Los detenidos por amenazar a los agentes en el cuartel de Barbate: un clan ya investigado en operaciones contra el narco

De nuevo la localidad gaditana de Barbate se ha vuelto a poner en el foco mediático por asuntos relacionados con la seguridad. De nuevo en este municipio, donde muchos de sus vecinos claman paz y no ser estigmatizados otra vez con la droga, ha vuelto a ocurrir.

Este martes un grupo de unas veinte personas la 'liaba' y se enfrentaba a los guardias civiles que estaban de patrulla tras un incidente por conducción temeraria de uno de ellos que iba a toda velocidad por el centro del pueblo. Primero, se encaraban con los agentes que los interceptaban e impedían así que arrollaran a alguien - e incluso hacían el amago de atropellar a uno de estos guardias-, y después, se presentaban ya con 'toda la familia' -unas veinte personas- en el cuartel en actitud «muy violenta».

Allí proferían gritos contra los guardias civiles y, según apuntan todas las fuentes consultadas, les llegaban a amenazar y lanzar descalificaciones: «¡Os tenía que pasar como a los del puerto!», refiriéndose claramente al asesinato de dos agentes el pasado 9 de febrero al ser arrollados por una narcolancha.

«¡Os tenemos que matar!», «¡tenemos armas!», gritaban. Sin embargo y no como ocurrió recientemente, la puerta del cuartel se encontraba cerrada y no pudieron acceder a su interior.

Así que una vez identificados, y siendo de sobra conocidos por los miembros del puesto de Barbate, este miércoles se ha puesto en marcha un operativo para localizar y detener a los implicados en estos hechos ya que se les puede considerar autores de, al menos, amenazas.

De momento, y según ha podido saber este periódico, se ha detenido a tres personas. Un hombre y una mujer que son hermanos y un tercero que sería sobrino. Además, el operativo no ha acabado ya que se busca a otros implicados directos cuyo arresto podría producirse en las próximas horas.

Pues bien, como indican algunas fuentes, los detenidos formarían parte de un mismo clan familiar, los Guzmán Estévez, muy conocidos en la localidad y que acumulan varios delitos de tráfico de drogas, lesiones, amenazas, delitos contra la seguridad vial y contra el patrimonio, entre otros.

Entre otras investigaciones en las que algunos de ellos han estado implicados estaría la conocida 'operación Auris', una importante operación que se desarrolló a finales de 2021 y en distintas fases en varias localidades de la provincia gaditana contra el tráfico de drogas y en la que Barbate fue epicentro. Dicho operativo también se extendió por La Línea y Jerez, donde habría tentáculos de esta trama.

Los presuntos integrantes de esta organización están procesados por dedicarse a introducir alijos de hachís por la costa de la comarca de la Janda. Entonces, y debido a la peligrosidad de algunos de los miembros de este grupo y del alto número de detenciones que había que practicar (unas veinte) se desplazaron hasta Barbate apoyos del Grupo de Acción Rápida (GAR) para reforzar a los efectivos de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz que se encontraban desplegados. La operación contó además con el apoyo de distintas otras unidades y también, con agentes del ahora extinto OCON Sur.

Sobre lo ocurrido este miércoles y el amago de asalto al cuartel de Barbate, tanto el alcalde de la localidad, Miguel Molina, como el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, han coincidido en rebajar su importancia y calificarlo de «altercado» o «incidente callejero».

Según Molina, «cuando hay un altercado, una detención, normalmente siempre ocurre en todos los municipios de España que muchas familias van a protestar y hay pequeños enfrentamientos en las puertas del acuartelamiento», ha afirmado.

Mientras que el responsable de Interior ha entendido que «se trata exclusivamente de un incidente callejero, como desgraciadamente ocurre en muchos pueblos y ciudades de nuestro país».

Estas manifestaciones han sido criticadas por el colectivo de agentes. Así, desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) de Cádiz, han cargado contra el regidor barbateño al entender que «no ve la realidad». «Sus declaraciones son bochornosas», le dicen. «No nos parece normal que tras una infracción de tráfico se planten en la puerta del cuartel una docena de personas en actitud violenta amenazando de muerte a los guardias civiles». «Lo sentimos, pero para nosotros no es normal, no es simplemente 'un altercado'».