INDUSTRIA

La industria auxiliar gaditana teme que Navantia fiche a sus trabajadores mejor formados

La patronal insiste en convocar una Mesa de Trabajo para definir la contratación de los 735 trabajadores que demandan los astilleros

Trabajos de soldadura en el astillero de Puerto Real ANTONIO VÁZQUEZ

JAVIER RODRÍGUEZ

CÁDIZ

Preocupación en la patronal del Metal de Cádiz con la oferta de empleo en Navantia, anunciada hace dos semanas en San Fernando por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. El Gobierno de la Nación asegura que los astilleros públicos necesitarán en los próximos tres años 1.500 trabajadores, de los que 735 corresponden a las tres plantas de la Bahía de Cádiz. El Gobierno estima que este nuevo contingente es clave para poder afrontar la nueva carga de trabajo que asumirá Navantia, una vez que empiecen a cristalizar los contratos y los acuerdos internacionales que la constructora naval tiene en cartera .

Este anuncio, a pesar de que es una noticia muy positiva para el mercado laboral de Cádiz, ha levantado cierto recelo entre las subcontratas navales. La patronal del Metal se pregunta ¿dónde buscará Navantia esa mano de obra que demanda? La falta de formación y la premura de tiempo por tener una plantilla preparada lo antes posible hace temer a los empresarios del sector que los astilleros busquen esa mano de obra en sus empresas.

La oferta laboral de Navantia resulta muy golosa para los trabajadores de la industria auxiliar, ya que el acceso implica directamente la consideración de funcionario y un salario fijo y garantizado a pesar de los vaivenes de la carga de trabajo. Esta situación no es nueva. Navantia ya fichó a personal formado de la industria auxiliar durante la construcción de los cuatro petroleros Suezmax que se hicieron en Puerto Real entre 2015 y 2019 por encargo del grupo vasco Ibaizabal.

Trasvase de personal

Este fichaje de trabajadores en el caladero de la industria auxiliar no sentó nada bien a la Federación de Empresarios del Metal (Femca), que comprobó como las plantillas menguaban en favor de Navantia. Precisamente, desde la Femca se advierte que maniobras de este tipo por parte de la empresa pública lo único que provocan es la «descapitalización» de la industria auxiliar y no ayuda a resolver un problema de fondo como es la falta de formación y cualificación de nuevos empleados del Metal.

La patronal calcula que la actividad industrial que se avecina gracias al empuje de las empresas tractoras (Dragados, Airbus y Navantia) podría generar más de 7.000 empleos en los próximos cinco años. Navantia ya ha dado el primer dato, aunque el Gobierno y la empresa no han concretado si son de nueva creación o, por el contrario, será mano de obra que sirva para cubrir jubilaciones y bajas.

La provincia se enfrenta a un problema añadido que debe resolver antes de que los contratos anunciados sean una realidad tangible. Se trata de la formación de su mano de obra. La patronal admite sin tapujos que no hay personal en Cádiz para afrontar los nuevos retos que se vienen encima y no se descarta, por tanto, acudir a otras zonas del país a reclutar trabajadores especializados. Navantia lo tiene más fácil ya que solo tiene que acudir al caladero privado más cercano, es decir, a la industria auxiliar de Cádiz, para cubrir sus necesidades.

De hecho, la Formación Profesional ya no suscita interés entre los más jóvenes, que optan por la Universidad. Fuentes de la patronal gaditana reclaman de nuevo un plan estratégico de formación para corregir una carencia estructural que arrastra el mercado laboral de la provincia. Los empresarios de la industria auxiliar lamentan que los jóvenes no vean al sector del Metal como una vía laboral con futuro. Es evidente que la carga de trabajo que llegará a Cádiz a partir de mediados de 2023 puede ser una de las alternativas más seguras para corregir el desempleo juvenil. La patronal reconoce que nos encontramos ante una «estabilidad histórica del empleo en Cádiz», pero es vital que los agentes sociales y las administraciones se sienten para «diseñar planes de formación específica que contribuyan a cubrir las plazas que surgirán con la nueva carga de trabajo».

El sector del Metal demandará en los próximos meses soldadores especializados, tuberos, electricistas, gruistas, y caldereros, entre otros oficios. Es evidente que nos encontramos ante un nuevo ciclo industrial en la Bahía de Cádiz. Para entender este cambio de tendencia es conveniente repasar los nuevos contratos que las grandes empresas del sector acaban de anunciar para desarrollar en los próximos años. Ante esta situación, los empresarios piden a la dirección de Navantia una mesa de trabajo para organizar la mano de obra que se necesitará en los próximos años.

Los astilleros gaditanos están pendientes de la construcción de dos barcos hidrográficos y de uno oceánico para la Armada española, también del inicio de la obra del BAM-IS de apoyo a submarinos, y del encargo eólico de Ocean Winds, para construir dos cimentaciones tipo jacket y pilotes asociados para las subestaciones de dos parques eólicos marinos en Francia. Estas obras se llevarán a cabo en Puerto Real. El astillero de Puerto Real también es el elegido para participar junto a otro astillero inglés en la construcción de tres buques logísticos para la Royal Navy.

Mientras, el astillero de San Fernando tiene garantizado su futuro con el reciente acuerdo suscrito con Arabia Saudí para la construcción de cinco nuevos barcos militares. La planta isleña es también la elegida para sacar adelante la obra del patrullero encargado por la Marina marroquí y está pendiente también de la negociación con Angola para construir 6 patrulleros y reformar otros dos.

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