Sucesos
Los dos marineros barbateños fallecidos en el naufragio del Domenech de Varo regresarán por fin a casa
En estos días se ha llevado a cabo la labor de exhumación e identificación de los cinco cuerpos sin nombre, marineros gaditanos, que se enterraron hace 51 años en el cementerio canario de San Román
'Domenech de Varo': Exhuman en Canarias los cinco cadáveres que podrían ser los de los marineros gaditanos
Los nichos sin nombre del 'Domenech de Varo', el barco gaditano que naufragó en Canarias
La triste historia del 'Domenech de Varo' está muy cerca de escribir su último capítulo. El barco, con doce marineros gaditanos, naufragó el 6 de febrero de 1973, hace ya 51 años, en la costa del arrecife canario de Mala. Sólo dos tripulantes salvaron su vida. Tres fallecieron y se identificaron, dos nunca fueron encontrados, y otros cinco se enterraron en lápidas sin nombre, sin que sus familiares supieran nada, olvidados y reducidos a un simple número: los nichos 70, 72, 73, 75 y 76 del cementerio de San Román.
Han bregado mucho para lograr la exhumación de los restos y poder identificar a sus seres queridos. El pasado jueves 3 de noviembre comenzó esta delicada operación, cotejando esos restos con el ADN de los familiares, y ya empiezan a poner apellidos a un calvario que no tiene nombre.
El alcalde de Barbate, Miguel Molina, informaba de que «los dos marineros barbateños fallecidos en el 'Domenech de Varo' regresarán por fin a casa».
«Con una mezcla de tristeza y alivio, las familias de Tomás Ladrón de Guevara y José Antonio López finalmente han recibido la confirmación de que ambos descansaban en nichos anónimos del cementerio de San Román, en Arrecife, tras el naufragio del pesquero Domenech de Varo en 1973. Gracias al esfuerzo de sus familiares y a las pruebas de ADN, sus restos podrán regresar a la península este domingo: Tomás será sepultado en Benidorm junto a su esposa, y José Antonio en su Barbate natal«.
También hay otro cuerpo identificado, de un marinero natural de Sanlúcar, y aún quedan por culminar este arduo y delicado trabajo. En ese navío faenaban gaditanos originarios de Cádiz capital, Barbate, El Puerto y Sanlúcar. El regidor barbateño apunta que «sesde el Ayuntamiento, reconocemos la incansable labor de las familias y la Asociación de Víctimas, así como el apoyo de instituciones que hicieron posible este cierre. Hoy, estas familias podrán darles a sus seres queridos el homenaje y la paz que siempre merecieron».
Los restos que se han identificado se entregarán próximamente a la familia y serán incinerados. Es el final de un drama que conmocionó a vecinos. Una herida que durante medio siglo ha seguido escociendo y doliendo hasta que, al fin, 51 años podrán cerrarla, con el retorno de sus seres queridos a casa.
