EL PUERTO
Todo lo que necesitas saber sobre la Virgen de los Milagros, la patrona de El Puerto
Este día 8 se celebra la Festividad de la Natividad de Nuestra Señora en la Ciudad de los Cien Palacios
El 8 de septiembre es un día enmarcado en el calendario portuense. Esa fecha señalada es la patrona de la Ciudad de los Cien Palacios, la Virgen de los Milagros. Parte intrínseca de la historia de la ciudad que a día de hoy se sigue venerando devotamente por muchos vecinos de la localidad.
Este domingo 8, la procesión partirá a las 19:00 horas para recogerse a las 21:30 horas.
Procesión e itinerario
-7.00 h: Rosario de la Aurora partiendo desde la Iglesia Conventual de la Concepción
Recorrido: Pedro Muñoz Seca, Ricardo Alcón, Placilla, Ganado, Meleros, San Juan, Vicario, Plaza de España, Iglesia Mayor Prioral.
-8.00 h: Santa Misa presidida por su S.E.R. D. José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez.
-11.00 h: Misa Solemne y Función Principal, presidida por el Rvd. D. Antonio Sebastián Sabido, párroco y Rector de la Basílica y director espiritual de la Hermandad, en la cual realizará la Archicofradía y Esclavitud Solemne Protestación Pública de Fe.
-13.00 h: Santa Misa.
-19.00 h: salida procesional de la Santísima Virgen con el siguiente Recorrido: Basílica Menor de Ntra. Sra. de los Milagros, Plaza de España, Palacios, Virgen de los Milagros, Santo Domingo, Plaza Alfonso X El Sabio, Bajada del Castillo, Micaela Aramburu, Palacios, Virgen de los Milagros, Luna, Plaza de Juan Gavala, Vicario, Plaza de España, a su templo (21.30 h.)
Historia
Allá cuando la ciudad recibía el nombre musulmán de Alcanate o Alcanatif, que quería decir 'Puerto de las Salinas', fue cuando sucedió el milagro que da nombre a esta ciudad. Según la tradición, la Virgen se le apareció a Alfonso X el Sabio sobre la torre del castillo y le instó a entrar en la ciudad guiado por ella y contando con muy pocos efectivos. De esta forma, el rey tomó la ciudad.
Tras la toma, el rey sabio otorgó el documento fundacional, la Carta Puebla, el 16 de diciembre 1281, a la antigua población medieval llamada Alcanatif, que pasa a llamarse Santa María del Puerto, en honor a la virgen que es venerada en el santuario alfonsí del Castillo de San Marcos. El hecho es recordado hasta en el escudo de la propia ciudad desde el S. XVIII, con la Virgen sobre el Castillo.
Una vez se encontró la ciudad bajo dominio castellano, no cesaron los homenajes alrededor de la Virgen de los Milagros. Alfonso X el Sabio dedicó el 'Cancionero de Santa María del Puerto', un grupo de Cantigas de Santa María, 25 en total, dedicadas a la alabanza de María bajo la advocación de Santa María del Puerto. Posteriormente se construyó a extramuros, bajo el reinado de Sancho IV (hijo de Alfonso X), en un lugar llamado 'el Pozo Santo', la actual Iglesia Mayor Prioral, de mayores proporciones, ya que el santuario se había quedado pequeño por la afluencia de fieles y peregrinos. La imagen fue trasladada allí en el Siglo XV.
Alrededor de 1604, se funda una cofradía para el culto de la imagen y en 1613 procesiona solemnemente por las calles de la ciudad. Hasta el año 1620, la Virgen de los Milagros recibió culto en el Altar Mayor de la Prioral, un altar mayor de pinturas góticas en cuya principal hornacina se encontraba la imagen. El 8 de septiembre de ese mismo año, Festividad de la Natividad de Nuestra Señora, quedó inaugurada la Capilla que se compone de capilla propiamente dicha, sacristía, escalera y camarín.
La devoción a Nuestra Señora de Los Milagros creció mucho a lo largo de los años por todo el territorio de la hispanidad. Tal era que en 1729 el rey Felipe V junto con Isabel de Farnesio, los príncipes de Asturias, los infantes Carlos, Felipe, Luis y la infanta Teresa, presenciaron la procesión ya que durante ese momento se encontraban alojados en distintas casas palacio de la actual Plaza de El Polvorista pasando una temporada. También recibió importantes donaciones; como las innumerables demostraciones de afecto y piedad hacia la venerada imagen por el príncipe Filiberto Manuel de Saboya; el revestido por una funda de plata donada por los, por entonces, señores de El Puerto, los duques de Medinaceli; o la consagración de la Iglesia Mayor Prioral en su honor en 1748.
La devoción, como se ve claramente a día de hoy, ha seguido muy vigente. En 1916 la ciudad de El Puerto de Santa María vive la Coronación Canónica por el cardenal Enrique Almaraz por bula papal de Benedicto XV de Nuestra Señora de los Milagros. Se convirtió en la segunda imagen coronada en la Archidiócesis de Sevilla y la primera de la provincia de Cádiz. 50 años después, se abrió el expediente, bajo propuesta por carta de la Hermandad del Rocío, para la concesión del título de Alcaldesa Honoraria a Nuestra Señora de los Milagros. Hasta llegar al hecho más reciente en la devoción de la figura, cuando la Iglesia Mayor Prioral de El Puerto de Santa María fue erigida por el Vaticano como santuario diocesano mariano el 16 de septiembre de 2013 y el 25 de enero de 2015 Basílica Menor Nuestra Señora de los Milagros.
La imagen
La imagen de la Virgen de los Milagros está tallada en madera de alerce en pequeñas dimensiones en actitud mayestática y frontal, sedente y con el Niño Jesús en su regazo, pero fue transformada hasta llegar a su aspecto actual. Debido a su deterioro natural y a las corrientes artísticas de los distintos tiempos desaparecieron cuerpo, brazos, corona y Niño originarios hasta convertirse en una imagen de apariencia erguida, más alta, representada lujosamente vestida, enjoyada y con un Niño Jesús nuevo y barroco. Al final, de la imagen creada en la Edad Media sólo quedó la cabeza, por respeto a la gran devoción que atraía y a cuantos fieles la veneraban desde el siglo XIII. De cuya cabeza destaca un rostro en el que reluce una característica piel negra, expresión hierática y grandes ojos con una turbada mirada.
Lo más destacado de la figura es eminentemente su tez morena. Una piel que, pese a la creencia tras muchos siglos, no fue originalmente así. Una restauración realizada en 1979 por el profesor y restaurador Francisco Arquillo, se vino a demostrar que el moreno no era el color original de la imagen. Por medio de estudios estratigráficos y microscópicos comprobó que la expresión original tenía la piel clara que se fue ennegreciendo con capas sucesivas. Las teorías del por qué de la piel toman distintos caminos, como la moda de asemejarla a los iconos bizantinos de tez morena en el siglo XIV, o la interpretación del Canto Primero del Cantar de los Cantares «Soy negra pero hermosa», hiciera que la talla fuera virada al color negro; también pudiera la razón del oscurecimiento natural debido a que la calidad de los barnices aplicados para su protección acabaran dándole ese aspecto.