Dana en Cádiz
El destrozo de la DANA en Cádiz: agricultores y ganaderos jerezanos sufren pérdidas de 25 millones de euros
Las pérdidas de las explotaciones ganaderas y agrícolas ascenderían a 16,5 millones de euros, mientras que los daños en infraestructuras serían por valor de 8,5 millones de euros
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Cádiz vivió una semana dramática a causa de la DANA, que azotó con virulencia a la provincia. Por suerte no hubo que lamentar fallecidos, pero fueron muchos los que sufrieron las consecuencias de las fuertes lluvias. La localidad más afectada fue Jerez. Esta ciudad de la provincia de Cádiz sufrió graves inundaciones, según la AEMET cayeron el pasado miércoles 114,8 litros por metro cuadrado, de los cuáles 81 litros cayeron solo en seis horas. Este fue el día más lluvioso en la historia de Jerez desde que se tienen registros. Hasta 211 vecinos tuvieron que ser desalojados el jueves de sus domicilios en la localidad jerezana ante el riesgo de crecida del cauce del río Guadalete, en concreto, los desalojos se produjeron en las barriadas rurales de El Portal, La Corta, Greduela y Las Pachecas, aunque estos vecinos pudieron volver a sus casas con total normalidad a la mañana siguiente.
La DANA causó estragos prácticamente en todos los municipios de la provincia, en mayor o menor grado todas las localidades vivieron tres jornadas, miércoles, jueves y viernes, marcadas por el miedo y por el temor. En San José del Valle, la crecida de un arroyo provocó la rotura de una tubería que dejó sin suministro de agua durante un día a y medio a los vecinos. En San Fernando se inundaron la barriada de La Bazán, la Casería y otras zonas como Pery Junquera. Vecinos desalojados, carreteras cortadas, ríos desbordados... Cádiz vivió un auténtico caos durante 72 horas, un caos del que intenta recuperarse.
Pérdidas en el sector primario por valor de 25 millones de euros
Han sido muchos los sectores que han sufrido graves pérdidas económicas a raíz de las lluvias de la DANA. Uno de los más afectado ha sido el sector primario. Luis Ramírez, secretario general de ASAJA Cádiz (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) señala que «este fin de semana hemos visitado las zonas más afectadas», que se trata de la campiña jerezana y «hemos hecho una primera estimación con la superficie que hay bajo agua y del tipo de plantación que se trata».
Las estimaciones del organismo hablan de unas pérdidas económicas de 25 millones de euros en un primer momento. Las pérdidas de las explotaciones ganaderas y agrícolas ascenderían a 16,5 millones de euros, mientras que los daños en infraestructuras serían por valor de 8,5 millones de euros.
Explica que el desborde del río Guadalete y sus arroyos, así como las fortísimas precipitaciones, han afectado sobre todo a las plantaciones de leñosos como son los cítricos, olivos, almendros y aguacates. «Estos árboles son muy sensibles a la falta de oxígeno, y si están 24 horas bajo el agua el oxígeno no le llega a la raíz y el árbol no prospera. Ha habido una superficie importante de leñosos que se pierden».
Por otro lado, hay cultivos hortícolas como zanahorias, brócoli y boniatos que «han quedado bajo agua y muy a su pesar no van a poder continuar». También se han visto afectadas «unas 3.000 hectáreas de algodón que estaban pendientes de recolectar», así como «un poco de remolacha azucarera que se había sembrado».
En el caso de las explotaciones en ganadería, los principales daños han tenido lugar en «todas las explotaciones de vacuno de leche cercanas al Guadalete», ya que «se había inundado, estaban cortados los accesos y no se podía entrar a la recogida de la leche».
Además, se han producido daños en infraestructuras como en equipos de riego, en las naves agrícolas o en los caminos de acceso a explotaciones. La primera estimación por parte de ASAJA habla de pérdidas solo en la Campiña de Jerez por valor de 25 millones de euros.
Para el secretario general de ASAJA, la gran cantidad de agua caída ha sido «clave», pero también «la falta de infraestructuras» para que los daños hayan sido de semejante calado. «Los embalses de Bornos y Arcos no conectan con el embalse de Guadalcacín, una cuestión que nosotros venimos demandando desde hace muchas décadas», ya que «así el embalse de Arcos no tendría que tirar agua y se podría pasar al embalse de Guadalcacín».
«Cuando el embalse de Arcos tira agua, lo que pasa es que ese agua va al Guadalete, y sube el nivel del río, que acaba llegando al mar ese agua, pero como sube la cota del río, inunda todo lo que coge a su paso y se inundan tierras fértiles y agrícolas dónde hay cultivos muy importantes», denuncia Ramírez.
A su vez, habla del «mal estado» en el que se encontraban «los arroyos y cauces menores», que «están muy sucios», y «no solo por esta tromba de agua que ha caído, sino que muchas veces, con muy poco los arroyos desbordan. Hace mucho tiempo que no se limpian y no se mantienen».
Por último, critica una «mala gestión» en el desembalse del pantano de Arcos. «La cota del río Guadalete según los datos de la Junta el jueves 31 de octubre a las 21.00 horas rozaba los 5 metros y estábamos en el nivel 2, el nivel naranja, y el viernes a las 10 de la mañana la cota casi alcanzaba los 6 metros y el nivel 3 de alerta», y «fue ahí cuando se decidió sacar a la gente de sus casas, pero no tienen en cuenta que desembalsaron el agua cuando el nivel del río estaba más alto», cuando «se podía haber hecho el 30 o el 29 por la mañana con los avisos meteorológicos que teníamos».
Protectora
También se vio afectada la protectora de animales San Antón de Jerez, que vivió «momentos muy complicados» el jueves. Uno de sus colaboradores, Jose Calduch relata que «yo llegué el jueves por la mañana para limpiar», pero «no nos imaginábamos que fuese a llover tanto, creíamos que se podía inundar pero no tanto». La situación llegó a ser tan extrema que «tuvieron que venir rápidamente unos compañeros a achicar agua».
En la protectora el agua alcanzó la altura de «un palmo». Los más afectados «fueron los gatos», ya que «el agua llegó a una zona dónde tenemos a los gatitos enfermos, dónde están sus camitas y los colchones, y fue la zona dónde entró más agua», y «se mojaron los piensos, medicamentos, los colchones...».
Por suerte para esta protectora, «nosotros tenemos estanterías dónde guardamos comida y cosas y no se han mojado, y tenemos varios sofás con patas de hierro al que tampoco le pasó nada. Cuando llegamos los animales estaban encima de los sofás y no le pasó nada a ninguno».
«Aún no hemos cuantificado los daños, pero te puedo decir que en cuanto medicamentos mojados, piensos mojados...hemos perdido material importante», reconoce.
Desde la protectora subieron varios vídeos a Instagram dónde se aprecia el estado en el que se encontraban las instalaciones. El pueblo salva al pueblo, y el pueblo ha salvado a la protectora.
San Antón, con 25 perros y 100 gatos, ha recibido «muchísimas donaciones» de personas anónimas. «Hemos recibido donaciones de España, Francia, Inglaterra, Bélgica, Nueva Zelanda, Estados Unidos... han sido donativos de personas que nos han querido ayudar, se han volcado muy bien, la gente se ha volcado, ha sido un diez».
