Dos Hermanas

El hombre encerrado en el palomar parecía «un preso de los nazis» por su deplorable estado

La víctima continúa ingresada tras haber permanecido retenida por sus hermanos en «condiciones infrahumanas»

L.MONTES

El hombre de 59 años, que permaneció confinado en el palomar de su casa de Dos Hermanas por sus propios hermanos y que fue liberado por la Policía Nacional tras descubrir el habitáculo por casualidad, continúa ingresado en el hospital Virgen de Valme de Sevilla, pendiente de evolución, después de que los agentes lo encontraran en un estado de salud e higiene «lamentables». De hecho, fuentes cercanas al caso aseguraron que la situación en la que se encontraba era «espeluznante» y que el estado raquítico de la víctima se asemejaba a los de los propios «presos de los nazis» .

Desde que ocurrieran los hechos, el pasado 17 de diciembre, los servicios sociales del Ayuntamiento de Dos Hermanas se encuentran en contacto permanente con el propio centro hospitalario así como a disposición de lo que dicte la autoridad judicial en este sentido. Fuentes municipales explicaron, de hecho, que se está «a la espera» de conocer cómo evoluciona la víctima antes de tomar una decisión sobre su futuro, aunque «con toda probabilidad» podría ingresar en una residencia o centro especial.

La víctima llevaba 20 años sin haber sido valorada por ningún médico, pese a sufrir «problemas mentales», según la versión de los hermanos detenidos, aunque fuentes cercanas al caso descartan que este vecino nazareno hubiera permanecido todo ese tiempo encerrado en el camaranchón de la vivienda, ya que la mayoría de los vecinos coinciden en afirmar que llevaban sin verlo entre seis y diez años .

Los agentes lograron liberar a la víctima del encierro, «en condiciones infrahumanas», al que había sido sometido, después de que accedieran al interior del domicilio tras acompañar a su hermano mayor, Guillermo, de 76 años, que se encontraba con claros síntomas de embriaguez. Habían sido los propios camareros del bar La Cañada, ubicado a unos 500 metros de la vivienda, quienes habían llamado a la Policía por las molestias que estaba provocando, con voces, insultos e, incluso, varias caídas en la propia calle.

Sospechas de la Policía

Los policías llevaron al hermano, que no opuso resistencia, hasta su casa, ubicada en el número 26 de la calle San José, en pleno centro de Dos Hermanas. Sin embargo, una vez en su interior, una puerta cerrada con una cadena tipo pitón y un candado llamó la atención de los agentes. Fue entonces la hermana, de 61 años, que se encontraba también en la vivienda en esos momentos, la que explicó que ahí vivía su hermano, cuya pensión de 1.000 euros administraba ella misma. Una vez en el interior de este palomar, sin techo y de unos tres metros cuadrados, los agentes hallaron a la víctima desnuda y tumbada en un colchón, rodeada de suciedad, con botellas y cubos donde hacía sus necesidades básicas y sin acceso a agua corriente ni aseo.

Tras ser detenidos en aquel momento, los dos hermanos se encuentran en libertad con cargos, acusados de delitos contra la integridad moral, de malos tratos en el ámbito familiar y de detención ilegal. Se da la circunstancia de que la víctima era muy conocida en Dos Hermanas , donde todos recuerdan su forma «peculiar» de andar, fumar o vestir. Algunos vecinos explican que era habitual verlo sentado en los bancos de la céntrica plaza de la Constitución, frente al Ayuntamiento, y la mayoría coincide en afirmar que era « completamente inofensivo ».

Nadie, sin embargo, se había preguntado qué había sido de este hombre en todo este tiempo. Los vecinos más próximos pensaban que no salía a la calle por su estado de salud y otros que estaría ingresado en alguna residencia.

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