COYUNTURA ECONÓMICA

Los economistas gaditanos no prevén que la recuperación sea inmediata y la aplazan a 2024

El nuevo informe de este colegio profesional reconoce que las previsiones de mejora en el conjunto del país no cumplen con los pronósticos planteados

El 84% de los economistas encuestados opina que la situación económica empeorará

La hostelería se mantiene como el pulmón de la economía provincial LA VOZ

JAVIER RODRÍGUEZ

CÁDIZ

La recuperación económica en Cádiz no se prevé hasta después de 2024. El carrusel de contratiempos que soporta la economía mundial y en especial la europea impide a la provincia gaditana, la de mayor paro de España y supeditada al sector servicios, afrontar los próximos 24 meses con mayor holgura que el resto de provincias del país. Esta es una de las conclusiones del nuevo informe de coyuntura económica que ha elaborado el Colegio de Economistas de Cádiz, en el que se hace balance de 2022 y se presentan las expectativas para 2023.

Cabe recordar que este colegio profesional presentó en febrero del año pasado su informe anual y destacó entonces que la economía gaditana permanece estancada desde 2019 y que las expectativas de mejora previstas para 2021 no se cumplieron debido a nuevos factores como la inflación o las últimas olas de la pandemia. Así, los economistas gaditanos advirtieron entonces que se esperaba que la situación mejorara a corto plazo. El colegio profesional avanzó que 2023 podría ser el año de la recuperación, pero el estallido de la guerra de Ucrania a finales de febrero de 2022 ha cambiado todo el panorama y volvemos ahora a la casilla de salida.

Este conflicto genera, además, unas importantes connotaciones económicas debido a los recursos energéticos y alimenticios que los dos países en conflicto atesoran en su territorio. La situación de guerra en territorio ucraniano, y la respuesta del gobierno ruso a las sanciones económicas que han impuesto los países occidentales, con la UE y EE.UU, a la cabeza, además del apoyo material y de medios al gobierno ucraniano, están generando importantes consecuencias en el mercado energético.

Partiendo de estas premisas, y estableciendo un enfoque más cercano de las consecuencias de este conjunto de factores, la recuperación de la economía española no está cumpliendo con los pronósticos planteados. Los participantes en estas encuestas llevan desde 2021 modificando su opinión, ampliando su plazo, sobre la recuperación de la economía española a la situación previa a la declaración de pandemia.

Si a finales de 2021, el 46% de los encuestados opinaban que el proceso de recuperación económico a niveles previos a los de la pandemia se produciría en 2023 y un 22% lo postergaba a 2024, los datos a final de 2022 nos muestran que el 48% de los participantes prevén ese nivel de recuperación para el ejercicio 2024 y un 27% más allá de 2024.

Estas opiniones quedan contrastadas con los datos estadísticos del INE, que registran un crecimiento de PIB del 5,5% tanto en 2021 como para 2022, no alcanzándose la recuperación de la caída del PIB de 2020 y sin que se haya percibido crecimiento por encima de dicho objetivo, tras dos ejercicios. La proyección de crecimiento de las economías europeas realizada por el BCE en el periodo 2019-2024, indica que durante este periodo la economía española tan solo crecerá un 0,7%, lo cual constata las dificultades de recuperación de la economía española tras el cataclismo de 2020. A modo de referencia, las proyecciones de crecimiento, para el mismo periodo temporal, de otros países de la UE, arrojan resultados mejores, estableciéndose la media de crecimiento de la UE en el 4,7%.

Así mismo, el crecimiento registrado en los ejercicios de 2021 y 2022 dista de las previsiones realizadas en 2020 para el PIB del 6,2% para 2021 y 6,6% para 2022, por parte de diferentes instituciones de referencia en el ámbito económico, como Banco de España, BBVA Research y Funcas. Valores que se han ido corrigiendo a la baja por parte de estas instituciones, principalmente a lo largo del año 2022.

Respecto al empleo, las medidas de apoyo y sostenimiento de este, como los ERTES, llevadas a cabo durante la pandemia supusieron una barrera que evitó el aumento del desempleo durante dicho periodo. El ejercicio 2020 finalizó con una tasa de desempleo del 16,13%, obteniéndose una tasa del 13,33% en 2021 y del 12,87% en 2022. Es reseñable, que en los ejercicios 2021 y 2022, que cuentan con una misma tasa de crecimiento del PIB (5,5%), se aprecia una importante ralentización de la creación de empleo, la diferencia entre los valores interanuales es del 0,46%.

Además de existir otros factores no valorables objetivamente como la recategorización de las clasificaciones de contratos con relación al nivel de desempleo, fijos discontinuos, y la disminución de horas de trabajo totales contratadas al observar un descenso en los niveles de productividad, resultan en más empleados sin una repercusión directa en el crecimiento, aun disminuyendo el número de parados y aumentando el número de afiliados a la Seguridad Social.

Inflación al alza

En el caso de la provincia de Cádiz, esta mejoría dentro del panorama a nivel nacional es extrapolable a nuestra provincia, pero existe una brecha estructural respecto a los niveles de desempleo autonómico y nacional. La provincia finaliza 2022 con un nivel de desempleo del 25,02%, frente al 19% de Andalucía y el 12,87% en España. Siguen siendo estructurales algunas características propias del mercado laboral de la provincia, como la estacionalidad derivada de sectores como el turismo, que tienen un gran componente específico en nuestra economía.

