CRIMEN MACHISTA

La fiscal rebaja a 23 años su petición de cárcel para el acusado de matar a su mujer en Dos Hermanas

El abogado de dos de las hijas del matrimonio mantiene la prisión permanente revisable

La Policía entra con el acusado en su casa para la reconstrucción de los hechos un día después del asesinato Manu Gómez

J.D.

El juicio con jurado celebrado esta semana en la Audiencia de Sevilla contra Emilio V.T. por acabar con la vida de la que fue su mujer durante 47 años ha terminado este viernes. La Fiscalía ha rebajado su petición de pena a 23 años de cárcel de los 25 iniciales como presunto autor de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y con las agravantes de género y parentesco.

Este cambio del Ministerio Público se produce después de la práctica de la prueba en la vista oral, pues en base a la misma la fiscal aprecia que se da la atenuante de confesión. Emilio V.T., después de matar a su mujer, llamó a una de sus hijas y al servicio de emergencias 112 de Andalucía para contarles lo que había hecho.

De otro lado, el abogado Álvaro Castillo Fontalba, que ejerce la acusación particular en nombre de dos de las hijas del matrimonio, ha ratificado su petición de prisión permanente revisable para el acusado, cuya defensa mantiene la libre absolución para su cliente y, de forma alternativa, considera que los hechos constituye un delito de lesiones graves con resultado involutario de muerte.

Sobre las 15,30 horas del día 26 de enero de 2019 , el acusado llegó a la vivienda familiar, en la calle Cepeda de Dos Hermanas , después de jugar su habitual partida de dominó en la asociación de vecinos y del bar. La mujer le había pedido que estuviera en casa a las dos y media y se lo reprochó, además de decirle que otra vez venía borracho . Los problemas con el alcohol del acusado venían de lejos.

Cogió el hacha cuando se cansó

La esposa le señaló que iba a salir sola esa tarde y el acusado se lo negó, quitándole las llaves y cerrando la puerta. Ahí comenzó una discusión entre ambos. En el transcurso de la misma, el varón comenzó a golpearla, haciéndola caer por las escaleras del sótano . Allí continuó propinándole patadas y puñetazos . Cuando se cansó, como el acusado confesó en el interrogatorio, cogió un hacha para seguir golpeándola .

La mujer presentaba casi un centenar de lesiones por todo el cuerpo, según la autopsia. Cuando la mató, Emilio V.T. llamó a su hija para decirle que había matado a su madre a palos en el sótano . Después hizo lo mismo con el 112, extremo que reconoció ante los agentes de la Policía Nacional desplazados a la escena del crimen.

«Estaba borracho perdido, como una cuba, cansado de estar tratando con ella», narraba el acusado durante su declaración, quien después reconocía que golpeó «por todos lados» a la mujer con el hacha que tenía en el sótano, sin recordar si lo hizo «mil, dos mil, cinco o diez veces , pues estaba ciego de alcohol y no sabía lo que hacía».

Eso sí, aseguraba que acometió los golpes con el lado romo del hacha. «No le di con el filo» , defendía, aunque los forenses en el juicio señalaron que también tenía heridas del lado cortante del hacha.

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