POLÍTICA

La figura de Fran González gana enteros en el PSOE de Cádiz con la llegada de Montero a Andalucía

El actual delegado especial del Estado para la Zona Franca es una persona de máxima confianza para la nueva lideresa del socialismo andaluz

González aún no se ha postulado, pero ya se baraja que la vicepresidenta del Gobierno pueda impulsar su candidatura para presidir el PSOE provincial

María Jesús Montero y Fran González hace dos años en Cádiz A. V.

A. M. / J. R.

CÄDIZ

Fran González podría ser la figura tapada del PSOE de cara a la secretaría general de la provincia de Cádiz. Tras unos años más alejado de la primera línea del fragor político, volcado en su labor como delegado especial del Estado en la Zona Franca, la vuelta de María Jesús Montero a Andalucía podría hacer que volviera a la arena partidista.

El PSOE continúa, de esta forma, moviendo el avispero. El tibio liderazgo de Juan Espadas al frente del partido a nivel andaluz hacía presagiar en el seno de la formación que pocas o nulas eran las opciones de voltear el panorama regional en las próximas elecciones de 2026. Tras la hecatombe de 2022, en la que el Partido Popular logró por primera vez la mayoría absoluta en Andalucía, acudir a las urnas con la misma persona encabezando la papeleta socialista no convencía.

Pese a que el que exalcalde de Sevilla anunció que se presentaría a la reválida, el cambio de planes se escenificó en el Congreso Federal celebrado precisamente en Sevilla hace ahora casi dos meses, en el que Pedro Sánchez, ratificado como máxima figura nacional, rehusó dar su apoyo a Espadas. Teniendo en cuenta que él mismo lo nombró portavoz del PSOE en el Senado a finales de 2023, la ausencia de un guiño delataba que el mandato del sevillano tocaba a su fin.

Y el círculo se ha cerrado con el reciente paso a un lado de Juan Espadas que desembocó en María Jesús Montero como candidata a la secretaría general del PSOE-A. Aunque ha generado cierta sorpresa al ser una de las ministras con más peso y que ha acompañado a Sánchez a lo largo de su periplo en La Moncloa, era una de las posibilidades que estaba sobre la mesa, pues es una táctica habitual en Ferraz desde que el mandamás socialista es presidente del Gobierno. Abundantes son los precedentes de 'reciclaje' ministerial, como Reyes Maroto o Carolina Darias, que cedieron sus carteras para presentarse como candidatas a las alcaldías de Madrid o Las Palmas de Gran Canaria respectivamente, o Salvador Illa, actual presidente de la Generalitat de Cataluña. Los casos más recientes, junto al de Montero, son los de Pilar Alegría, que será quien dirija el partido en Aragón, o el de Óscar López, líder en Madrid tras la dimisión de Juan Lobato.

Asumida ya la llegada de Montero a Andalucía, con algo más de un año de margen para movilizar toda la artillería electoral, llega el momento de definir los liderazgos provinciales socialistas, para lo que habrá que convocar los respectivos congresos. Estos han de celebrarse antes del verano, pero la idea de la actual vicepresidenta primera del Gobierno es que tengan lugar lo antes posible, probablemente en abril, de cara a tener cerrados y estabilizados los organigramas antes de las futuras vacaciones. Según ha podido saber LA VOZ, todo apunta a que el congreso provincial, de donde saldrá el líder del PSOE de Cádiz, tendrá lugar en marzo, antes de Semana Santa. El objetivo es arrancar el segundo trimestre con una Ejecutiva provincial nueva.

Por tanto, el foco dentro del socialismo gaditano ya se centra en dilucidar quién será la persona que lidere el partido en la provincia. El secretario general Juan Carlos Ruiz Boix fue una de las primeras figuras en alzar la voz para pedir un relevo al frente del PSOE andaluz, entendiendo que el ciclo de Juan Espadas estaba ya caducado. Una vez conseguida esa permuta, el político campogibraltareño ahora ha de fajarse para mantenerse en el cargo que ostenta en la sede provincial de la gaditana plaza de San Antonio.

Bien sabido es que Ruiz Boix no concita el apoyo unánime del socialismo gaditano, motivo por el que, fructifiquen posteriormente o no, hay movimientos internos que buscan una posible alternativa. Su llegada a la secretaría general fue en detrimento de Irene García y tras ello no se ha conseguido un cierre de filas en torno al sanroqueño, existiendo aún un sector de 'irenistas' que abogan por un cambio.

De ese sentir se ha desprendido que Jaime Armario, uno de los hombres fuertes en la Diputación de Cádiz durante la presidencia de García, podría aglutinar el apoyo de esa parte descontenta con Ruiz Boix. Hay quienes apuntan que la propia Irene podría ser una opción si se considera que era una de las voces de confianza del ya exsecretario general Juan Espadas, siendo la vicepresidenta segunda del parlamento regional y pudiendo perder protagonismo en caso de que Montero opte por caras nuevas en clave andaluza. Está por ver, en este caso, que la sanluqueña esté dispuesta a deshacer el camino andado.

La tercera vía

Y ahora se abre una tercera vía con un nombre propio: Fran González. Quien fuera alcaldable en Cádiz, ahora liderando la Zona Franca, es una persona de la máxima confianza de María Jesús Montero, hecho este que podría ocasionar que la nueva dirigente socialista en Andalucía le animara a dar el paso de asumir las riendas del partido en la provincia.

No hay que olvidar que Ruiz Boix también es diputado nacional en el Congreso, por lo que está alineado en ese sentido con la actual ministra, pero no es descartable que Montero quiera optar por la renovación y buscar así nuevos aires en las secretarías provinciales, que en el caso de la de Cádiz no pasa por su mejor momento.

Aún escuece, por encima de todo, la pérdida de la Diputación, ahora en manos del PP. En el PSOE se es consciente de la importancia de esta institución para los gobiernos de los pequeños municipios y el haber cedido el gobierno ha supuesto un duro palo. Los populares fueron más votados en la provincia que los socialistas, algo inédito, pero ambos lograron 14 diputados, por lo que la gobernabilidad quedaba en manos de La Línea 100x100, que se decantó por la formación que preside Bruno García. Diversas fuentes socialistas achacan esa decisión de los linenses a la mala relación que el alcalde de San Roque mantiene con algunos de los dirigentes del partido de Juan Franco como Javier Vidal.

El carácter de González, más acostumbrado al institucionalismo en los últimos años, podría jugar a su favor a la hora de convencer a los afiliados, que acusan el desgaste del tono batallador de Ruiz Boix. Montero no rehúye tampoco el cuerpo a cuerpo, pero muchos consideran que a nivel provincial y local se precisa de un estilo algo más conciliador.

Dos cargos municipales del partido en la provincia critican la falta de democracia interna experimentada en los últimos años, dando por hecho que el mando de la secretaría general gaditana se decidirá desde Madrid. Razón esta por la que la opinión de Montero podría ser definitiva teniendo en cuenta que la ministra goza de la total confianza de Pedro Sánchez y del secretario de Organización, Santos Cerdán.

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