Es reseñable el cambio drástico que se produce a finales del primer semestre de 2021. Los mercados descontaban la posibilidad de un conflicto bélico, estas previsiones elevaron el precio de la energía a valores insospechados y generaron un constante ascenso de la inflación. Durante el ejercicio 2022 se ha observado, sobre todo en el segundo semestre, una tendencia a la baja del IPC. Esta evolución ha tenido su consecuencia en medidas de apoyo al consumo de energía, llevadas a cabo desde el Gobierno, y la aplicación de un cambio de la política monetaria del BCE con un programa de subida de tipos de interés, que rompía la tendencia de los últimos once años. La aplicación de estas medidas, en el segundo semestre del año, tienen su reflejo directo en los niveles de inflación, medidos por la evolución del IPC (ver fuente).

El análisis en profundidad del IPC revela ciertos aspectos preocupantes, ya anticipados por diferentes instituciones como el Banco de España y el Consejo General de Economistas, principalmente la discordancia que muestran los índices de inflación general y subyacente, teniendo este último un efecto más duradero en el tiempo y afectando a un mayor número de productos de la cesta del IPC, relacionados con consumos básicos de los hogares.

Estas instituciones, como el Banco de España y el Consejo General de Economistas, perciben la amenaza del asentamiento de una inflación estructural en la economía española. Esta conclusión se deriva del análisis de la inflación subyacente (valor de la inflación que no considera el precio de la energía ni la de alimentos no elaborados), que evolucionó durante del segundo semestre de 2021 desde un 0,6 en julio a un 6,9 en diciembre de 2023.

El análisis geográfico de la evolución de los valores interanuales de la inflación, con los datos de diciembre de 2022, no son favorables para nuestra provincia: Cádiz 6,7%, Andalucía 6,2% y España 5,7%. Como puede observarse, la diferencia de la provincia de Cádiz con respecto al valor general de España es de un 1%.

En el caso específico de la provincia, se debe tener en cuenta que las fuertes políticas correctoras llevadas a cabo por la FED (Reserva Federal Americana) han promovido una importante revalorización de la moneda estadounidense, el dólar, frente al euro. Teniendo en consideración la fuerte competencia, debido a su solvencia y estabilidad, que mantienen ambas monedas en el mercado internacional, esta situación ha tenido un efecto positivo en las exportaciones de nuestra provincia, marcando un valor en la serie histórica tomada como referencia que se inicia en 2015 y consolidándose con diferencia como la primera provincia exportadora de Andalucía, aumentando su factura exportadora un 56% respecto a 2021 y sumando un importe total de 8.866 millones de euros.

Más allá de las valoraciones anteriores que se obtienen para el ejercicio 2022, basadas en datos oficiales, el análisis de las variables sometidas a estudio en la encuesta de percepción de coyuntura económica realizada por el Colegio Profesional de Economistas de Cádiz -desarrolladas en mayor profundidad a lo largo del presente informe-, y sin perjuicio de la ampliación del análisis de cada una de ellas en su apartado específico, permite destacar los siguientes resultados:

Sobre la percepción de la situación de la economía provincial, no se percibe una mejora de la percepción habitual, entre el primer y el segundo semestre. En el primer semestre de 2022, tan sólo un 20% de los encuestados opinaba que la economía provincial se encontraba en mejor situación con respecto a 2021, mientras que esta opinión representaba el 19% en el segundo semestre. En ambos semestres se mantienen valores muy elevados de percepción de una situación económica negativa: 57% en el primer semestre de 2022 y 61% en referencia al segundo semestre de 2022. La tendencia de estabilidad respecto al semestre anterior de un 24% en el primer semestre se reduce a un 19% en el segundo.

Las expectativas de evolución de la economía provincial a corto plazo han mostrado una cierta mejoría durante el ejercicio, aunque manteniendo una percepción poco favorable. Si en el primer semestre de 2022, el 84% de los encuestados opinaba que la situación económica empeoraría, esta opinión sólo representa el 63% de cara a la evolución en 2023.

Ralentización

Con referencia a la opinión de los economistas gaditanos sobre el plazo de recuperación de la economía a los niveles de marzo de 2020 (fecha de irrupción de la pandemia), ya se ha comentado que esta percepción se va postergando en el tiempo, debido a que el proceso de recuperación no ha tenido la intensidad esperada, tal y como se ha indicado anteriormente en el análisis del PIB. Si bien durante el primer semestre de 2022 las percepciones eran: 25% en 2023, 35% en 2024 y 28% más allá de 2024, en el segundo semestre existe una variación sensible, siendo las percepciones: 48% en 2024 y 27% más allá de 2024 y tan sólo un 10% en 2023.

Las previsiones de la evolución de la economía española se proyectan en los siguientes valores principales: crecimiento del PIB entorno al 1%, con una inflación anual del 4,6% y una disminución de la creación de empleo debido a la escasa senda de crecimiento, pero sin un aumento del desempleo en términos generales.

Una de las áreas geoestratégicas que sale peor parada en las proyecciones económicas para 2023 es la UE, con un crecimiento medio general inferior al 1%, concretamente el 0,7%. De todas las economías europeas, la española es la que presenta una mejor previsión, situándose su crecimiento entrono al 1%. Pero si se comparan las otras principales economías de la zona euro, los datos no son alentadores: Alemania (0,1%), Italia (0,6%) y Francia (0,7%). Sin descartar que en algunos estos países se den trimestres con valores de crecimiento negativo, principalmente en el primer semestre del año.

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