Los clubes de lectura de Dos Hermanas cierran sus puertas hasta septiembre

Los once clubes de lectura con los que cuenta la biblioteca municipal Pedro Laín Entralgo de Dos Hermanas acaban de cerrar sus puertas hasta el próximo mes de septiembre. La actividad en estos clubes volverá, por tanto, con el nuevo curso cuando se estrene además otro club de lectura, el duodécimo ya en la lista de estos grupos lectores que se reúnen mensualmente para hablar, compartir ideas y debatir en torno a un libro en concreto.

Según ha informado la dirección de la Pedro Laín Entralgo, a partir de septiembre se pondrá el marcha el nuevo club de lectura de literatura contemporánea , coordinado por María del Carmen Casanova, quien ya tiene experiencia en esto de compartir lecturas al haber formado parte del club Manantial, uno de los más antiguos de la biblioteca nazarena.

En la actualidad, un total de 176 personas pertenecen a alguno de estos once clubes de lectura, de los cuales cuatro están coordinados por personal de la biblioteca y siete por voluntarios. Son, en concreto, cinco clubes de literatura contemporánea, dos de desarrollo personal, uno de novela de intriga, uno de literatura fantástica, uno de inglés y otro de francés.

A lo largo del curso, cada club se ha reunido mensualmente para comentar los libros leídos, siendo la mayoría de ellos prestados a la biblioteca procedentes de otras bibliotecas de Andalucía, que también desarrollan la actividad de clubes de lectura.

Además de estas reuniones para comentar el libro, la biblioteca organiza también otras actividades culturales de convivencia entre todos los clubes como sesiones de cuentos para adultos, visitas a exposiciones, un maratón de lecturas, presentaciones de libros y excursiones.

Fidelidad al club

Los clubes de lectura se vienen desarrollando en la biblioteca Pedro Laín Entralgo desde hace doce años. Según explican, esta actividad engloba «lectura, cultura y convivencia», lo que implica que « la fidelidad de los miembros hacia su club de lectura sea muy alta », creándose «lazos de amistad y complicidad, por lo que las bajas no suelen darse». La biblioteca mantiene, incluso, una lista de espera de personas que quieren integrarse en algún club.