Fuerte división sindical en Navantia ante la nueva oferta de convenio que lanza la compañía

Divide y vencerás. La negociación del nuevo convenio de Navania se enquista. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (Csif) muestra su disconformidad con el preacuerdo que ofrece la Dirección de Navantia sobre el futuro convenio colectivo porque reduce algunos derechos y deja libres puntos básicos por negociar. Sin embargo, este rechazo no es unánime en el seno del comité intercentros de la compañía, ya que UGT y CC oo están a favor. Las discrepancias incluso llegan al punto territorial, ya que los representantes de los trabajadores de Cartagena también han mostrado su rechazo.

Es más, Csif, que lidera la mesa, juzga que este preacuerdo hipoteca el futuro y no homogeneiza las condiciones de toda la plantilla. Para Csif, Navantia debe ajustar los salarios de toda la plantilla a las categorías profesionales que desempeñan. Algo que actualmente no sucede porque no están definidos todos los puestos. Por este motivo, Csif demanda una reclasificación de acuerdo con la responsabilidad de cada puesto y con un cargo distinto al 0,7% de la masa salarial.

También la Central Sindical demanda la extensión del plus de turno de reparaciones para los técnicos superiores en otras actividades de la empresa así como la incorporación de la «fuerza mayor» para las horas extraordinarias y la aplicación del plus de distancia.

Csif considera que hay aspectos en los que se pierde respecto al actual Convenio porque aún no existe una propuesta objetiva y transparente como las medidas para recuperar poder adquisitivo, para las salidas anticipadas y parciales, y para la reducción de jornada.

Csif no firmará el preacuerdo si no se resuelven las posibles irregularidades detectadas por el sindicato. En definitiva, el II Convenio Colectivo debe incluir un articulado claro, que no deje lugar a interpretaciones y no puedan quedar artículos a desarrollar y susceptibles de ser interpretados unilateralmente.

Cabe recordar que las negociación del nuevo marco laboral de los astilleros públicos españoles lleva un año de tiras y aflojas. De hecho, en los dos últimos meses la plantilla de la Bahía de Cádiz ha protagonizado concentraciones y parones de forma intermitente.