Eurípides, el narco muerto en la persecución de la Guardia Civil: de las collas de Barbate y con antecedentes

Una de las peores caras del narcotráfico volvían a mostrarse con total crudeza este viernes en las aguas de Cádiz. En torno a la una del mediodía y durante una persecución a una embarcación de recreo cargada de hachís, fallecía uno de sus tripulantes. Ocurría a las horas de que además se cumpla el primer aniversario de la muerte de dos agentes en Barbate cuando fueron arrollados por una narcolancha.

Según ha podido confirmar este periódico de fuentes de absoluta solvencia, el fallecido es Eurípides M. A., un barbateño de 39 años al que le constaban antecedentes por tráfico de drogas. El otro ocupante que resultó herido y que tuvo que ser trasladado a un centro médico es M. P., también 'conocido' en la zona. Se mantiene estable y no se teme por su vida. Se encuentra detenido.

El siniestro se producía a primera hora de la tarde cuando una patrullera del Servicio Marítimo de Cádiz con base en Algeciras detectaba a unas diez millas de Tarifa esta embarcación que llevaba varios fardos de hachís e iba tras ellos. Tras darles el alto, el barco no obedeció las señales de los agentes e intentó darse a la fuga. En él iban dos tripulantes que comenzaron a tirar al mar los paquetes de droga.

En estos casos esos fardos a menudo van sujetos entre sí y hacen el efecto de una cadena. Ello unido a las maniobras evasivas y a que, según algunas fuentes, en esos momentos pudieron soltar la caña de timón, provocó violentos giros del barco y la posible colisión. Aunque estos hechos, tal y como indica cualquier intervención de este tipo, serán investigados. Ninguno de los agentes resultó herido.

«No era la primera vez que llevaba una embarcación de esas», aseguran desde Barbate, de donde Eurípides era natural. Según estas mismas fuentes, el fallecido se 'movía' entre las collas que se dedican al contrabando y el tráfico de hachís en la localidad. De hecho había sido detenido ya en varias ocasiones, al igual que la gente que le solía acompañar. «No era un líder sino una de esas personas que son de confianza de otros jefes».

Su muerte ha generado cierta tensión. De momento, solo en redes sociales, donde en chats de gente vinculada al narcotráfico se están lanzando mensajes de 'vendetta'. Una circunstancia que también suele ocurrir cuando se dan episodios similares y que, normalmente, no llegan a más. «Hay que pasarles por encima», «hijos de puta», «no hay que tener piedad con los perros esos», son algunos de estos mensajes.