Historia
El verdadero origen de los descubridores de los dólmenes de Antequera
Hasta ahora una creencia oral apuntaba a que los hermanos Viera procedían de Dos Hermanas
De los hermanos Viera, los descubridores de dos de los tres dólmenes de Antequera (Málaga) –el de Viera y El Romeral-, poco se sabía hasta ahora más allá de que su buen olfato y conocimiento de la zona acabaron dando con el hallazgo de unos sepulcros megalíticos, el llamado Sitio de los Dólmenes de Antequera , que están durante estas semanas en vías de convertirse en Patrimonio de la Humanidad. Se llamaban José y Antonio Viera Fuentes y trabajaban como funcionarios, fundamentalmente en las labores de jardinería, para el ayuntamiento antequerano a principios del siglo XX, cuando se produjo la hazaña por la que sus nombres quedarían impresos en la historia de este conjunto arqueológico.
Existía una creencia de que estos hermanos, aunque habían pasado buena parte de su vida hasta su fallecimiento en el municipio antequerano, procedían de la provincia de Sevilla, en concreto de Dos Hermanas. Un comentario que, en determinadas esferas del pueblo, se había ido extendiendo a lo largo del tiempo, tal y como confirma el director del conjunto arqueológico Dólmenes de Antequera, Bartolomé Ruiz, al indicar que « era vox pópuli el comentario en la ciudad de que eran nazarenos ».
Tal referencia llegó hace unos meses a oídos de un profesor de un instituto de Dos Hermanas, que decidió, tras conocer el dato en un documental emitido en televisión que, si dicha conexión entre los hermanos descubridores de los dólmenes y el municipio nazareno era cierta, había que ponerla en valor. La iniciativa de este docente, José Manuel Hinojosa-de-Guzmán, acabó materializándose con la visita que el alumnado del IES Ibn Jaldún de Dos Hermanas realizó al conjunto arqueológico para conocer las construcciones megalíticas y, de paso, rendir homenaje a los hermanos Viera.
A raíz de este acto conmemorativo y de apoyo a la candidatura a Patrimonio de la Humanidad, el conjunto arqueológico decidió iniciar una investigación para comprobar si, efectivamente, tal y como se había mantenido hasta ahora, estos hermanos tenían su origen en Dos Hermanas. Sin embargo, el informe elaborado por el archivero municipal de Antequera, José Escalante Jiménez, concluyó de una forma bien distinta a la esperada. La familia Viera al completo procedía de Sevilla capital y no del municipio nazareno.
A Antequera, por trabajo
Según reza en el documento al que ha tenido acceso ABC, el primer miembro de la familia que se instala en Antequera es José Viera Fuentes, en torno a 1893, tras ser contratado como jardinero por parte del ayuntamiento del municipio malagueño. Años después, en torno a 1899 o 1900, se trasladarían hasta allí el resto de miembros de su familia, esto es, sus padres, su hermano Antonio Viera y una sobrina del matrimonio. Así las cosas, tras un exhaustivo registro tanto en el archivo municipal de Antequera como en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla, se tiene constancia, incluso, de que el mayor de los hermanos, José Viera, fue bautizado en la parroquia de San Roque. «De estos hermanos no se sabía, hasta ahora, mucho más allá de que eran jardineros municipales», apunta en este sentido el archivero de Antequera.
Para dar con más detalles del origen de estos hermanos, se buscó también en los archivos parroquiales de San Roque y de San Bernardo , donde se han encontrado referencias a esta familia. La investigación, sin embargo, no ha logrado arrojar luz acerca del comentario popular, que relacionaba a estos hermanos con Dos Hermanas, ya que se han consultado tanto el archivo parroquial nazareno de Santa María Magdalena como el municipal de Dos Hermanas sin que, por el momento, exista ningún dato esclarecedor.
Este origen de los hermanos, hasta ahora desconocido, no cambia, sin embargo, la hazaña de su descubrimiento. Movidos por la curiosidad, José y Antonio Viera pensaron, acertadamente, que en las inmediaciones donde ya se había descubierto el dolmen de Menga podía haber más construcciones megalíticas del mismo estilo . Fue así como dieron con la llamada por ellos como Cueva Chica, que posteriormente los arqueólogos denominarían dolmen de Viera, en honor a estos hermanos. Más tarde, hallarían también el que denominaron como sepulcro del Cerrillo Blanco, que luego sería renombrado como dolmen de El Romeral, en referencia al nombre de la finca en la que apareció.