Día Internacional del Pueblo Gitano
«Ser gitano es un orgullo»
Manolo y Loli viven en Cádiz desde hace más de cincuenta años y afirman no haberse sentido discriminados por su etnia
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Manolo y Loli viven en Cádiz desde hace más de cincuenta años. Naturales de Alcalá de los Gazules se marcharon siendo pequeños a la capital gaditana para labrarse un futuro. «Yo me vine aquí con nueve años, me viene antes que Manolo, y ya llevamos aquí toda la vida». Manolo trabajó toda la vida en el campo, Loli ha sido empleada en centros médicos como Vargas Ponce y San Rafael. Tienen cinco hijos, Enrique, Jesús, Luciano 'Luci', Verónica y Cristina, y siete nietos.
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Su vida es sencilla. «A las cinco de la mañana suena el reloj del móvil de mi mujer y sacamos el pan y desayunamos». A las seis de la mañana «bajamos y le ponemos la terraza a los niños». Su hijo 'Luci' ostenta un bar, el 'Rincón de los Monje' en frente de la Casa de Iberoamérica. «Cuando ellos llegan solo tienen que despachar, y esta es la vida nuestra». Manolo se sube a su casa, viven justo arriba «y si mi mujer me dice que necesita algo yo la ayudo, le frío los tomate, lo que sea, yo soy más feliz que Dios en mi casa». En su casa Loli hace de todo, «mi nieta me dice que quiere habichuelas, garbanzos y lentejas y se las hago al día siguiente».
Para Loli y Manolo «ser gitano es un orgullo», al igual que «para un payo también será un orgullo ser un payo». «Aquí todos somos hijos de un hombre y una mujer, de diferente etnia, pero no somos ni más ni menos». Al igual que «los homosexuales tienen su orgullo, nosotros también lo tenemos».
«A mí que me digan gitano no me enfada», afirma Manolo, pero «si me lo dicen con retintín, la cosa cambia». «Esto es como si alguien te dice de broma que eres un cabrón, no te vas a enfadar, pero si te lo dice con retintín, ahí te enfadas». Para Loli «hay palabras que duelen, porque hay formas y formas de llamar a alguien. Si a nosotros alguien nos llama gitano con malas ideas, esa persona lo lleva claro».
A Manolo, Loli y a su familia «nunca nos han insultado por ser gitano, nosotros aquí tenemos muy buenos amigos y nunca nos han dicho nada». «Hay que tener educación siempre».
Manolo no sabe «si los gitanos estamos mal vistos, pero aquí en Cádiz te digo yo que no, en Sevilla te diría que tampoco pero en lugares como Barcelona, Madrid, Pamplona... piensan peor de nosotros, el motivo no lo sé, porque al final somos una persona que ha nacido de un hombre y de una mujer, y a lo mejor yo estoy hablando con un payo y tengo más educación que él».
Esta familia «no tratamos diferente a nadie por ser payo o gitano». «Yo a todos mis amigos los trato igual», afirma Manolo, pero «no sé si un payo tendrá el mismo pensamiento, porque a ese hombre que está ahí (hace referencia a un amigo que está en el bar de su hijo), pero no sé si él me aprecia a mí al 100%, no puedo saber lo que piensa de mí porque no estoy dentro de él».
