EL PUERTO
Un símbolo de El Puerto y su Feria
La Bodega Osborne nació en El Puerto de Santa María y desde entonces siempre ha tenido una gran vinculación con la ciudad y, sobre todo, con su Feria
Estas son las casetas de la Feria de El Puerto que han ganado los premios por su decoración de interiores
El Puerto de Santa María es conocido internacionalmente por su gastronomía, algo que indudablemente nos lleva a pensar en los vinos que se han producido a lo largo de los años en estas tierras. De entre todas las bodegas que hay en la zona destaca notablemente las Bodegas Osborne, con sede en la ciudad desde hace más de 250 años.
En todos estos años Osborne ha seguido teniendo siempre su casa en El Puerto y eso le ha llevado a incluirse en las tradiciones de la ciudad, sobre todo en la Feria. Una portada de una feria viene a ser una puerta muy grande por la que pasar cuando llegas al reciento ferial, pero en El Puerto en distinto, lo que te encuentras es el Toro de Osborne más grande del mundo. «Es un poco el reflejo de que El Puerto es nuestra casa y que forme parte de la Feria y sea tan visible y simbólico nos encanta», afirma Rocío Osborne, directora de comunicación y relaciones públicas de la compañía. A eso le debemos unir el nombre de la fiesta, 'Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino', para darnos verdadera cuenta de la repercusión que tienen las Bodegas Osborne en la ciudad.
Rocio comenta que quieren seguir arraigados a la tierra que los vio nacer y crecer. «Siempre hemos colaborado mucho con el ayuntamiento para enriquecer la fiesta y el turismo de El Puerto. Por ejemplo, tenemos una agenda completa para ofrecer desde la Bodega un montón de actividades relacionadas con la gastronomía, coctelería o cultura».
Uno de los vinos más añejos y conocidos de las Bodegas Osborne es el Fino Quinta, un vino que según comenta Rocío Osborne nació con motivo «de una intensa de investigación en nuestro Archivo Histórico en la que encontramos una serie de cartas antiguas donde la primera mención de la marca Fino Quinta data de 1863». En esta carta Juan Nicolás Osborne escribió desde Francia a su hermano Tomás una carta que decía así: «Mi querido Tomás, tengo el encargo de otro barrilito, como el que fue a parar a Lavello, a saber, una octava de fino 'quinta'. Para el pago de este como del anterior, hemos convenido que me remitirá a mí el dinero y yo avisaré a la casa para que así quede todo regularizado. Suyo afectísimo hermano. Juan N. Osborne».
150 años de tradición que bien merecen un reconocimiento y se puede ver en el diseño de la edición especial que ha creado para la Feria el artista Daniel Diosdado, un Ilustrador que ha trabajado para The New Yorker, The Washington Post, The Wall Street Journal o Time, Forbes entre otros. En su diseño ha querido reflejar los colores cálidos del sur, el sol de Andalucía, los viñedos del marco de Jerez, el mapa con el recorrido de la carta Dieppe-El Puerto de Santa María, la misiva de los hermanos y un barco con botas de fino de la quinta criadera. «Llevamos 10 años haciendo esta edición. Para nosotros la Feria de El Puerto es una cita muy importante porque es nuestra ciudad de origen», explica Rocío Osborne.
Fino Quinta es la quinta escala de una solera que tiene doce escalas. La quinta es un vino con más vejez, no es tan complejo como un coquinero, vino de la séptima escala, o Fino la Honda, de la duodécima escala. «Fino Quinta es un vino que a nivel analítica es más bajo en acetaldehídos, una sustancia que libera la levadura mientras que está el vino con el velo de flor, esto provoca que sea un vino un poco más amable que los del interior que tienen estos niveles más altos».
Otro vino que la propia directora de comunicación y relaciones públicas nos recomienda por su arraigo es el Coquinero, un vino que debe su nombre a los denominados coloquialmente 'coquineros', nativos del Puerto de Santa María, y rinde de esta forma homenaje a su arduo trabajo en busca de pequeños moluscos o coquinas. «Es un vino que se sigue haciendo cómo se hacían los finos de antes, que en lugar de ir a quince grados de alcohol va a diecisiete. Esto se debe a que antiguamente, cuando los sistemas de embotellado no eran tan avanzados, se embotellaba el vino añadiendo un poco más de destilado para que el producto no sufriera ningún percance en el transporte».
Además, dentro de su arraigo al El Puerto, la compañía ha sido reconocida con la medalla de oro de El Puerto de Santa María. «Que en nuestra en nuestra ciudad nos reconozcan como embajadores de El Puerto de Santa María, no solo en España sino en todo el mundo, nos llena de orgullo. Nuestro propósito es hacer que la gente disfrute con nuestras marcas de experiencias auténticas. No vendemos tornillos, vendemos experiencias y eso es lo que normalmente la gente comparte con amigos, con familia o la pareja. Además, qué mejor sitio que El Puerto Santa María que para mí lo tiene todo, gastronomía, cultura, la Ciudad de los Palacios o el océano».
Rocío Osborne reconoce que desde la propia compañía quieren seguir creciendo para para dejar un legado mejor que el que recibieron. «El 300 aniversario de las Bodegas Osborne igual lo vemos nosotros, pero al final somos una empresa familiar y por ello tenemos una visión a largo plazo». Confiemos en su palabra, que sigan mejorando, sigan creciendo y hagan que todos los portuenses y visitantes puedan seguir disfrutando de la tierra y de la Feria con un buen vino fino.