DEFENSA

El Gobierno ultima en la Base de Rota el plan para repatriar a españoles en Líbano

El ministro de Exteriores confirma que tiene «todo listo» para poner en marcha este dispositivo naval de evacuación civil

Fuerzas militares de España se encuentran desplegadas en la frontera con Israel bajo el amparo de la ONU

Miembros del contingente militar español desplegado en Líbano LA VOZ

JAVIER RODRÍGUEZ

CÁDIZ

El conflicto que mantiene Israel con Palestina desde octubre del año pasado se ha extendido al Líbano, donde el ejército hebreo trata de acabar con el partido-milicia chií Hizbulá, responsable, junto con Hamas en Palestina, de actos terroristas. En la línea fronteriza entre Israel y el Líbano se encuentran desplegados unos 650 cascos azules españoles ubicados en la base militar Miguel de Cervantes. Desde el Gobierno español se ha transmitido tranquilidad después del último ataque de Israel, que dejó más de 274 muertos y un millar de heridos.

Israel y el partido-milicia chií Hizbulá se encuentran inmersos en una espiral de enfrentamientos recrudecidos tras el ataque a los buscapersonas y 'walkie-talkies' de los miembros de esa agrupación. El intercambio de ataques entre ambos aumentó después de la ofensiva de Israel sobre Palestina, el 7 de octubre de 2023.

Mientras, más de 650 militares españoles desplegados con la FINUL se dedican a patrullar el sur de Líbano en la denominada 'línea azul', en la frontera entre ambos países, para vigilar el cese de hostilidades entre las partes.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ratifica que ya tiene preparado un plan de evacuación de civiles españoles en Líbano del que no ha ofrecido más detalles, pero que garantiza que se pondrá en marcha en cuanto se considere necesario en función de la evolución de los acontecimientos. El ministro Albares ha confirmado que el dispositivo está preparado para evacuar a los alrededor de 1.000 españoles que residen en el país.

Así lo explicó el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en una entrevista en el programa La Noche en 24 horas, en la que también anunció una primera partida de ayuda para Líbano de un millón de euros a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Albares aseguró que el Gobierno tiene «todo listo» para proceder a la evacuación de los civiles, si bien la decisión le corresponde a Naciones Unidas. Sin embargo, la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL) no contempla por ahora la salida de su contingente militar, en el que hay unos 650 españoles, pero cuenta con planes para ello en caso de que la situación en el sur de Líbano, donde está desplegada.

Situación «muy preocupante»

La situación en Líbano es considerada por el Ministerio de «muy preocupante» porque evidencia que la escalada de la que se estaba alertando en Oriente Medio ya ha llegado y nada indica que se vaya a parar. Ante esa situación tan grave y de alarma insistieron en que España tiene preparado un plan de evacuación que recalcan que no está en marcha y que sólo se activará cuando se considere necesario. España ya activó en su momento planes de evacuación en otros lugares como Ucrania, Sudán, Níger o Gaza.

A la espera de que pueda ponerse en marcha, Exteriores vuelve a desaconsejar viajar a Líbano en cualquier circunstancia y a pedir a los españoles que residen allí, de forma especial los que están de tránsito por turismo o trabajo, que abandonen el país en vuelos comerciales que aún funcionan.

No se descarta, por tanto, el envío de buques españoles para facilitar la repatriación de civiles y la posible retirada de una parte de los efectivos de la ONU. Este contingente de evacuación, según ha podido saber LA VOZ, se está organizando en la Base Naval de Rota, aunque no ha trascendido detalle alguno sobre el tipo de barcos que se podrían desplegar en la zona.

En la frontera entre Israel y Líbano, uno de los puntos más calientes del mundo, y ahora en máxima tensión por el recrudecimiento del conflicto, España ocupa un papel fundamental para preservar la paz. Nuestro país está al mando de buena parte del contingente de los cascos azules de Naciones Unidas para mantener la seguridad en la volátil Línea Azul, que marca el límite entre ambos países, y que estos días está siendo atravesada por cientos de misiles de un lado y del otro.

Amplia presencia española

Con alrededor de 650 soldados, la misión 'Libre Hidalgo' es la más numerosa de nuestro país en el exterior, según datos del Ministerio de Defensa. También es la más antigua, ya que está desplegada aquí desde 2006, tras la última guerra entre Israel y Líbano. España ostenta el mando del sector Este, uno de los dos en los que se divide la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), presente desde 1978, y encargada de controlar la frontera junto al Ejército libanés.

