Crimen de Dos Hermanas
El abogado del «Pollino» recuerda el caso de Rocío Wanninkhof: «Todos se equivocaron»
Las acusaciones están «convencidas» de que los siete implicados en el triple crimen participaron en el secuestro y asesinato del «Turco», Sandra Capitán y su hija de seis años
El 25 de septiembre de 2001 la Audiencia de Málaga condenó a Dolores Vázquez a 15 años y un día de prisión por el asesinato de la joven Rocío Wanninkhof tras el veredicto de culpabilidad emitido por el jurado. El TSJA anuló dicha sentencia y ordenó repetir el juicio. No hizo falta. Pasó 17 meses en la cárcel por un error judicial . En 2006 Toni Alexander King fue declarado culpable de la muerte de Wanninkhof. Este caso ha sido expuesto este martes en el juicio con jurado que celebra la Audiencia de Sevilla contra Ricardo G.H., alias el «Pollino» , y seis acusados más por el secuestro y la muerte en septiembre de 2017 de Yilmaz Giraz, alias el «Turco», su pareja Sandra Capitán, embarazada de tres meses, y la hija de ésta de seis años. Sus cadáveres fueron hallados enterrados en una fosa séptica en una vivienda del barrio de Cerro Blanco de Dos Hermanas .
Jesús Rojo, abogado del « Pollino », para advertir a los miembros del jurado de que no hay pruebas que culpabilicen a su defendido, ha recordado durante la exposición de sus alegaciones previas que en el caso de Dolores Vázquez todas las partes de equivocaron y «equivocaron al jurado».
En este juicio, que se está desarrollando bajo estrictas medidas sanitarias contra el coronavirus y de acceso para proteger la identidad de los miembros del jurado, hay personadas, además de la Fiscalía, tres acusaciones particulares (el padre de Lucía, la familia de Sandra y una hija de Yilmaz) y seis defensas por los siete acusados: Ricardo G.H.; su mujer Elisa F.M; Ricardo G.G., alias el «Cabo» y padre del «Pollino»; y Joaquina H.J., madre del principal sospechoso. Estos cuatro conformarían el conocido como el clan de los «Cabos» . Además están acusados David. R.H.P., monitor de boxeo y conocido como el «Tapita»; José Antonio M.B., «Quino»; y Manuela M.O. La Fiscalía pide prisión permanente revisable para todos menos para Manuela y Joaquina, para quienes reclama 19 y siete años y medio de cárcel, respectivalmente.
Tanto en las acusaciones como en las defensas se han mostrado este martes, inicio del jurado que se prolongará hasta el mes de julio, ciertas diferencias frente a los hechos. Mientras Juanma Pérez, que defiende los intereses del padre de Lucía, reclama pena máxima para los siete acusados por asesinato, detención y tenencia ilícita de armas; y Juan de Dios Ramírez y Miriam Requena, letrados de la familia de Sandra Capitán y la hija del «Turco», respectivamente, solicitan también la condena más alta recogida en el Código Penal, pero además le añaden para todos el delito de pertenencia a grupo criminal .
«No hay participación individual, sino que al participar del mismo plan criminal tienen que tener la misma pena», según la letrada, para quien «no importa quien sea el sicario y quien los contrate o no». De hecho, estas dos acusaciones creen que los acusados secuestraron a las tres víctimas al mismo tiempo y no primero a Yilmaz y después a la madre y la hija.
Un «susto» por una deuda
En las defensas ocurre algo parecido. Mientras los letrados que defienden al clan de los «Cabos» han tratado de hacer ver hoy al jurado que no existen pruebas contra ellos , los abogados que defienden a David, José Antonio y Manuela han asegurado que sus clientes reconocerán los hechos que han cometido pero no su implicación en los posteriores crímenes, que todas las partes han catalogado de crueles y execrables.
David y José Antonio admiten haber sido contratados por el «Pollino» para secuestrar y «dar un susto» a Yilmaz Giraz por una deuda , a quienes llevaron a la fuerza desde su casa a la vivienda 168 de Cerro Blanco, donde fueron asesinadas y enterradas las tres víctimas.
Manuela, en cambio, admitirá que puso en contacto al «Pollino» con David para tal encargo , pero que ella no sabía nada de lo que pasó después. Ni estuvo en Dos Hermanas aquel día. Aunque para la Fiscalía Manuela «tenía pleno conocimiento, como Joaquina» de todo lo que pasó.
En lo que sí coinciden todas las acusaciones es en que los siete implicados participaron, «en manor o mayor grado», como ha dicho la Fiscalía, en el secuestro y asesinato de Yilmaz Giraz, Sandra Capitán y su hija, quien no murió por los disparos, sino «ahogada con el hormigón» usado para tapar la fosa donde fueron enterrados, según ha afirmado la abogada Miriam Requena, quien ha restado importancia a que Yilmaz tuviera un pasado vinculado al mundo de la heroína porque había «ordenado su vida» con Sandra, de la que esperaba un hijo.
La Fiscalía, en el relato de los hechos, ha definido como «un macabro plan» el puesto en marcha por el clan los «Cabos», dedicado al tráfico de drogas, especialmente heroína . Precisamente, el «Turco», como ha recordado la fiscal y algunad defensa, tenía antecedentes por tráfico de drogas.
Para que tal «macabro plan» tuviera éxito, el «Pollino» contactó con Manuela, quien presenta un extenso currículum delictivo. De hecho, cuando ocurrieron los crímenes de Cerro Blanco era beneficiaria de la suspensión de una pena de prisión y en enero de 2018, sólo meses después del triple asesinato, fue detenida junto a David por un robo perpetrado con violencia en el domicilio de una mujer mayor en Carmona , que se está investigando en un juzgado.
