Sucesos
Diez años de cárcel por un tiroteo contra una discoteca en Dos Hermanas a la que no le dejaron entrar por ir borracho
Los disparos de perdigones hirieron a siete clientes que se encontraban en el exterior; uno de ellos perdió la visión total de un ojo
La Audiencia de Sevilla ha condenado a diez años y dos meses de prisión a Michael T.C. por las lesiones y heridas de diferente gravedad que ocasionó a siete personas por los disparos que efectuó a las puertas de una discoteca en Dos Hermanas después de que por dos veces los porteros no le dejaran entrar en la misma por ir borracho . Volvió una tercera vez pero esta vez con un arma de fuego en la mano.
Los hechos ocurrieron sobre las cinco de la madrugada del 2 de octubre de 2016 . A esa hora, el acusado, junto con otras personas, acudieron a la discoteca Sala Hispano , ubicada en la avenida 28 de febrero de la localidad nazarena. Los trabajadores de seguridad del establecimiento no les permitieron el acceso porque se encontraban bajo los efectos del alcohol. Aquello derivó en una breve discusión.
Si bien, Michael abandonó el lugar junto a sus amigos, pero permaneció durante un tiempo por las inmediaciones de la discoteca. Con posterioridad, sobre la 6.30 horas, el acusado regresó de nuevo su coche, estacionando frente a la entrada de la discoteca .
Antes de irse, avisó
Tras bajarse del vehículo, se dirigió a los porteros del establecimiento exigiendo nuevamente que le permitieran la entrada en el local, pero éstos volvieron a negarles el paso porque estaba borracho «y no tener las condiciones idóneas para permanecer en el interior del local », según se recoge en la sentencia de la Audiencia de Sevilla , a la que ha tenido acceso este periódico.
El acusado decidió regresar a su coche, pero antes se dirigió a los porteros para decirles que « si así estaban haciendo su trabajo iban a cerrar la discoteca ». Se marchó del lugar realizando una maniobra brusca y derrapando con su vehículo.
Transcurridos escasos minutos, el acusado, portando arma de fuego, se apostó de pie en la esquina de la calle Martinete, situada aproximadamente a unos 30 metros de distancia de la puerta del local, lugar donde se encontraban entre 20 o 30 personas (entre clientes y personal de local).
Paradero desconocido
En ese momento, comenzó a disparar, alcanzando a siete clientes de la sala que estaban fuera, algunos de los cuales resultaron con importantes lesiones. Llegó a realizar hasta cuatro disparos con la escopeta. Después abandonó la zona en su coche, permaneciendo en paradero desconocido hasta el día 14 de octubre de 2016, fecha en la que fue detenido en el domicilio de un familiar en Alcalá de Guadaíra.
Uno de los heridos recibió el impacto de los perdigones por todo su cuerpo, alcanzando incluso el ojo izquierdo , sufriendo perforación ocular en dicho ojo, desprendimiento total de retina, desprendimiento de vítreo y atrofia de iris. Sufrió la pérdida total de la visión del ojo izquierdo. El resto de clientes recibieron perdigones por todo el cuerpo, pero con heridas menos graves.
La Audiencia expone que en la casa de Alcalá de Guadaíra donde fue detenido el acusado se hallaron una escopeta de dos cañones yuxtapuestos calibre 12 y una escopeta monocañón marca Benelli del mismo calibre, pero a nombre de otra persona.
Por estos hechos, el acusado fue juzgado por la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla los pasados días 15 y 16 de febrero. La sentencia, con fecha de 26 del mismo mes, condena a Michael T.C., a siete años de cárcel por el delito de lesiones agravadas contra el varón que perdió el ojo, dos años y medio de cárcel por otro delito de lesiones; diez meses de multa a razón de doce euros diarios por otros cinco delitos de lesiones y ocho meses de prisión por tenencia ilícita de armas. Además, deberá indemnizar a las siete víctimas con un total de 122.000 euros.
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