ENERGÍA
La eólica-marina regresa con fuerza a la costa de Cádiz una década después
El proyecto que pesa sobre el Mar de Alborán se suma al presentado en 2021 frente a las playas de Cádiz-Rota
Los ecologistas ven «inviable e imposible» la propuesta que afecta a la costa gaditana por su impacto visual y la servidumbre medioambiental
Los parques eólico-marinos planean de nuevo sobre la costa gaditana. La presentación esta misma semana del proyecto que abandera el consorcio empresarial Iber Blue Wind entre Málaga y Cádiz ha puesto de manifiesto el atractivo eólico que genera el Estrecho. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. En octubre del pasado año la sociedad Bahía de Plata Real State presentó a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz la documentación para abrir un parque eólico a 6 kilómetros de la playa de La Caleta y a 4 de la playa de La Costilla, en Rota. Ambos siguen su curso administrativo, pero el primero tiene más papeletas de salir adelante que el segundo.
No obstante, los proyectos eólico-marinos que se están gestando en nuestro país seguirán en el aire hasta que el Gobierno no apruebe los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) para que el sector sepa dónde instalar sus aerogeneradores. El portavoz de Ecologistas en Acción en Cádiz y uno de los especialistas en esta materia, Daniel López Marugán, ha añadido también que otra de las cuestiones que se debe resolver es el calendario de subastas y el marco regulatorio y retributivo, es decir, cuánto cobrará una empresa por cada megavatio hora eólico marino que produzca.
Mientras tanto, las empresas se están posicionando en el litoral español a la espera de que el Gobierno confirme el desarrollo de esta nueva energía en el mar. Pero no todos los proyectos tienen las mismas garantías de cuajar. Iberdrola, por ejemplo, movió ficha en febrero de 2021 situando a Cádiz entre sus prioridades para la eólica marina. Marugán ha destacado al respecto que el Atlántico, por sus vientos, es uno de los mejores emplazamientos, pero es también una de las peores opciones debido a la servidumbre medio ambiental que tiene el Golfo de Cádiz. Los proyectos eólico marinos chocan directamente con los caladeros de pesca, la migración de aves y el paisaje. En este sentido es más viable el Mediterráneo, pero con menos potencia de vientos.
Alegaciones
Ecologistas en Acción ha presentado una batería de alegaciones contra el proyecto eólico-marino que pesa sobre Cádiz y Rota, liderado pro Bahía de Plata Real State, que pretende plantar 18 molinos de viento y generar 164 Mw a poco más de seis kilómetros de la costa de Cádiz. Marugán avanza que este proyecto es «inviable e imposible» y las alegaciones presentadas van encaminadas hacia el daño que produciría en el ecosistema de pesca y aves. Tampoco sería inviable por su duro impacto visual.
Cádiz cuenta en su currículum con varios proyectos fallidos. En 2003 la compañía Energía Hidroeléctrica de Navarra (EHN) trató de albergar un parque eólico frente a las costas de Barbate, Conil y Vejer. Este proyecto se bautizó con el nombre de Mar de Trafalgar y preveía 276 molinos gigantes a unos 18 kilómetros del cabo de Trafalgar, entre Barbate y Conil. La inversión rondaba los 1.650 millones de euros. La presión popular, el rechazo de los almadraberos y la ausencia de un marco jurídico para su desarrollo dieron al traste con la inversión
Iberdrola y Acciona también lo intentaron en 2013 en la costa de Barbate mediante un consorcio junto con Capital Energy. Presentaron a la Administración un proyecto de 2.300 megavatios (MW) de energía verde y aspiraban a situar a Cádiz al frente de esta industria en Europa. En julio, el Gobierno de Rodríguez Zapatero aprobó el Real Decreto 1028/2007, que enumeró los procesos administrativos que debían superar los planes de complejos eólicos en el mar. En diciembre, publicó la Evaluación Ambiental Estratégica del Litoral para la Instalación de Parques Eólicos Marinos. El informe descartaba los aerogeneradores a menos de 8 kilómetros de la costa y clasificaba las zonas que reunían condiciones favorables para su explotación.
Al final, en 2013, los proyectos de parques eólicos marinos se quedaron en un cajón. España quedó fuera de la carrera europea por la eólica marina a causa del desinterés del Gobierno, la falta de una normativa para el sector, la oposición de los municipios y las dificultades técnicas que presenta la costa peninsular.
Ahora, el grupo IberBlue Wind, formado por la irlandesa Simply Blue Group, dedicada a la eólica-marina, y las españolas Proes Consultores, especializada en ingeniería, y FF New Energy Ventures, dedicada a la construcción, quieren promover un gran parque eólico marino en el Mar de Alborán, frente a las costas de Málaga y Cádiz, que contará con 55 aerogeneradores y ocupará una superficie de 310 kilómetros cuadrados, algo más que el término municipal de Chiclana, que ocupa 262 kilómetros cuadrados.
La nueva iniciativa que se presenta en la costa mediterránea de Málaga-Cádiz goza de respaldo
El proyecto, bautizado como 'Nao Victoria', tendrá una potencia instalada de 990 megavatios (MW), «con la que se podría abastecer de electricidad a cientos de miles de hogares». La compañía explica que la puesta en marcha de este proyecto requerirá «de una estrecha colaboración« con los puertos cercanos de Cádiz y Málaga y generará miles de puestos de trabajo».
El portavoz de Ecologistas en Cádiz, Daniel López Marugán, reconoce que este proyecto es quizás más viable que el presentado en la costa de Cádiz, ya que está a más distancia de la costa, entre 25 y 40 kilómetros, lo que evita su impacto visual, y además, no afecta a caladeros de pesca.
IberBlue Wind ya ha remitido al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico el Documento Inicial de Proyecto (DIP), que incluye sus características técnicas, a la vez que ha tenido los primeros contactos con las instituciones regionales y locales, así como con los colectivos de la zona. El objetivo, asegura, es «recoger todas las aportaciones y dotar al proyecto de la máxima transparencia e integración en el territorio». La instalación estará sustentada sobre plataformas flotantes ancladas al lecho marino.
En 2003 ya se intentó sin éxito un parque marino frente a las costas de Barbate, Conil y Vejer y, en 2013, en Barbate
Esta tecnología, detalla la compañía, permite ubicar los aerogeneradores a mayor profundidad del mar, lo que solventa la dificultad que supone la estrecha plataforma continental con que cuenta la Península Ibérica.
«Andalucía es una zona con un gran potencial de desarrollo en energía eólica marina flotante y con este parque queremos contribuir a que la región se posicione como un referente de la eólica offshore», afirma el vicepresidente de IberBlue Wind, Adrián de Andrés.
El consorcio está integrado por la compañía irlandesa Simply Blue Group, promotor con amplia experiencia internacional en economía azul, en concreto en eólica flotante, y las españolas Proes Consultores, división de ingeniería del Grupo Amper, y FF NEV, dedicada al desarrollo y promoción de proyectos renovables en la península.
El 'Nao Victoria', en homenaje al buque de la expedición Magallanes-Elcano que completó la primera circunnavegación de la Tierra en el siglo XVI, es el primero de los proyectos con los que IberBlue Wind se presentará a las subastas públicas, que deberían tener lugar en los próximos meses. Además de en Andalucía, IberBlue Wind está trabajando en el desarrollo de otros proyectos en Galicia y en Portugal.