El Puerto

Mikel Gil y 'Pinturas desde mi rincón', una exposición con sátira y amor verdadero por el arte

El confundador del festival de cortometrajes Shorty Week expone en la Galería Blanco & Negro parte de sus obras pictóricas

Mikel Gil con tres cuadros de su exposición J.Z

Juan Zaldívar

El Puerto

La Galería Blanco & Negro es uno de esos rincones de El Puerto de Santa María donde uno encuentra cosas realmente especiales. Hace las de pub, cafetería, galería, música en directo, proyecciones… «Buen gentío sobre todo», como reza el local en sus redes sociales. Situado en la Calle Ricardo Alcón, 10, el pequeño callejón que une Misericordia con Calle Larga.

Dentro de todas esas actividades culturales se encuentra la exposición de pinturas de Mikel Gil titulada 'Pinturas desde mi rincón'. Una exposición en la que el artista portuense da riendas sueltas a la creatividad en forma de cuadros dónde a través de una sátira guasona y gamberra expone su visión del mundo. Mezclando obras inmortales como 'Chicos en la playa' de Joaquín Sorolla o 'La Venus del Espejo' de Diego Velazquez con elementos de la cultura popular modernizando el significado de las obras. «Albert Bonet me sirvió de inspiración para usar cosas de la cultura popular», comenta.

A lo largo del local se encuentran a la vista sus obras, congeniando y siendo hasta el 31 de agosto parte intrínseca del pub. Con las luces convirtiendo un sitio de cervezas, cafés y charlas en un mini museo improvisado pero que no tiene nada de improvisado, los cuadros se convierten en una decoración espontánea capaz de dar un alma al local que no encontrarías en otro bar.

Unos cuadros como uno en el que Bad Bunny decapita cruelmente a Manuel De Falla y ocupa su lugar, Krusty el Payaso siendo ejecutado en los fusilamientos del Dos de Mayo, un Guernica desordenado que trata de mostrar la situación de desamparo en la Franja de Gaza, un Saturno que devora con ansia todo lo popular o un autorretrato que homenajea a René Magritte caminando manzanas por limones –«más gaditano, más nuestro», añade– son buenos de la obra que muestra en la pequeña cafetería.

J.Z

«Soy un completo autodidacta», comenta el artista. «Me baso en el ensayo y error constantemente, pruebo técnicas, estilos, formas distintas de pintar… no he aprendido en una escuela de arte, me baso en lo que veo y pongo en práctica», añade. «El ser autodidacta te libra de las reglas de la teoría, te anima a experimentar y ahí es cuando el arte es mucho más libre», comenta. Además, comenta entre risas como hay ocasiones que tiene lienzos a doble cara, donde detrás tiene cuadros que no termina de encontrarles la forma que quiere o que simplemente desecha.

Cofundador del festival de cortometrajes Shorty Week y director de cortometrajes, tiene por el cine una visión que no cualquiera puede tener. «Me ha ayudado a entender los planos, la profundidad de campo y la composición», comenta.

Mikel, gracias a la pintura, ha encontrado un nuevo sitio en el que expresarse: «El cine es el arte más completo, eso está claro y es maravilloso, pero es caro, requiere de un buen equipo de trabajo, hay muchos egos que tratan de imponerse… la pintura me permite la libertad de ir por mi cuenta, de disfrutar sin estrés o el caos que puede tener una producción». «Yo podría dedicarme al audiovisual y hacer cosas por encargo, pero no tendría la creatividad y no sería feliz, así que prefiero ser arquitecto, hacer tasaciones que es mi trabajo y en mi tiempo libre tener la pintura para expresarme», comenta. «Es mi nueva droga», añade con una sonrisa de oreja a oreja.

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