PESCA
El final del acuerdo de pesca con Marruecos deja a la flota de Cádiz en un abismo
Los pescadores se concentran en la lonja de Barbate en demanda de ayudas públicas para combatir la ruina
Los barcos dejan de pescar desde este lunes en los caladeros marroquíes y solo pueden echar redes en el Golfo de Cádiz
Reconocen que el calibre de las sardinas, jureles, boquerones y caballas es mejor que el de las costas españolas
El sector pesquero de Cádiz se ha concentrado este lunes en la lonja de Barbate en demanda de soluciones al futuro tan negro que se les avecina. Los pescadores reclaman ayudas públicas para combatir las nuevas directrices que impone Bruselas y, sobre todo, para amortiguar los efectos que supone para el Golfo de Cádiz la no renovación del acuerdo de pesca con Marruecos. Precisamente, este lunes 17 de julio ha sido el último día en que la flota española ha faenado en los caladeros del país vecino. A partir de ahora las sardinas, los boquerones, los jureles y las caballas que lleguen a nuestros mercados serán de aguas españolas, un calibre menos exquisito y con menos salida comercial que las especies que se pescan en las aguas de Marruecos
El presidente de los armadores de Barbate, Tomás Pacheco, destaca que la situación es «ruinosa». El Gobierno de España no puede negociar un nuevo acuerdo de pesca con Marruecos hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Europa se pronuncie oficialmente sobre el Sáhara Occidental y sus aguas. Europa no acepta que Marruecos gestione unas aguas que no son de su competencia. Esta situación deja de momento a más de 300 familias de Barbate en fuera de juego. Esta localidad cuenta con 15 barcos de cerco que pescan en aguas de Marruecos, mientras que Cádiz suma 40 licencias de palangre correspondiente a flotas de Conil, Barbate y Algeciras para pescar en aguas del país vecino.
El gobierno de Europa no tiene intención de mantener este acuerdo debido al conflicto generado con las aguas del Sáhara Occidental. De hecho, la justicia europea mantiene en el aire este acuerdo por incluir aguas del Sáhara que, según Europa, no son de jurisdicción marroquí. El ministro de Agricultura y Pesca español, Luis Planas, confirmó hace días que el acuerdo no se renovaría. Cabe recordar que en 2021, el Tribunal de Justicia de la UE falló a favor del Frente Polisario, que reivindica la independencia del Sáhara Occidental, que argumentó que el acuerdo -que incluye las aguas de la excolonia española- con Marruecos fue aprobado sin el consentimiento del pueblo saharaui. El Consejo Europeo puso en marcha una apelación contra esta decisión el 16 de diciembre de 2021, que aún se tiene que decidir.
El presidente de los armadores del puerto de Barbate, Tomás Pacheco, insiste en que estamos ante una «situación muy grave» y delicada para el sector pesquero de Cádiz. En su opinión, el acuerdo con Marruecos es histórico y los pescadores españoles tienen una serie de derechos adquiridos que no se pueden borrar de un plumazo. En este sentido, destaca que la entrada en vigor del último acuerdo con Marruecos, firmado en junio de 2019, obligó a muchos armadores a invertir en la mejora de las flotas. Algunos de ellos, asegura, gastaron más de 60.000 euros en la renovación y puesta a punto de las embarcaciones para pescar en los caladeros magrebíes. Insiste en que no se puede renunciar ahora a un acuerdo de esta envergadura y dejar tirados a los pescadores gaditanos. Por ello el sector reclama ayudas públicas para paliar las pérdidas.
Un acuerdo histórico
La Unión Europea y Marruecos renovaron el acuerdo de pesca en 2019 para que 128 barcos europeos pudieran faenar en sus costas a cambio de 52 millones de euros por año. De ellos, 92 barcos son españoles y la mayoría faenan en el caladero de Cádiz con 47 buques. El resto se reparten en Conil, Barbate, Tarifa y Algeciras con unos 500 tripulantes dedicados a la sardina, corvina, atún o palometa.
Todo empezó a principios de 2022 cuando Pedro Sánchez concedió por carta a Mohamed VI que el país reconocía el plan de autonomía del gobierno marroquí sobre el territorio saharaui. Un volantazo diplomático que ejecutó sin consultar con nadie y que aún está por explicar.
El problema España-Marruecos viene del eterno conflicto del Sáhara Occidental, un territorio al sur de Marruecos que reclama su independencia desde hace décadas y del que España siempre se mantuvo al margen. La postura de Pedro Sánchez en favor de Marruecos y de sus pretensiones con el Sáhara Occidental puso en alerta a Argelia. Su presidente Abadelmayid Tebún cargó contra el Gobierno y calificó la mediada española de «paso en falso» y «acto hostil». Esto supuso que las relaciones se congelaran y Argelia redujera y encareciera el precio del gas que enviaba a España.
Marruecos se ha ido haciendo fuerte en el panorama europeo y ahora llega el momento de jugar sus cartas con la propia Unión Europea con algo de vital importancia para España, la pesca.
Pacheco señala al respecto que el sector pesquero gaditano cuenta con 22 licencias para faenar en Marruecos, aunque desde la pandemia solo las utilizan una docena de armadores. La subida del gasóil y el incremento de los costes de explotación de los barcos ha frenado la pesca en los caladeros marroquíes por parte de los armadores gaditanos, pero insisten desde las distintas cofradías que las aguas del país vecino siempre han sido una alternativa que no se pueden perder ahora por cuestiones políticas.
Un pescado de más calidad
¿Por qué es tan importante pescar en Marruecos? Los profesionales consultados por LA VOZ coinciden en señalar que el calibre del pescado en sus caladeros es de mayor tamaño que el que habita en el Golfo de Cádiz, lo que permite más negocio. La alternativa que resta ahora tras la no renovación del acuerdo es, precisamente, pescar en aguas españoles un pescado de menor calibre y, sobre todo, con más limitaciones para colocar en los mercados.
Alfonso Reyes ha liderado durante años la cofradía de pesca de Barbate y batalló en las vísperas de 2019 por hacer efectivo el acuerdo vigente con Marruecos. Reconoce que su desaparición es sinónimo de ruina para el sector. En su opinión, el sector está abocado a pedir ayudas públicas. Reyes, al margen de los problemas que pueda acarrear la desaparición del convenio marroquí incide también en la ausencia de un relevo generacional que recoja el testigo de la pesca en Cádiz. Los precios tan bajos que se pagan en origen y los altos costes de explotación han restado interés a los más jóvenes por seguir con una tradición familiar.
La perdida del acuerdo con Marruecos tiene además unos efectos colaterales para el sector pesquero gaditano.
La reducción de faena en alta mar implicará también una caída de la actividad en puertos y lonjas. Otro de los sectores afectados será el del palangre, tanto de fondo como de superficie. Este arte de pesca artesanal consiste en una línea única y principal ramificada con líneas de anzuelos conectadas a ella. Los barcos gaditanos adscritos a este arte pesquero cargan pez sable, voraz y pez espada, entre otros. Sus profesionales destacan a LA VOZ que la ruptura del acuerdo con marruecos también influye de manera negativa entre ellos, ya que los problemas se sucederán en el estrecho con la gendarmería marroquí.
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