ARMADA

El tercio de Armada se examina para desplegar en Rumanía

Tropas de Infantería de Marina pasan la calificación operativa que les permitirá participar por primera vez en la misión internacional de la OTAN en el país fronterizo con Ucrania

Fotos: Adiestramiento en El Retín para defender la frontera de Rumanía y Ucrania

El tercio de Armada se examina para desplegar en Rumanía en la sierra del Retín. ANTONIO VÁZQUEZ

Todavía el sol no ha terminado de salir y en el campo de adiestramiento de la sierra del Retín, en Barbate, ya se están preparando para una jornada clave. La escena parece real, porque esa es la intención, aterrizar en otra realidad lo más entrenado posible. Los fusileros del Tercer Batallón Mecanizado del TEAR hablan entre ellos antes de comenzar los ejercicios que simulan situaciones que se podrán encontrar sobre el terreno. Cascos, chalecos antifragmentos, ametralladoras ligeras y vehículos de combate Piraña. Más de 200 infantes de Marina se adiestran para contribuir a la presencia de tropas de la OTAN en el país del este de Europa frente a la amenaza de la Rusia de Putin.

Este ejercicio está previsto que se realice el próximo mes de octubre, así que los 250 efectivos cambiarán el escenario gaditano -y sus agradables temperaturas- por el del país de los Cárpatos. Por lo que hay un riguroso trabajo hasta entonces. Los próximos meses se presentan estrictos. El esfuerzo para este subgrupo táctico del Tercio de Armada será cada vez mayor.

El cometido del contingente será en el despliegue de fuerzas de la OTAN como parte de la contribución de España a la disuasión y defensa en Rumanía. Una vez que estén desplegados en el próximo destino, habrá un adiestramiento constante, tanto del subgrupo táctico como del resto de unidades de otros países que integran el batallón internacional -liderado por Francia- donde el objetivo principal será garantizar el funcionamiento necesario para responder al enemigo de forma eficaz.

En la localidad de Cincu permanecerán seis meses. Se marcharán en otoño y volverán en primavera. Serán los primeros militares españoles en llegar a esta zona. Se trata de una misión fundamental para España y se prevé que dure unos diez años, con misiones cada seis meses. Unos llegan, otros se van. Y así durante una década.

El período de alistamiento comenzó el 1 de febrero y consiste en una serie de ejercicios en el campo de Tiro de Álvarez de Sotomayor (Almería) y en el de la sierra del Retín. Posteriormente están siendo evaluados por el CEVACO (Centro de Valoración y Apoyo a la Calificación Operativa para el Combate) y el responsable se retira a la zona de entrenamiento para examinarlos y comprobar que están preparados. El examen parte de cuatro puntos básicos: personal, organización, material y adiestramiento.

Responsabilidad y entusiasmo para afrontar el compromiso

El capitán José Manuel Carrilho, jefe del subgrupo táctico mecanizado, está mentalizado de la responsabilidad que supone formar a los soldados para desplegar en Rumanía. Es consciente de la importancia del Tercio de Armada en la guerra de Ucrania. También está convencido que los infantes de marina van a estar a la altura.

El ejercicio de adiestramiento en el campamento, que ya se encuentra en su fase final, dura aproximadamente una semana en el que militares, oficiales y suboficiales conviven para simular la situación que vivirán en escasos tres meses. «Es un gran responsabilidad llevar a tanta gente a la zona, pero para mí es un gran orgullo. Es un reto que asumo con entusiasmo y con muchas ganas«, comenta el capitán.

«Hay una posición enemiga a vanguardia, hay que cubrir hasta llegar a la línea de ataque del adversario. Hay que asaltar la posición enemiga», parafrasea José Manuel con mapas e ilustraciones que simulan una de las posibles circunstancias que pueden encontrarse. El resto, observa y apunta con atención. Esta prueba puede durar todo el día, por lo que se respira concentración.

Asimismo, Carrilho, entre ejercicio y ejercicio, asegura que «la preparación está siendo muy buena. Llevamos cuatro meses saliendo mucho al campo para poder afrontar el compromiso con destreza y seguros de nosotros». Vuelve a ponerse su casco y continúa con las indicaciones y las evaluaciones. En la Sierra del Retín no calienta mucho el sol este martes de junio. «Así nos acostumbramos a las temperaturas que vamos a tener más pronto que tarde», asevera uno de los fusileros que despliegan desde los vehículos Piraña.

Desde ejercicio de fuego, movimiento ofensivo, búsqueda de coordenadas, tiradores de precisión hasta poner a punto las armas. El campo de maniobras del Retín acoge a estos hombres y mujeres para que estén cohesionados y sepan disparar y moverse sobre el terreno.

LA VOZ se sube a uno de los vehículos de combate para vivir en directo la sensación de estos militares. Aunque eso sí, nos podemos poner sus cascos, pero no ponernos en su piel. Se respira seriedad, claro. Sin embargo, no falta en ningún momento ese compañerismo y hermandad entre ellos. Al fin y al cabo son personas con nombres, apellidos, familias, amigos y sueños por cumplir. «Ay, siempre tiene que haber algún gracioso en el grupo», bromea uno de ellos. Porque muchos de nosotros celebraremos la Navidad con los nuestros, mientras que estos militares serán fuerza de primera respuesta.

Al ser los primeros, quieren dejar el listón de la Infantería de Marina muy alto. Cuando ellos vuelvan, se dará el siguiente relevo. Por ello, todo esto servirá también para ir mejorando y que todas las alteraciones sufridas en este primer despliegue puedan solucionarse con suficiente soltura y entereza. «Estamos preparados para esto y mucho más», concluye el capitán.

En cuanto al volumen de material, llevarán consigo trece vehículos de combate Piraña III, un pelotón equipado con ametralladoras pesadas de calibre 12,70 mm montadas en vehículos 4x4. También un destacamento de armas contra carro 'Spike', sistemas de aeronaves no tripuladas del Batallón del Cuartel General, equipos de desactivación de explosivos, unidad de apoyo logístico y personal médico.

Un hito muy importante

El capitán de Fragata y jefe del CEVACO, Miguel Perales, apostilla que «es un hito muy importante enviar a una unidad a un despliegue internacional. En este caso, una unidad de Infantería de Marina a Rumanía. Es algo muy poco frecuente». Del mismo modo, garantiza que la Armada y el Ministerio de Defensa están realizando todos los esfuerzos que están en sus manos para que la unidad vaya lo mejor preparada posible. «En todos los aspectos», ratifica.

La Infantería de Marina española es la más antigua del mundo, desde 1537 exactamente. En el próximo destino va a encontrar varios retos. Uno de ellos muy complejo, el frío extremo. Y también se le exigirá un esfuerzo logístico notable. Tendrá que ser capaz de actuar en ambientes cambiantes. Pero nada que le resulte imposible. Ya ven. Preparada para lo que venga. Desde San Fernando hasta Rumanía.

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