Salud
El desconcertante superalimento que fortalece los huesos, mejora las defensas y previene la migraña
El ajo fermentado se ha convertido en la perla negra de la gastronomía por sus propiedades
Su apariencia es desconcertante pero sus propiedades bien merecen superar ese primer impulso de desconfianza. Es el ajo negro, un producto gurmé cada vez más de moda que se empieza a considerar como una perla negra en la gastronomía. El ajo negro es de textura más blanda y melosa que el que habitualmente consumimos en nuestros hogares. No deja mal aliento y tampoco se repite (aunque este inconveniente se solventa quitando el germen o parte interior del ajo blanco).
En España su consumo no está extendido pero algunos cocineros de programas de divulgación ya lo emplean para sus recetas y en muchos supermercados y grandes superficies se encuentra con relativa facilidad. El ajo negro intensifica algunas propiedades del ajo blanco, como la prevención de enfermedades cardiovasculares. Y, teniendo en cuenta la excelente calidad que tiene el ajo de zonas como las Pedroñeras, en Madrid, parece inevitable dar un paso al frente y superar la barrera de su turbadora apariencia.
El ajo es un alimento tradicional y su consumo aporta beneficios porque es muy nutritivo, ya que contiene minerales y vitaminas como el manganeso, vitaminas B6 y C, selenio, calcio, cobre o potasio, por señalar algunas. Por su parte, el ajo negro se elabora sometiendo los bulbos de ajo a calor durante semanas, en condiciones de humedad, mediante un proceso del que resulta un ajo con los dientes negros.
Los beneficios del ajo negro
-Propiedades antioxidantes debido a su contenido en alicina que estimula el sistema inmunitario y es antiséptico ya que se ha demostrado su capacidad de matar algunos microorganismos.
-Fortalece los huesos porque contiene una gran cantidad de colágeno que ayuda a reforzar las articulaciones y los huesos
-Es un gran diurético ya que contiene potasio como el plátano, un elemento que ayuda a combatir la retención de líquidos.
-Previene la migraña porque es vasodilatador y favorece la circulación sanguínea y reduce la tensión arterial,.
-Ayuda a controlar el colesterol. Un estudio ha demostrado que el consumo regular de unos 5 gramos dos veces al día durante 42 días disminuye los niveles de colesterol total y triglicéridos.
-Mejora las defensas porque potencia el sistema inmunitario ya que aumenta la proliferación de linfocitos, un tipo de glóbulos blancos que luchan contra las infecciones.
Los principales componentes activos del ajo son los aminoácidos (ácido glutamínico, arginina, ácido aspártico, leucina, lisina, valina), minerales (principalmente: manganeso, potasio, calcio y fósforo, en cantidades menores: magnesio, selenio, sodio, hierro, zinc y cobre), vitaminas (principalmente: vitamina B6, también vitamina C y, en cantidades menores: ácido fólico, pantoténico y niacina), así como azúcares (fructosa y glucosa).