La Feria y la jornada electoral son compatibles

Quinto y penúltimo día de la Feria de El Puerto de Santa María. De manera no oficial, el último día para muchos, ya que el lunes de feria tiene una velada bastante más sosegada que el resto de días de la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino.

Un día que ha estado marcado por una particularidad muy inusual en la historia de la festividad portuense: Las elecciones para el Parlamento Europeo. Algunos desafortunados han tenido que quedarse en las mesas y no poder disfrutar de ella, «menos mal que disfruté los otros días», comentó una vocal esta mñana; otros, los apoderados, han antepuesto su compromiso a sus ideas al jolgorio; algunos, han ido con prisa para votar, «he soltado la papeleta y he salido huyendo» comenta un visitante a la feria; o directamente algunos que no han ido a votar, «me he levantado tarde y la verdad que me dio pereza, voto arriba, voto abajo, no se va a romper el mundo» añadía un último.

El día comenzó con susto generalizado en el Recinto Ferial de Las Banderas en El Puerto, ya que una lluvia amenazó con fastidiar la velada. Pero por suerte, la clemencia de los cielos se hizo presente y el resto del día estuvo protagonizado por una buena temperatura y quizá algún nubarrón despistado que era capaz de ofrecer un poco de calmada sombra a los respetables. El viento si tuvo un papel más crucial, que en determinadas zonas llegó a levantar suficiente polvo y tierra como para molestar al personal. Tanto llegó a soplar por determinadas zonas, que en la portada, más que Osborne parecía publicidad de la nueva de 'Mad Max'.

El ambiente por lo general era animado, entretenido y tendía a desmelenarse con el paso de las horas. Sin embargo, contaba con un pequeño hándicap: este lunes solo es festivo en El Puerto, y muchos fueron a disfrutar del almuerzo para después irse a casa ya que el deber les requería madrugando ya que trabajan fuera de la ciudad.

Así, se conformó una curiosa estampa en la Carretera de Sanlúcar, en la que se veía un divertido 'cambio de guardia' en el que se pasaba de un 'turno de día' al 'turno de noche' alrededor de las 6 de la tarde, entre los que trabajan mañana y los que no.

Sin embargo, eso no ha sido un obstáculo para proseguir la fiesta. Un día en el que los caballos desfilaron con más elegancia que en los otros días y la música sonaba más fuertes que las jornadas anteriores. Porque sí, porque cuando una vez que se agota el tiempo quiere aprovechar hasta la última gota de zumo de la naranja, hay que pisar el acelerador para llegar al final.

Este lunes se echará el telón, pero mientras tanto, aún queda una última noche de música, bailes, vino, 'cacharritos' de los pequeños y buñuelos a deshoras. Penúltimo día de Feria que se nota en la intensidad de los portuenses.