Dos Hermanas
Signos que llevan hacia Dios, la nueva iniciativa del Rocío de Montequinto
La hermandad rociera pone en marcha un proyecto para interpretar en lengua de signos sus actividades y cultos
Carmen tiene 42 años pero nunca, hasta ahora, había podido entender una misa. Su discapacidad auditiva le había impedido en todo este tiempo saber exactamente lo que se decía en estos oficios religiosos, a los que suele acudir con frecuencia como católica practicante que es. Esta situación, sin embargo, cambió radicalmente para ella y para otras tantas personas sordas que asistieron este pasado domingo a la eucaristía interpretada en lengua de signos que se llevó a cabo en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz de Montequinto, en Dos Hermanas.
La iniciativa se enmarca dentro del proyecto social «Consign@ Rocier@» , puesto en marcha por la hermandad de Nuestra Señora del Rocío de este barrio, una corporación que, concienciada con las necesidades del colectivo de afectados por problemas auditivos, ha decidido hacer partícipes a estas personas de sus actividades y cultos. El pistoletazo de salida se dio este pasado domingo con la interpretación en lengua de signos de la función principal de la hermandad, que ha celebrado en estos días su solemne triduo.
«A Carmen le solemos ir contando lo que va diciendo el sacerdote, pero no es lo mismo que lo sepa por ella misma», explicó una familiar que la acompaña. Como ella, otras tantas personas sordas pudieron este domingo entender todas y cada una de las palabras que se dijeron durante el oficio de la eucaristía, gracias al trabajo que desempeñaron para ello las tres intérpretes voluntarias; Miryam, Patricia y Jessica. Sus traducciones permitieron a otros como Eduardo Jaén, un sevillano con discapacidad auditiva, percibir ese sentimiento rociero que hasta ahora sólo había podido intuir a través de la emoción de los demás.
«Es una brillante iniciativa, con acciones como esta se hace más visible a un colectivo sobre el que la sociedad, en general, conoce poco», apuntó, por su parte, María José Abad, la gerente de la asociación Cultura de la Integración Sordo-Oyente (ACISO), que ha colaborado en la iniciativa. Se trata, tal y como definió el párroco que ofició la misa, Francisco Javier Nadal Villacreces, de una «gran obra de caridad» para « derribar muros y acercar a la gente el mensaje de Dios » con iniciativas de integración como esta.
La función principal, en su totalidad, fue interpretada en lengua de signos, incluso las canciones del coro rociero de la hermandad. Sus integrantes, de hecho, quisieron contribuir con la causa de forma especial cantando e interpretando con signos algunas de las estrofas del tema «Sueños de Rocío».
Acercar el Rocío
Este proyecto «Consig@ Rocier@» no se quedará ahí. El objetivo general de la hermandad es acercar el Rocío a estas personas y, para ello, además de algunas eucaristías en lengua de signos, se prevé también hacerlos partícipes de la peregrinación extraordinaria , que hacen cada año, a la ermita de la Virgen del Rocío en la aldea almonteña y realizar, para ello, el rezo del Ángelus o el canto de la salve rociera de forma signada, entre otras actividades. «Queremos que conozcan el mundo rociero, que no es solo cante y baile, también es estar con la Iglesia y ser misioneros », añadió su hermano mayor, Felipe Olivares del Rosal.
El germen de todo esto está en la propuesta que trajo uno de los integrantes del coro, Luis Fernández, quien había tenido contacto con personas sordas por su trabajo como docente y puso sobre la mesa la necesidad de hacer algo desde la hermandad para integrarlos en las actividades y cultos rocieros. El proyecto como tal empezó a gestarse de inmediato desde la Diputación de Formación, cuyo responsable Alberto Jiménez subrayó que se trata de una alternativa solidaria más para conseguir la integración de todos.
El fin de esta iniciativa no es otro que el de acabar con las barreras comunicativas que, a diario, tienen que sortear las personas con discapacidad auditiva, abriéndoles el camino para «escuchar» la palabra de Dios.