Tribunales
El descuartizador de Dos Hermanas: «No sabía lo que hacer con el cuerpo de mi tío»
En una declaración exprés, Francisco Javier Román de Dios acepta la acusación de la Fiscalía que pide 25 años
El descuartizador de Dos Hermanas ha declarado este viernes ante el tribunal popular que deberá decidir en los próximos días si fue la persona que mató y descuartizó a su tío Diego De Dios en la vivienda que compartían en Dos Hermanas, en febrero del año pasado.
La esperada declaración del acusado ha sido rápida, apenas ha durado unos minutos, porque la fiscal sólo le ha hecho una pregunta : «¿Son ciertos los hechos que relata el escrito de acusación del Ministerio Fiscal?». Francisco Javier Román de Dios, de 39 años, ha respondido que sí y la acusación pública no le ha dirigido más cuestiones para sorpresa de los presentes en la sala.
La Fiscalía solicita para el procesado 25 años y 5 meses de prisión por un delito de asesinato y otro de profanación de cadáveres. «Son unos hechos muy desagradables, que van más allá de la muerte de una persona. No fue un simple homicidio. El acusado dejó inconsciente a la víctima y la remató con 12 golpes. Sabía lo que hacía y quería hacerlo».
De esa manera ha defendido la fiscal ante los miembros del jurado popular el contenido de su escrito de acusación; si bien ha tenido que enmendarlo en parte al retirar la agravante de parentesco que pedía . Esa circunstancia sólo es de aplicación para familiares de primer grado como hermanos e hijos.
«Nos repugna como sociedad»
Sobre la parte más cruenta del caso, el descuartizamiento del cadáver de la víctima, la fiscal sostiene que si el acusado quería deshacerse del cuerpo no habría sido necesario lo que hizo . Además ha anticipado que los forenses previsiblemente explicarán que fue un trabajo minucioso, al que le dedicó varios días, evidenciando una terrorífica dedicación en despiezar poco a poco el cadáver. «Estos hechos tienen un plus que nos repugna como sociedad».
En el relato de los hechos que hace la Fiscalía y que Francisco Javier ha admitido con un escueto y sin matices «sí», se detalla cómo tras acabar con la vida de Diego de Dios, golpeándole hasta destrozarle el cráneo con un martillo y una picola, trasladó el cuerpo al baño de la vivienda y allí comenzó a descuartizarlo con un serrucho de grandes dimensiones .
El acusado estuvo varios días conviviendo con partes del cuerpo de la víctima hasta que fue arrestado
La fiscal describe, como si fuera una lección forense, cómo fue cortando cada parte, desangrándola y guardándola en paquetes. Para ello usó varios cuchillos y una chaira que le ayudó a afilarlos. La víctima murió en la noche del 26 de febrero y la Policía Nacional accedió a la vivienda tras recibir una denuncia por la desaparición de Diego el día 29. Casi tres días en los que el acusado estuvo conviviendo con partes del cuerpo , ya que se deshizo de algunos miembros junto al río Guadaíra, bajo el puente de la SE-40.
La letrada de oficio del acusado le ha hecho alguna pregunta más. Francisco Javier ha asegurado que no quiso matar a su tío y que está arrepentido . Diego de Dios, que tenía 54 años cuando fue asesinado, había acogido en su casa a su sobrino, procedente de Gerona, con quien estuvo viviendo tres meses. La convivencia era mala porque el acusado vendía objetos de la víctima sin su consentimiento. La venta de una consola fue el detonante de la última discusión.
La defensa sostiene que no hubo profanación del cadáver sino que Francisco Javier no sabía lo que hacer con el cuerpo y que los hechos estuvieron marcados por la condición de drogadicto del acusado, quien ha asegurado que consume desde que tenía 17 años. «No quise atentar contra la memoria de mi tío. No sabía lo que hacer con el cuerpo» .
Su abogada ha culpado a la prensa de haber condenado previamente a su cliente: «Yo estaba de guardia cuando a las 72 horas de ocurrir los hechos me trajeron a Francisco Javier. Ya venía condenado porque en ese tiempo la prensa se había dedicado a contar los detalles más escabrosos ».
También ha desmentido una información que en su día facilitaron fuentes de la investigación y que aseguraba que el acusado ya había sido condenado por un crimen ocurrido años atrás en Cataluña . «Eso no es cierto. El único antecedente que le consta es por un asunto de drogas». Lo cierto es que la Fiscalía no pide la aplicación de la agravante de reincidencia.
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