan los narcos. Tanto las garrafas, como el facilitarles el cambio de la tripulación si es necesario, llevarles un mecánico si la 'goma' o los motores sufren algún problema, o aprovisionarlos de comida, ropa y aparatos electrónicos y baterías.

Los avisos del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) y las detecciones de embarcaciones sospechosas del Servicio Marítimo y de las patrullas de tierra y aire de la Guardia Civil están siendo persistentes. Tanto de día como de noche.

Este 'modus' de mantener las grandes 'gomas' alejadas de la costa hasta el momento justo de alijar, ha tomado más fuerza en los últimos tiempos desde que el Gobierno lanzó el decreto que prohíbe el uso de estas lanchas, lo que les obliga a tener mucho más cuidado si no quieren que se las intervengan. Ya no es solo ser apresado y perder la mercancía, sino también quedarse sin estas embarcaciones y sus valiosos motores que cuestan varios cientos de miles de euros.

Pero además el problema añadido de la carga y el transporte de petacas es, como advierten algunas fuentes, la peligrosidad y el riesgo que entraña tanto para la ciudadanía como para el medio ambiente, como en este caso si caen al mar.

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