Dos Hermanas
Los mensajes sorpresa con los que despiertan cada mañana los alumnos de un colegio sevillano
Cada día comienza de manera distinta para los pequeños del CEIP Rafael Alberti de Montequinto con frases como: «Quizás el secreto es no rendirse nunca»
Cuando los alumnos del colegio público de Montequinto Rafael Alberti llegan a clase por la mañana les espera siempre una sorpresa. «Si algo no salió como deseabas mañana habrá otra oportunidad», «Quizás el secreto es no rendirse nunca», «Ni lo que está delante, ni lo que está detrás es tan poderoso como lo que está dentro de ti», «Desarrolla siempre la pasión y la curiosidad por aprender, si lo haces jamás dejarás de aprender», «¿Conoces el dicho de 'Nada ocurre, por casualidad, eso es lo que me ha pasado a mí y mi causa habéis sido vosotros» o Con estos y otros muchos mensajes motivantes y llenos de buenos deseos comienzan las clases los pequeños de este colegio sevillano.
Sin previo aviso, una mañana como cualquier otra muchas pizarras de este centro amanecieron llenas de frases y dibujos motivacionales para los pequeños . ¿Quién estaba detrás de estos escritos, que han encandilado a alumnos, profesores y padres? Sin duda, una persona con gran sensibilidad y ganas de transmitir buenos deseos a todos, un valor que cada vez es más escaso y por lo que lo destacamos hoy en este periódico.
Tal y como ha hecho saber desde el centro, la personas responsable de esta bonita acción se llama Mari Carmen Rodríguez García, tiene 50 años y es de Dos Hermanas . Cada tarde es la encargada de dejar impolutas las clases de este colegio y entre tanto, saca tiempo para regalar estos mensajes que han calado a todos en el centro nazareno.
Desde el equipo directivo se confiensan sorprendidos por el bonito gesto de esta mujer que cada mañana motiva a los alumnos a encarar las tareas del día con alegría y buenas vibraciones. El carácter Mari Carmen y sus mensajes mantienen enganchados a los pequeños.
Las peculiares comunicaciónes de tiza son "de ida y vuelta", ya que los alumnos se han atrevido a escribir para ella en las pizarras, generando una entrañable conversación. Es más, uno de los días la protagonista de esta historia no pudo acudir a clase, por lo que no hubo mensaje por la mañana, y los pequeños, preocupados, le dejaron uno a ella.
Este periódico ha tenido la oportunidad de charlar con Mari Carmen acerca de su bonita iniciativa.
¿Cómo se le ocurrió comenzar a poner ese tipo de frases en las pizarras de las clases del colegio?
Lo vivo a diario en casa, tengo dos hijos adolescentes y no salen de casa sin algún consejo o reflexión. Entonces cuando llegué al colegio, como madre me pregunte porque así lo sentía: ¿Si lo hago con mis hijos, por qué no hacerlo con estos niños?
Había algo en mi interior que me llevaba a hacerlo, pensar en ellos como mis propios hijos, esa fue la motivación y el inicio. Aunque me inundaba las dudas y los miedos de cómo lo recibirían los profesores y los niños mi osadía, mis compañeras de limpieza me animaron diciendo: «¡Tú lo pones!, pronto sabremos si has hecho bien o mal». Y la verdad es que lo recibieron muy bien, tanto profesores como los niños. Y gracias a ellos, que hicieron posible que mi ilusión se llevara a cabo dejándo compartir sus pizarras conmigo a lo largo de estos seis maravillosos meses.
¿De dónde extrae las frases?
Las frases me salen de diferentes maneras. Unas las busco en Internet, procurando que sean adecuadas para ellos y aportando siempre un toque personal. Otra las recibo del centro de mi corazón, es difícil definir el cómo. Me brotan de la letra de alguna canción, de un libro que leo. Estudio la importancia de la sonrisa, el no enfadarse y el poder de un abrazo buscando estímulos y motivación.
¿Qué siente las tras reacciones de los niños ?
Ante todo siento mucho amor, un oleaje de emociones me recorre todo el cuerpo, por lo mucho que recibo a cambio de nada. Cuando leo sus post-it con mucha gratitud, los dibujos de sonrisas, los "te queremos" y todas las tengo guardadas en mi libreta. Me conmueven sus escritos hacia mi persona.
Me quedo con que la motivación es mutua. Ellos entra en el cole con la alegría de ver mis frases y yo entro en mi trabajo feliz, sabiendo que estamos cuidando y mimando a nuestros futuros policías, médicos, administrativas, etc. ¡Ellos son nuestro futuro!
Poco más que añadir a las palabras de Mari Carmen, o quizás sí, uno de sus mensajes mañaneros, para cerrar esta noticia: «Cada mañana al levantarnos no olvidemos vestirnos con la tierna compasión, bondad, la paciencia, empatía y muy importante, ¡la sonrisa! Todos estos complementos tienen un único valor, el del amor. ¡Y pega con todo!».