Dos Hermanas

Indultan al dueño de un bar de Dos Hermanas que fue condenado por exceso de ruidos

La Justicia le impuso una pena de cuatro años de cárcel por «ruidos intolerables» que afectaron el descanso de los vecinos

Imagen de archivo de un velador en la zona donde estuvo el bar denunciado L. M.

L.M.

El empresario sevillano condenado a cuatro años de cárcel por exceso de ruidos en el bar del que era propietario en Dos Hermanas no tendrá, finalmente, que cumplir su pena de prisión. El Gobierno central lo ha indultado de forma parcial al conmutarle la pena privativa de libertad impuesta por la Audiencia Provincial de Sevilla por otra de dos años de prisión. El empresario G.B.P. fue condenado en 2012 por un delito de contaminación contra el medio ambiente, en su modalidad de contaminación acústica, como consecuencia de los « ruidos intolerables » que se generaban en su bar El Coyote y que afectaban al descanso de los vecinos.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba este 2 de enero la orden de indulto para este empresario de la hostelería, condenado por unos hechos que sucedieron entre agosto de 2007 y mayo de 2008, y en cuya sentencia de la Audiencia de Sevilla también se condenaba a la encargada del negocio, S.B.M., quien ya fue indultada de la misma pena en 2013.

Según se desprende del Real Decreto 757/2016 de 30 de diciembre, para el expediente de indulto, a propuesta del Ministro de Justicia, Rafael Catalá, y previa deliberación del Consejo de Ministros, se tuvieron en cuenta los informes del Tribunal sentenciador y del Ministerio Fiscal , que indicaban ya que la pena que le debían imponer por ley era excesiva.

La sentencia de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla lo condenó a cuatro años y un día de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión u oficio relacionados con la explotación de negocios de hostelería y esparcimiento que requieran licencia para emitir grabaciones de música o música en directo, por el mismo periodo de cuatro años y un día, por los ruidos que afectaron «gravemente» al «sosiego y descanso nocturno» de los vecinos del entorno del bar, ubicado en la avenida de España de Dos Hermanas.

Quejas de los vecinos

Según publicó ya ABC tras tener acceso a la sentencia –confirmada por el Supremo en 2013-, los procesados ponían la música «a diario» pese a que « conocían las graves molestias que causaban a los vecinos, que mostraban sus quejas», puesto que la Policía Local acudía al bar tras las llamadas de los estos, aunque los acusados «volvían a conectar la música» cuando se marchaban.

El Ayuntamiento nazareno llegó a abrirles un expediente sancionador por los «ruidos abusivos» y en diciembre de 2007 se ordenó como medida provisional el precinto del «foco emisor» que los acusados lograron «burlar» al conectar «un ordenador y un televisor a un amplificador» para emitir música a «elevado» volumen sin pasar por el limitador.

Tras comprobar por medición que se superaban los límites máximos de ruido permitidos, en enero de 2008 se ordenó la suspensión de la actividad, aunque «nunca» se atendieron los requerimientos y la Policía tuvo que precintar, de nuevo, el bar tres meses después.

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