El Puerto
Un paseo por la tradición de El Puerto
La Ruta Enoturística 'Pagos del Sherry y Tierras de Cádiz' recorre el patrimonio medioambiental y etnográfico para poner en valor las zonas más desconocidas de una ciudad que ofrece algo más que sol y playa
![Germán Beardo y Javier Bello junto al delegado territorial, David Gil](https://s2.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/provincia/2023/04/28/WhatsAppImage2023-04-28at12.12.27-RKzD0sgW2E8MOo98WfALWkO-1200x840@abc.jpeg)
«El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar!» Así describió Rafael Alberti en 1925 el lugar que le vio nacer y morir, una zona que tras los años ha cambiado mucho e incluso el propio escritor decía no reconocer.
Ya no está 'La arbolada perdida', «un camino bordeado de chumberas, que caminaba hasta salir al mar, un melancólico lugar de retamas blancas y amarillas». Esta zona ahora está ocupada por urbanizaciones, por construcciones que han hecho perder esa esencia que definía el escritor en sus poemas del exilio sobre la ciudad que le vio nacer.
No obstante, aparte de por ser la cuna de Alberti, El Puerto de Santa María también será siempre reconocido por su plaza de toros, por su Feria, por sus playas con vistas a la Bahía de Cádiz, por el paso del Guadalete y, por supuesto, por las Bodegas que a lo largo de los años han hecho de esta zona un lugar de gran tradición vinícola.
Por fin esta larga tradición se ha tratado como se debe y ahora puede ser conocida por vecinos y visitantes que se acerquen al municipio. Mediante una ruta de cerca de 20 kilómetros dividida en tres tramos podremos conocer más de medio centenar de recursos vinculados de alguna forma al vino. Conoceremos los vinos elaborados durante siglos en El Puerto, desde sus orígenes al Jerez, que comenzó a elaborarse posteriormente con la implantación del singular sistema de solera, y a los actuales y emergentes Tierras de Cádiz, que recuperan parte de ese origen ancestral.
El teniente de alcalde de Desarrollo Rural del Ayuntamiento de El Puerto, Javier Bello, ha matizado que con esta ruta han querido mostrar que la ciudad tiene algo más que sol y playa. «Somos una ciudad prioritaria para este tipo de turismo, pero también tenemos otro tipo de turismo como puede ser el rural. Tenemos una campiña maravillosa, historia relacionada con el vino y queríamos darle la visibilidad que necesitaba».
La ruta, denominada «Pagos del Sherry y Tierras de Cádiz» crea, en palabras de Germán Beardo, un producto complementario y sostenible para la oferta turística local, que mejora la calidad de vida de la población rural. «Rescatamos y ponemos en valor el patrimonio medioambiental y etnográfico, dando a conocer el alto potencial y excelente rendimiento de nuestras tierras albarizas e impulsa la atracción de la inversión que propicie la reactivación del sector primario y secundario en la ciudad, para que vuelvan a ser motores generadores de riqueza y empleo».
La ruta enóloga guarda relación con el mundo vitivinícola pero también con el medio ambiente. «Tenemos tres lagunas en las que hay diferentes tipos de aves muy singulares, que no existen en otras zonas de Europa, y que solo existen aquí por la salinidad de estas tierras y del agua. Es una zona de avistamiento de aves muy importante», aclara Javier Bello.
Recorriendo el sendero también se pueden visitar los restos de la calzada romana que se encontró en los trabajos de construcción, y se ha demostrado que a través de esta se transportaba el material para hacer las vasijas del entorno de Cádiz.
El perfil de la ruta, de dificultad media-baja, es ideal para la práctica del senderismo, el cicloturismo o el turismo ecuestre, ya que transcurre por diversos tramos de caminos rurales y vías pecuarias.
Los visitantes que se animen a pasear por estos caminos podrán apreciar recursos de ámbito medioambiental, arqueológico y monumental, e incluye recursos enológicos como viñedos, bodegas y casas de viña, lugares de interés paisajístico y etnográfico, alojamientos y centros ecuestres.
Con el objetivo de que nadie tenga excusa para no ir han equipado la ruta con mobiliario accesible y señalética descriptiva desde la cual también se puede acceder, mediante escaneo de códigos QR, a la versión web de los contenidos de la ruta traducidos a cuatro idiomas.
Es una zona turísticamente muy atractiva para pasear, conocer el entorno y poner en valor esas zonas más desconocidas de El Puerto, una ciudad que tiene mucho más que sol y playa.