«Total premeditación para un macabro plan»
Manuela puso en contacto al «Pollino» con David y éste le traslado dicha propuesta a José Antonio. Todo a cambio de 3.000 euros. Ambos, de fuerte complexión, secuestraron y golpearon «brutalmente» a Yilmaz en la casa de Cerro Blanco , según la Fiscalía. Como éste se resistía a darle la «información», como dice el Ministerio Público, que los secuestradores querían, el «Pollino» y su mujer secuestraron a Sandra y a su hija y la llevaron también a la vivienda de Dos Hermanas.
Al verlas allí, David y José Antonio pidieron marcharse porque no querían seguir con su actuación. Estando Ricardo hijo y padre, y Elisa en el 168 de Cerro Blanco «asesinaron» a los tres. Después llegó Joaquina para ayudarles a encubrir los «brutales crímenes» . La casa después quedó «limpia y pulcra» para evitar la obtenión de pruebas o restos de ADN.
Para la Fiscalía existió «total premeditación» en estos crímenes como demuestra el hecho de que lo enterraron en una fosa para ocultar los cuerpos, que previamente fueron inmovilizados y golpeados , causando un sufrimiento físico y psíquico muy importante. El letrado de la familia de Sandra Capitán hace hincapie en la idea de la premeditación en la existencia de reuniones previas para organizar el secuestro del día 16 de septiembre.
En el turno de las defensas, todas han coincidido en que en Derecho cada persona tiene que pagar por lo que ha hecho, es decir, que «cada palo que aguante su vela». La abogada Alicia Suárez ha insistido en que su clienta, Joaquina, que se encuentra en prisión por otra condena y no por estos hechos como lo están los otros seis acusados, no está localizada en el momento y en el lugar de los hechos a la hora en la que presuntamente se cometen los crímenes.
Jesús Rojo, abogado del principal acusado, el «Pollino», quien inicialmente admitió los hechos pero después cambió su versión inculpando a David, ha admitido que nadie es insensible a las muertes de las personas, «aunque sea un traficante de drogas» , en referencia al «Turco».
Ha insistido en que no hay pruebas inculpatorias, sólo indicios, contra su cliente, aunque las acusaciones que están «convencidas» de la culpabilidad de todos. «A veces se equivocan» , ha afirmado, recordando al jurado el caso de Rocío Wanninkhof. Por último, se ha preguntado cuáll fue el móvil de estos crímenes. «¿Por qué ninguna acusación dice el móvil y por qué se pusieron de acuerdo?», ha planteado. Sobre la falta de pruebas ha incidido Félix Pascual, abogado de la mujer del «Pollino» y el padre de éste, a quienes acusan por indicios porque «a ninguno lo pillaron con las manos en la masa».
Los hechos ocurridos en Cerro Blanco, por la crueldad de los crímenes, que ocupan ya una página relevante en la crónica negra de Sevilla, tuvieron desde el principio una cobertura informativa bastante amplia . Por ello, las defensas han insistido en pedirle a los miembros del jurado que se abstraigan de lo leído y escuchado hasta ahora en los medios y actúen sin prejuicios sobre los acusados para un veredicto justo, adviertiéndoles de la tragedia que supone un inocente en la cárcel. «Que Dios les ayude» ha exclamado Félix Pascual.
Javier Gimeno Puche, único abogado de todos los personados que lo hace de oficio, ha iniciado sus alegaciones asegurando que cree en David, su cliente. « Interviene, junto a José Antonio, en la detención ilegal de Yilmaz Giraz , que después desgraciadamente falleció», ha manifestado el letrado, recordando que ya lo dijo «en Instrucción y donde ha hecho falta».
«De ahí a pedirle tres penas de prisión permanente revisable, va una vida». Ha subrayado que la actuación de David llevó a la investigación a descubrir algo fundamental, «lo que había sucedido». «Sólo secuestró a Yilmaz, cuando vio a Sandra y a su hija se va » de la casa de Cerro Blanco y a partir de entones no tiene más responsabilidad en los hechos.
Reconocen el secuestro del «Turco»
El abogado ha recordado que David, cuando se enteró por la prensa de que seguían buscando a las tres víctimas por una supuesta desaparición, colaboró con la familia de las víctimas y con la Policía para decirle donde podían estar los cuerpos, «dando nombres y apellidos» de quienes le contrataron para secuestrar a Yilmaz por una supusta deuda. « ¿Quién va a intervenir en tres asesinatos y después va a decir donde están los cuerpos o va a dejar en el lugar del crimen una botella de agua con sus huellas? ».
En esta línea argumental se ha pronunciado María del Mar Hermano, abogada de José Antonio M.B. « Mi cliente se declara culpable del secuestro de Yilmaz », pero no de los otros hechos. Se puso a disposición del Juzgado de Instrucción y de las familias, sólo conoce a David, que le ofreció « un asunto de cobro de morosos por el que había que darle un susto a una persona ».
Tanto José Antonio como David «participaron sin saber qué ocurriría después», pues se fueron cuando aparecieron por allí de forma obligada Sandra y Lucía. Por último, Diego Silva, abogado de Manuela M.O., ha insistido en que cada uno debe responder por sus hechos, y ésta, que viene acusada por la Fiscalía como cómplice del asesinato del «Turco» y autora de su secuestro , lo que hizo fue poner en contacto al «Pollino» con su amigo David, con quien fue detenida meses después por el robo a una anciana en Carmona .
Pero ella, según su defensa, « no estuvo en Dos Hermanas » aquel fatídico día. Del centenar de pruebas existentes en la causa, sólo una le inculpa y es la declaración de otro imputado, David.
El juicio continua es miércoles con la declaración de los acusados comenzando por el principal implicado, Ricardo G.H., el «Pollino», seguido de su mujer, su padre y su madre.
Noticias relacionadas