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Ignacio Moreno Bustamante: «Los datos del paro son malos, y eso que son cifras maquilladas»
«Cuando hablamos de desempleo no debemos quedarnos simplemente en el dato, tan frío como volátil, que se nos olvida según lo leemos en la prensa o lo vemos por televisión»
Nuevo aumento del paro en Cádiz a costa de la hostelería
Más de 1.900 personas ingresaron en las listas del paro en la provincia durante el pasado mes de octubre. Una cifra lógica si se tiene en cuenta que ya acabaron las contrataciones de verano en el sector turístico, como saben, vital para nosotros. A día de hoy, en Cádiz hay un total de 123.219 desempleados. 123.219 problemas familiares, en muchos casos dramas, con una historia detrás.
Cuando hablamos de desempleo no debemos quedarnos simplemente en el dato, tan frío como volátil, que se nos olvida según lo leemos en la prensa o lo vemos por televisión. Entre otras cosas, porque esos datos están maquillados por el Gobierno. Un ejemplo muy claro y muy propio de esta época. Cualquier trabajador de un hotel de la provincia de Cádiz que cerró sus puertas el pasado 31 de octubre hasta, digamos, el próximo mes de abril. Está cobrando el paro y está en búsqueda activa de trabajo. Sin embargo, no cuenta como parado, porque tiene un contrato en vigor, pero a partir de abril. Lo que se denomina fijo-discontinuo. Antes, ese trabajador computaba como un parado más durante esos cinco o seis meses en los que no trabajaba y ahora no. ¿Para qué? Pues sencillamente para que las cifras parezcan mejores. Por un interés político y electoralista. Como absolutamente todo lo que hace este Gobierno.
Por eso digo que no debemos quedarnos en el dato puro y duro. Debemos preguntarnos qué debemos hacer para que esos miles de jóvenes parados, o esos mayores de 45 años, encuentren empleo. Qué podemos hacer más allá de falsear los datos, de hacernos trampas al solitario. Y también debemos hacer hincapié en los que sí trabajan, pero que lo hacen en unas condiciones lamentables. La calidad del empleo es cada vez peor, y se da la circunstancia de que hay muchísimas personas que, pese a tener una nómina, están en el umbral de la pobreza porque sus ingresos son manifiestamente insuficientes. Ahí es dónde deben hacer hincapié los dirigentes públicos que tiene la capacidad, por ejemplo, de reducir impuestos a las empresas para facilitar la contratación. Ejemplo clarísimo, el ministerio de Hacienda que dirige la andaluza Marías Jesús Montero. No centrarse sólo en su afán recaudatorio que no es más que pan para hoy y hambre para mañana.
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