Una fotografía del sevillano Raúl Díaz, en el calendario 2017 de la multinacional Fujifilm

El fotógrafo de Dos Hermanas, Raúl Díaz, ha sido uno de los ganadores del concurso de fotografía , convocado por la multinacional Fujifilm en España, para ilustrar el calendario 2017 que cada año edita esta compañía conocida por sus cámaras fotográficas. La instantánea realizada por Díaz durante una tradicional procesión en el municipio nazareno ha sido una de las imágenes seleccionadas por el jurado de este concurso para adornar, en este caso, el mes de marzo.

El momento capturado por este fotógrafo nazareno refleja uno de los instantes de una procesión religiosa que tuvo lugar en Dos Hermanas durante el mes de mayo y en la que se puede ver a dos jóvenes costaleros, justo a las puertas de la casa hermandad de la Oración en el Huerto. «La fotografía está realizada en mi localidad y eso le da más importancia para mí, ya que curiosamente la imagen está tomada en una tradicional procesión, pero desde un punto de vista y visión muy particular que aún me hace disfrutar mucho más de realizar fotografías de actividades que tantas veces he fotografiado», explica su autor.

Era la primera vez que Díaz se presentaba a este concurso, puesto que, según asegura, no suele participar en certámenes de este tipo si bien cuenta en su currículum con premios anteriores por fotografías de bodas, paisajes, de tipo social o periodísticas. Según las bases, en este concurso de Fujifilm han podido participar fotógrafos, mayores de 18 años, de toda España y Portugal, cuyas fotografías han sido votadas, en una primera fase, por los mismos participantes para que, a continuación, el jurado escogiera la foto de cada mes entre las imágenes más votadas.

Según ha reconocido Díaz, este premio es toda una satisfacción ya que « nada ilusiona más que ver tu fotografía impresa ». Este fotógrafo nazareno comenzó a hacer sus primeras fotos allá por el año 1992 y desde entonces no ha parado. «Le quité la cámara a mi padre y empecé a sacar fotos en la Expo ‘92», recuerda.

Formado en la Escuela de Arte de Sevilla, siempre lleva encima una cámara porque lo que verdaderamente le apasiona es la « fotografía de calle », esa que surge de los pequeños detalles, de las tareas rutinarias que pasan desapercibidas para la mayoría de la gente, pero no para él. «Me gusta fotografíar el día a día. Me fijo en las miradas, soy un adicto de la luz y las sombras, y en el momento en que me llama la atención algo, agarro la cámara para captura la foto».