El grueso de las tropas españolas se encuentran en la base 'Miguel de Cervantes', cerca de la localidad de Marjayún, y donde está el Cuartel General del sector Este, aunque también hay tropas en el Cuartel General de Naqoura, en el Oeste, y que recae bajo liderazgo italiano. España se encarga también del gabinete médico de la base, en el que atiende a los 3.500 militares destinados allí, sobre todo indonesios, indios y nepalíes.

Desde mayo, es la Brigada Aragón y su general, el gaditano Guillermo Pablo García del Barrio, la que se ocupa de este sector. «La prioridad de esta misión es la seguridad de nuestros soldados en el desarrollo de sus cometidos».

España ocupa el séptimo lugar por aportación de tropas, mientras que los mayores contingentes a FINUL los aporta Indonesia, con 1.234 soldados; India, con 895; Ghana, con 875, y Nepal, con 874. Desde que la fuerza de paz de la ONU se desplegó en 1978 en el país, tras la primera guerra entre Israel y Líbano, han muerto 334 personas. El parte de bajas de españoles se eleva a 15, seis de ellos muertos en un atentado con coche bomba en 2007.

Aunque la misión de la ONU comenzó en 1978, la guerra de 2006, en la que murieron 1.200 libaneses y 165 israelíes, le dio un nuevo protagonismo y nuevas encomiendas a la fuerza de paz.

 

El recrudecimiento de los ataques israelíes ha puesto en situación de alerta a los 650 soldados que se encuentran en la Base Miguel de Cervantes

 

 

Entonces, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas encomendó a FINUL hacer cumplir la Resolución 1.701, que había establecido un alto el fuego entre Hizbulá e Israel bajo las condiciones, aceptadas por ambos bandos, del desarme de la milicia y de que Israel se retirara del sur del Líbano, área que pasaría a estar controlada por la misión de la ONU junto al Ejército libanés.

Para cumplir esta misión los militares españoles realizan patrullas a pie y en vehículo para vigilar permanentemente la Línea Azul. También establecen observatorios y realizan otras actividades en colaboración con las Fuerzas Armadas Libanesas.

 

Las tropas españolas en la zona de conflicto vigilan la frontera desde 2006

 

 

También aumentó el número de efectivos desplegados, que pasó de 2.000 a 15.000, aunque desde 2012, ante una situación más calmada en la zona, los números han ido descendiendo de nuevo. Por parte de España llegó a haber 1.100 efectivos, que se han reducido hasta estar entre los 600 y los 700 en los últimos años. La decisión de enviar a más de un millar de militares contó en 2006 con el apoyo unánime del Congreso, en una sesión en la que resonaba con fuerza la participación española en Irak.

El entonces líder del PP y de la oposición, Mariano Rajoy, comparaba ambos casos, mientras que el entonces presidente, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, lo rechazaba y aseguraba que era «justo lo contrario». En total, España ha desplegado hasta la fecha más de 25.000 militares.

Tras la escalada de los dos últimos días, con el ataque israelí más mortífero en décadas, los militares han reforzado la seguridad. Se mantienen dentro de la base Miguel de Cervantes, han suspendido las patrullas y se desplazan a los búnkeres en caso de bombardeos, según ha informado la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien ha recalcado que todos ellos se encuentra bien y no hay heridos. «Están tomando todas las medidas de seguridad», aseguró el pasado lunes la ministra, quien recalcó que la moral entre los militares es «muy alta», como siempre le trasmiten los mandos del contingente.

El pasado martes, la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, trasladó un mensaje de «tranquilidad» a los familiares de los soldados. En enero, el general Aroldo Lázaro ya definía la situación como «tensa, volátil» y «peligrosa», en una entrevista con TVE, y desde entonces no ha hecho más que empeorar. Aseguraba que buscaban un equilibrio entre el «cumplimiento de la misión y la seguridad de nuestras tropas», y recordaba, en unas palabras que adquieren ahora más relevancia si cabe, que «la solución a lo que está ocurriendo no es militar», sino que «va por la vía política, por la vía diplomática».

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