TRIBUTOS
Granada, Huelva y Cádiz tienen el impuesto de vehículos más alto de Andalucía
En la provincia se llevan la palma Sanlúcar, El Puerto y Chiclana con las cuotas más elevadas
Este impuesto genera a las arcas de los ayuntamientos españoles una recaudación cercana a los 4.000 millones de euros
El impuesto de vehículos que pagan los gaditanos al año por circular por la capital es el tercero más alto de Andalucía. A Cádiz la supera Granada y Huelva. Por debajo se encuentran Málaga, Almería, Sevilla, Córdoba y Jaén. Las ordenanzas fiscales del consistorio gaditano marcan una cuantía que va desde los 24,90 euros hasta los 220,90 euros en función de los caballos fiscales del coche. No obstante, en la provincia hay tres ayuntamientos que se llevan la palma en este sentido: Sanlúcar, El Puerto y Chiclana. Los tres tienen el impuesto más alto con una cuota que va desde los 25,24 euros a los 224,08 euros. La Asociación de Automovilistas Europeos ha hecho un estudio sobre la fiscalidad del motor en las principales capitales del país y destaca el afán recaudatorio que existe entre las administraciones locales con este tipo de impuesto.
Un automovilista donostiarra paga un 49% más por el impuesto municipal de su automóvil que uno de Madrid, o un 158% más que uno domiciliado en Tenerife. Pero si se compara con un automovilista empadronado en alguno de los 25 «paraísos fiscales» que existen en España las diferencias pueden alcanzar hasta un 900%. Esta es una de las conclusiones a la que ha llegado el estudio realizado por esta de defensa del conductor que, un año más, analiza las grandes diferencias de fiscalidad que existen en los municipios españoles respecto del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) y la existencia de auténticos «paraísos fiscales».
Este impuesto, creado en España hace treinta y cuatro años en sustitución del impuesto de circulación de vehículos, genera unos ingresos anuales de 3.900 millones de euros a las haciendas locales.
El impuesto se paga en función de la potencia fiscal del vehículo, en el caso de turismos; en función de la cilindrada, en el caso de las motos; y el peso y número de asientos, en el caso de los camiones y autobuses, respectivamente, de acuerdo con una tarifa mínima establecida para todo el territorio nacional, a excepción de los territorios históricos del País Vasco y Navarra.
Sin embargo, la ley permite a los ayuntamientos incrementar discrecionalmente dichas cuotas, pudiendo llegar a cobrar hasta el doble de la tarifa mínima, situación que ocurre en 12 de las 52 capitales de provincia españolas, según recoge el informe de AEA. También la ley permite aplicar bonificaciones de hasta el 75 por ciento en función del carburante y las características de los motores, e incluso exonerar del pago del impuesto en el caso de los vehículos históricos y de más de 25 años.
Así, por ejemplo, un vehículo tipo medio, de 11,99 caballos de potencia fiscal -señala AEA en su informe- paga en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife 34,08 euros; en Madrid 59 euros, en Barcelona 68,16 euros, y en San Sebastián 87,93. Es decir, un 158% más caro en San Sebastián que en Tenerife.
Entre los ayuntamientos españoles más caros, además de San Sebastián, AEA cita en su informe los de Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Tarragona, Barcelona, Lleida, Palma, Ciudad Real, Valladolid, Huelva y Granada.
Por el contrario, entre las capitales que podrían considerarse un «paraíso fiscal» estarían Santa Cruz de Tenerife, Melilla, Ceuta, Zamora, Cáceres, Palencia, Jaén, y Badajoz.
Respecto de las motocicletas las diferencias también son notables. Una motocicleta de 600 centímetros cúbicos paga en Melilla 15,15 euros. Sin embargo, en San Sebastián este mismo vehículo paga 79,32 euros. ¡Un 423% más caro!
Pero según el informe de AEA las diferencias de tarifas no sólo se producen entre las capitales de provincia de distintas comunidades autónomas sino también entre ayuntamientos de una misma provincia. Así, por ejemplo, la tarifa que cobra el municipio serrano de Colmenar de Arroyo o Robledo de Chavela, en la Comunidad de Madrid, es siete veces más barata que la que se cobra en Madrid capital; o dentro de Cataluña, la que cobra el municipio de Rajadell o Aguilar de Segarra es ocho veces inferior a lo que se cobra en Barcelona.
Este hecho ha motivado el que numerosas empresas de alquiler y de renting hayan concentrado la matriculación de sus flotas en pequeños municipios en los que han abierto sucursales por su favorable tratamiento fiscal.
Tal es el caso de ocho municipios españoles (Colmenar de Arroyo, Robledo de Chavela, Venturada, Moralzarzal, Navacerrada, Las Rozas de Puerto Real y Patones, en Madrid; y Tejeda, en Las Palmas) -con una población de entre 500 y 14.000 habitantes- en los que se matriculan el 40% del total de coches de empresa de toda España por su privilegiado tratamiento fiscal. Es decir, 183.604 turismos sobre un total nacional de 461.257 unidades.
Ver comentarios