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Sorpresa y malestar por el traslado de la directora de Puerto III
Trabajadores de este centro penitenciario critican que no haya puesto solución o trasladado firmemente a la Dirección General problemas como la masificación de internos, el elevado número de agresiones a funcionarios o el déficit de personal médico, entre otros asuntos
La directora de Puerto III cesa de su cargo
Prisión de Puerto III.
El cese de la directora de Puerto III de su cargo y su traslado con las mismas responsabilidades a Puerto I ha causado críticas entre los trabajadores de este primer centro penitenciario donde Esther Serrano ha ostentado el mando los últimos años.
Según advierten los funcionarios durante este tiempo desde la dirección de la prisión que acoge a más reclusos de toda España (unos 1.300) no se han tomado las decisiones correctas. Y sobre todo -entienden- no se ha comunicado con determinación y firmeza las necesidades de medios tantos personales como organizativos que precisa una cárcel de alta seguridad como Puerto III. Por tanto, no se entiende que se le dé de nuevo una plaza de esa misma responsabilidad.
En este sentido, creen que Serrano ha optado en mayor medida por el «ordeno y mando y no ha aceptado ni dado curso a las demandas de sus propios trabajadores por el bien y la seguridad del centro y los internos». El cese y traslado a Puerto I les ha cogido por «sorpresa» y existe un «importante malestar».
Dichas críticas se basan en aquellas problemáticas que creen que no se han solucionado ni comunicado debidamente a la Dirección General.
Por un lado, que Puerto III siga siendo unas de las cárceles con mayor índice de masificación de toda España. Un problema que tiene además sus principales consecuencias en un elevado índice de agresiones. Según los pocos datos dados por el Ministerio del Interior, el centro portuense fue el que más agresiones registró de todo el país, con 16 casos con lesiones leves y once agresiones sin lesiones (27), más de la mitad de las que hubo en las cuatro prisiones de la provincia. Pero, en este cómputo no se tienen en cuenta otro tipo de ataques como pueden ser las agresiones verbales, las amenazas, o los tocamientos, que no están incluidos en estas estadísticas.
Por otro lado, y en cuanto a los medios de plantilla, desde hace años -antes incluso de la llegada de la nueva directora- se alertaba de la falta de personal. Según las denuncias sindicales, este déficit se ha seguido perpetuando, e incluso, como aseguran, ha empeorado. La última advertencia al respecto se refiere a la falta de médicos y los riesgos que ello conlleva tanto para los internos como para el personal de la prisión.
Concretamente CSIF se refiere a las dificultades que se están dando para aplicar medidas coercitivas, como es el aislamiento provisional, a aquellos reclusos que muestran actitudes agresivas y de indisciplina graves, ya que el reglamento obliga a que estos internos reciban el visto bueno médico para someterse a tales medidas, además de recibir una atención diaria. «Se trata de una situación muy grave», lamentaban recientemente.
«Ha habido casos en los que, tras la petición de aislamiento provisional para los internos que protagonizan episodios violentos, la dirección lo deniega ante la falta de personal facultativo», explicaban. «Obviamente, la restricción en el uso de los medios coercitivos, incluso en situaciones de urgente necesidad, pone en peligro la integridad y la seguridad de quienes trabajamos aquí, así como la de los propios internos».
A todo ello se suma la alta conflictividad laboral que afirman que ha reinado durante su mandato. Los sindicatos denuncian su mala relación con Serrano y que no se les ha atendido, llegando a levantar a expediente a uno de estos trabajadores por insubordinación.
En otro aspecto, Puerto III era protagonista recientemente de una noticia judicial ya que un juzgado de El Puerto abrió causa en verano para investigar si el anterior responsable de la prisión y otros procesados pudieron recibir favores por la gestión que se hacía de los permisos penitenciarios. En este sentido, la directora -que no está ni procesada ni se le vincula en esta causa- ha tenido que contribuir con la justicia dando toda la información que se le haya solicitado para cumplir con esa instrucción que sigue su curso.
Desde el sindicato CSIF se advertía al conocer la noticia del traslado que la nueva función de la directora ha provocado este malestar y, también, la preocupación de aquellos funcionarios que habían pedido también pasar a Puerto I y ahora podrían volver a estar bajo su mando.
Este periódico ha intentado ampliar la información sobre esta nueva función pública y conocer otros detalles y opiniones con Instituciones Penitenciarias pero no ha habido respuesta a tal solicitud.
De momento, y según las fuentes consultadas, la directora tomará las riendas de Puerto I a partir de la próxima semana. El director que ejercía dicha responsabilidad quedará como director de programa y la nueva dirección de Puerto III la asumirá la actual subdirectora de gestión de la cárcel de Albolote (Granada).
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