Adiós a doña Pepita Núñez, la maestra de varias generaciones de nazarenos

Josefa Núñez, más conocida popularmente como « doña Pepita Núñez », la maestra que impartió clases durante décadas a varias generaciones de niños en Dos Hermanas, falleció el pasado 19 de octubre, a los 94 años de edad en la ciudad nazarena. Siempre activa y con una memoria envidiable hasta sus últimos días de vida, doña Pepita no quiso faltar tampoco este año a su cita con la Santísima Virgen de Valme el domingo de romería, el día 16 de este mes, llegando a acompañar a la Protectora en su carreta durante un largo trayecto. Sin embargo, al poco tiempo comenzaría a sentirse indispuesta falleciendo finalmente tres días después.

Con una gran vocación por la enseñanza , Josefa Núñez se ganó pronto el tratamiento de «doña Pepita» entre todos sus alumnos, quienes la siguen recordando hoy en día así. En una primera etapa, impartió clases en Lebrija, aunque siempre tuvo claro que quería volver a Dos Hermanas, donde trabajaría finalmente durante el resto de su vida profesional. Lo hizo en la escuela pública que, allá por los años veinte, se creara en la antigua hacienda de La Almona . Un centro, primero llamado José Antonio Primo de Rivera y posteriormente Vicente Aleixandre, que hoy ya no se encuentra en esta ubicación como tal, pero en el que recibieron sus primeras lecciones cientos de escolares de Dos Hermanas.

Siempre dispuesta a participar en proyectos de diferente índole, doña Pepita llegó a ser la promotora del grupo de villancicos que se creó en la escuela. « Fue una maestra que dejó huella entre el alumnado », asegura una de sus antiguas alumnas, Loli López. Y es que, pese al paso del tiempo, era una maestra que se acordaba de todos aquellos niños que pasaron por su aula. «Siempre que salía a la calle se encontraba con algún alumno o alumna que le hacía recordar sus tiempos de maestra, tenía muy buena memoria y si le decías de qué familia eras, te contaba alguna anécdota», recuerda esta misma antigua alumna.

Josefa Núñez había enviudado hacía unos años y no tenía hijos. Quienes la conocieron cuentan que salía cada tarde a pasear , siempre que su salud se lo permitía, y tomaba café en un conocido bar del centro de Dos Hermanas, zona en la que tenía establecida también su vivienda. De carácter generoso, colaboró con Cáritas y llegó a prestar su apoyo a una iniciativa solidaria que se organizó en verano en el municipio nazareno para dar clases gratuitas a niños de familias sin recursos. Le gustaban las matemáticas , algo que siempre intentó inculcar a sus alumnos.

Doña Pepita Núñez formó parte de una generación de maestras de Dos Hermanas que marcó durante décadas a los nazarenos. Uno de los últimos actos públicos a los que acudió esta docente fue al homenaje que la agrupación literaria María Muñoz Crespillo de Dos Hermanas quiso rendirle en 2013 a ella y otras maestras como Ana Ruiz Capdevilla, quien destacó el amor por la educación y la enseñanza de su compañera tras conocer su muerte.