Sucesos
La última del IVI, el delincuente sevillano que siempre se escapa
La Policía lo detuvo hace unos días porque tenía una orden en vigor por un delito contra la Seguridad Vial, aunque intentó zafarse de los agentes, una vez más
La Policía lo ha definido en uno de los múltiples atestados en los que se detallan sus andanzas como «el líder de una empresa delictiva» que ha tocado más de un palo. Iván H. P. , alias Ivi, ha sido alunicero, se le ha investigado por tráfico de drogas y en otoño se prevé que se siente en el banquillo por un intento de homicidio . La víctima quedó paralítica a consecuencia de una brutal paliza. La Fiscalía le pide trece años de cárcel y podría ser la causa judicial que lo aleje de las calles una buena temporada. Aunque eso está por ver. Mientras se celebra el juicio o no, el Ivi está en libertad. Hace unas semanas sumó un nuevo arresto en el que además salieron lesionados dos policías.
Según detallan fuentes policiales a ABC, Iván trabaja en estos momentos en una discoteca de Dos Hermanas . Agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana lo localizaron el sábado 10 de julio en el interior del establecimiento y procedieron a ejecutar una orden de detención que tenía pendiente por un delito contra la seguridad vial. El Ivi atesora medio centenar de arrestos en su larguísimo historial.
Lo que debía ser una detención rutinaria se complicó cuando varias personas se enfrentaron a los agentes para impedir que arrestaran a Iván, que consiguió en un primer momento darse a la fuga . Según las mismas fuentes, salió del establecimiento y se dirigió hacia una zona de campo que hay junto a la discoteca que se ubica en el hipódromo de Dos Hermanas. La huida no duró mucho porque fue alcanzado por los agentes a unos 500 metros.
Las mismas fuentes detallan que el joven delincuente se resistió como gato panza arriba a ser arrestado pero finalmente fue reducido y conducido a dependencias policiales. Dos agentes necesitaron asistencia médica por lesiones. Lo que sigue a este relato es de sobra conocido por Iván. Fue puesto a disposición judicial y el juzgado que estaba en funciones de guardia lo dejó en libertad con cargos .
Alunicero, drogas y mucha violencia
Criado a caballo entre el Polígono Norte y El Vacie , Iván H. P. lleva años alternando periodos en prisión preventiva con etapas en libertad. Con 12 años ya había sido arrestado media docena de veces por robos con navaja y la sustracción de vehículos que luego empotraba contra los escaparates de los comercios .
Esa etapa como alunicero fue la que lo convirtió en un asiduo de los titulares de la crónica de sucesos. Hace varios años lideró una de las bandas del BMW que hicieron temblar al comercio por sus constantes golpes en los que no sólo se llevaban mercancía sino que además dejaban una sangría en daños considerable. En 2019, la Fiscalía pidió una pena ejemplar para esta organización en un escrito de acusación que se dirigía contra ocho aluniceros, entre ellos el Ivi. La suma de las condenas que reclama la acusación pública para los ocho procesados supera los 200 años. La Fiscalía hacía suya las conclusiones de la Udyco que tras meses de investigaciones pudo imputarles a los investigados 76 asaltos perpetrados entre septiembre de 2016 y marzo de 2017. A Iván H. P. le podrían caer hasta quince años, pero el juicio no se ha celebrado aún.
La Policía ya ha advertido en sus atestados de la «nula voluntad» del Ivi de concurrir a los llamamientos de la justicia y del riesgo que supone dejarlo en libertad a la espera de juicio. 2.000 euros es lo que tuvo que pagar de fianza para salir de la cárcel en septiembre de 2019 tras ser detenido por la brutal paliza que recibió un individuo en otra discoteca y en la que habría participado activamente este delincuente. Según el Ministerio Fiscal , en compañía de su tío y de otro amigo, le propinaron cuatro puñaladas por la espalda a la víctima que le provocaron un hemotórax, afectando a la médula espinal. La víctima cayó al suelo, donde siguió recibiendo golpes de los tres acusados, hasta que el Ivi acercó su coche, abrió el maletero y metió al herido dentro, tratando de cerrarlo con el propósito de arrojarlo al río Guadalquivir.
Pero la víctima recuperó la conciencia y comenzó a golpear el coche desde dentro. Los testigos que había en la puerta de la discoteca escucharon los golpes. La dueña de la discoteca pidió a los agresores que lo sacaran del maletero y eso fue lo que le salvó la vida, aunque a día de hoy está en silla de ruedas.
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