El detenido por apuñalar al joven futbolista de Chipiona confesó a su padre que había matado «a una persona»

Mientras Paco, el joven futbolista de Chipiona, se debatía todavía entre la vida y la muerte después de haber recibido una gravísima puñalada en el tórax, su supuesto agresor, A. J. L, de 21 años, tres años menor que la víctima, se entregaba a la Guardia Civil en el cuartel de la localidad. Iba acompañado de su propio padre.

Según ha podido saber este periódico, el presunto asesino se marchó del lugar del crimen, la avenida Andalucía, cerca de la glorieta de la Virgen, una vez que, sin motivo alguno, asestó la cuchillada. Eran las dos de la tarde. Paco se encontraba en ese momento hablando con unos amigos y de manera sorpresiva recibió el brutal y mortal ataque. Nadie se esperaba algo así. A. se fue y se dirigió a su casa.

Cuando los amigos de la víctima dieron el aviso a emergencias se activó de inmediato un dispositivo de búsqueda del presunto autor. Las patrullas empezaron a peinar la zona y a preguntar por un joven que respondiera a las características físicas aportadas por los testigos y que, al parecer, se había ido andando por las calles aledañas.

El padre del presunto homicida, que se encontraba en su casa, se percató del despliegue policial y le pregunto a su hijo si sabía si había pasado algo ya que acababa verlo volver de la calle. Fue entonces cuando, según fuentes consultadas, el joven le confesó que había matado «a una persona». Ante tales hechos le pidió que acudiera al cuartel y que él mismo le acompañaba.

De esta forma, padre e hijo se presentaron aproximadamente a la hora de los hechos en el acuartelamiento llevando consigo el presunto arma homicida envuelto en una bolsa de plástico. Un cuchillo de cocina de grandes dimensiones. El joven quedó detenido acusado de un delito de homicidio doloso y en las próximas horas pasará a disposición judicial.

Según apuntan algunas fuentes, víctima y presunto agresor no tenían ninguna relación ni se conocían «de nada».