PLAN DE AHORRO ENERGÉTICO
La hostelería gaditana se rebela contra el decreto del Gobierno por sus contradicciones
PROVINCIA
Los hosteleros aseguran que las medidas impuestas son contrarias a las de prevención del covid
El decreto que recoge el paquete de medidas del plan de ahorro energético impulsado por el Gobierno de España entrará en vigor en la medianoche de este martes, siendo de aplicación obligatoria desde la primera hora del miércoles.
Entre las disposiciones que los negocios tendrán que llevar a cabo se encuentra la de poner el aire acondicionado a una temperatura mínima de 27 grados, cantidad que se reduce a 25 en espacios de trabajo ligero como son los de hostelería.
Además, tendrán que tener instalados, antes del 30 de septiembre, sistemas de apertura y cierre automático de puertas para preservar la temperatura. Esta medida está generando polémica por las implicaciones que supone, entre ellas tener que realizar la adecuación de esos elementos en plena temporada alta.
Sin embargo, tal y como expresa el presidente de Horeca Cádiz, Antonio de María, existe sensación de incongruencia en este punto: «El cierre automático de las puertas no es correcto porque la Junta de Andalucía viene diciendo que hay que tener aireados y ventilados los locales, entonces se nos está diciendo ahora lo contrario».
«Al entrar en contradicción, ya ha dicho al ministra que lo que vale es lo laboral, en este caso la normativa que atañe a la salud, que está por encima del decreto económico. Así que entendemos que obligación de cerrar las puertas no hay. Al revés, habrá que mantener las puertas y las ventanas abiertas para ventilar».
Respecto a la temperatura del interior de los locales, el representante hostelero está satisfecho: «Creo que los 25 grados que nos marcan finalmente es algo más razonable que los 27 del principio». Los bares y restaurantes están obligados a mostrar en pantallas o carteles que en dichos establecimientos se cumplen con las medidas de ahorro.
Otra de las medidas, la de apagar los escaparates a las 22.00, escapa a este sector y se circunscribe en los locales comerciales y a los edificios públicos que en ese momento estén ya cerrados.
Aplicación en el sector hotelero
Pepa Díaz, del Hotel Las Cortes, explica que en el plano del ahorro energético, en su establecimiento revisan los consumos desde hace mucho tiempo: «Controlamos tanto el agua, como la luz, la calefacción o el aire acondicionado. No hace falta que venga el presidente a decirnos nada».
«Lo que no me parece bien es la oscuridad por la noche, por la inseguridad. Más allá del alumbrado público, los escaparates dan visibilidad, luz y alegría. Como tenemos muy poca vigilancia, la falta de luz no ayuda», afirma.
Díaz ve acertada algunas medidas como la de limitar el aire acondicionado, que en caso de los hoteles tiene el tope máximo de 25 grados únicamente en las zonas comunes: «Eso ya lo venimos haciendo nosotros desde hace muchos días».