La Policía detiene al último implicado en la muerte de un joven de Dos Hermanas hace diez meses

La Policía puede darle ya carpetazo al crimen de Cayetano Romero , un joven vecino de Dos Hermanas que recibió una brutal paliza por un grupo de traficantes de las Tres Mil Viviendas. El cuerpo de la víctima apareció el 8 de marzo del año pasado en un paraje conocido como las Marías Chicas , junto a la avenida de Andalucía, en Dos Hermanas. En junio, los agentes cerraban siete detenciones pero faltaba un sospechoso más, que ha sido localizado hace unos días, según ha confirmado la Policía Nacional este lunes.

La investigación policial fue bautizada como «Operación Castaño» y desentrañó lo que había sido un ajuste de cuentas por un vuelco de un cargamento de marihuana.

Una droga cuya producción se ha trasladado desde el norte de África a Andalucía y que está motivando el enfrentamiento entre narcos . Según las pesquisas policiales, los detenidos secuestraron a Cayetano y a un compañero de trabajo y los trasladaron a un piso de las Tres Mil Viviendas, donde los torturaron para que hablaran. Los acusaban de haberse quedado con una partida que les pertenecía. La víctima y su amigo habían participado en la operación de compra-venta como intermediarios . Cayetano no pudo superar las heridas graves que sufrió.

El último detenido, de 38 años, había huido a Écija , donde permaneció oculto hasta el pasado mes de diciembre, cuando confiado de no estar siendo perseguido por la Policía, volvió a Sevilla, al domicilio paterno en las Tres Mil Viviendas, donde fue arrestado el pasado 10 de enero. Este individuo, que responde a las iniciales I. G. F., es hermano de uno de los siete arrestados en la primera fase. En junio, el juzgado de Instrucción 2 de Dos Hermanas ordenó el ingreso en prisión de dos de los implicados y a día de hoy permanecen presos I. G. F. y su hermano J. M. G. F.

Fuentes policiales relatan el importante dispositivo policial que se montó en la barriada de las Tres Mil Viviendas para poder detener al sospechoso. En la operación participaron agentes del grupo de operaciones especiales (GOES) y de la UPR.