«Días de fino y rosas en El Puerto de Santa María»

Ya está todo listo sobre el albero del Recinto Ferial de El Puerto de Santa María para la tan esperada cita anual de la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino. El miércoles 5 de junio dará el pistoletazo de salida de forma oficial.

A las 21.30 horas del lunes, la caseta de Feria de Helo-Libo abrió sus puertas en el Real de Las Banderas para pregonar que la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino 2024 ultima preparativos para su celebración. José Francisco González Mendoza (Pepe Mendoza) ha sido el encargado este año de la exaltación de la fiesta en la caseta Helo-Libo, que cumple su 41 edición dando la bienvenida a la Feria de El Puerto. Un apasionado de El Puerto y gran conocedor de sus costumbres ha querido dejar huella en el albero del Recinto Ferial de Las Banderas.

El acto ha sido acompañado por el alcalde de El Puerto, Germán Beardo; el teniente de alcalde de Fiestas,David Calleja; y otros miembros del equipo de Gobierno.

Tras una emotiva presentación al pregonero, en la que se ha destacado su escritura, su amor por El Puerto y su tan portuense personalidad, se ha subido al atril para citar a Julio Cortázar nada más acercarse al micrófono: «La esperanza le pertenece a la vida, es la misma vida misma defendiéndose». Acto seguido dio comienzo a su pregón parafraseando en un bonito homenaje '100 años de soledad' de Gabriel García Márquez para recordar todas sus memorias de la Feria portuense.

El pregón de Pepe Mendoza, al igual que una sevillana, se componía de cuatro partes y un epílogo. Cada parte iba separada de poesía, música en directo y de actuaciones cómicas con una risueña originalidad, en las que su autor, Álvaro Galán, se subió al escenario a comer y beber mientras el resto miraban expectantes de que dijera algo. Todo ello se acompañó de risas y aplausos por parte del público.

El pregón fue un recorrido tanto por la historia del autor como por la de El Puerto. La primera parte fue una historia general portuense donde el mito y la realidad de unieron en el momento en el qué según el pregonero «con la mirada de Menesteo, ese gran héroe troyano» y continuó junto a romanos, musulmanes, Siglo de Oro, Fernando VII y hasta la República.

Las partes siguientes fueron un recorrido de la vida del autor y sus momentos por la feria. Desde su primera Feria «en libertad» en 1975, en la que recuerda a sus padres, su infancia en Crevillet y los veranos portuenses; pasando por el 1981, sus últimos años de instituto y las ferias de su temprana adultez; siguiendo por las Feria de los 2000, en los que homenajea a la familia que ha formado y rememora con una simpática amargura y sentido del humor la crisis del 2008; y acabar con las Ferias de hoy, y un divertido homenaje al protagonista absoluto de la Feria, el vino fino.

Acabó con un epílogo en el que invitó a todos los portuenses «a descorchar las alegrías, por muy modestas que sean» y a que disfruten la Feria y vivan la vida. El fin del acto la culminó una sonora ovación.