Sucesos

Una botella de champán fue la causa de la salvaje pelea en un bar de copas de Montequinto

La Policía detiene a dos personas que participaron en la reyerta y que dejó varios heridos, dos de ellos tuvieron que ser intervenidos

Una imagen del vídeo que grabó uno de los clientes tras la pelea ABC

S. Tubio

Una simple botella de champán fue el detonante de la brutal pelea que estalló el pasado 30 de noviembre en el interior de un bar de copas de Montequinto. Varios testigos grabaron vídeos del estado en el que quedó la sala, con el suelo cubierto de manchas de sangre. Unas imágenes que se hicieron virales en las redes sociales. La Policía Nacional ha confirmado este lunes la detención de dos implicados en esa pelea que dejó varios heridos hospitalizados.

Según ha explicado la Policía, dos miembros de dos grupos que se encontraban dentro del bar Bravissimo se enzarzaron en una pelea por una botella de champán que derivó en empujones y lanzamiento de vasos, baquetas, sillas y cachimbas. Algunos llegaron a utilizar varillas metálicas como armas punzantes. Dos personas heridas tuvieron que intervenirlas quirúrgicamente.

La investigación llevada a cabo en la comisaría de Dos Hermanas identificó hasta nueve personas que habrían estado implicados en la pelea y dos de ellos, D.R.C., y F.C.C., de 41 y 24 años respectivamente, se les relaciona con las conductas más graves. Estos últimos son los dos detenidos que ya pasaron a disposición judicial. Uno de los grupos lo conformaban amigos que estaban festejando la Navidad, según detalla la Policía. Mientras que el otro lo integraban tres hermanos y un amigo.

Una testigo relató a ABC cómo tuvieron que refugiarse en los aseos del local cuando estalló la pelea. «Pasamos un miedo horrible; a una compañera le dio un ataque de ansiedad allí dentro. Desde allí una persona pudo llamar al 112, pero la Policía no llegó en ese rato». «Las mesas volaban, las sillas, copas, cachimbas...». «Cuando nos dijeron que podíamos salir, corrimos hasta la puerta sin saber si estaban fuera y seguían peleándose y sin saber si estaba la Policía o no. Había sangre por el suelo, todo estaba destrozado, no quedaba nada».

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